¢400 Etapa IV - Año CXXXII Tomo 134 - (4376) Costa Rica Domingo 24 de mayo 2015 - Pentecostés Romero: Pastor y mártir nuestro Su beatificación es un signo de Dios para nuestros pueblos y un aliciente a no desfallecer en la promoción de la paz y el desarrollo con justicia social. P/2-16 2 Romero: Pastor y mártir nuestro Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Eco Católico Domingo 24 de mayo 2015 Romero: Pastor y mártir nuestro 3 Ceremonia de beatificación en San Salvador Miles junto al “mártir por amor” Fundado en 1883 Sede Conferencia Episcopal de Costa Rica Los organizadores han confirmado la presencia de al menos nueve presidentes, cinco cardenales, decenas de obispos y unos 1.200 sacerdotes. Calle 22- Avs. 3 y 5, San José Teléfonos Central telefónica: 2222-8391 Fax: 2256-0407 María Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org Página web www.ecocatolico.org Correo electrónico Este sábado 23 de mayo unas 260 mil personas se congregan en la plaza Divino Salvador del Mundo, en San Salvador, para participar en la ceremonia de beatificación de Mons. Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (1917-1980), el “Mártir por amor”, según el lema elegido por la Iglesia local. info@ecocatolico.org Apartado postal 1064 -1000 San José Está previsto que la Eucaristía de Beatificación inicie a las 10 de la mañana. Será presidida por el Cardenal Angelo Amato, designado por el Papa Francisco; además se contará con la presencia del purpurado Vincenzo Paglia, postulador de la causa de beatificación de Monseñor Romero. Créditos Presidente Junta Directiva Mons. José Rafael Quirós Q. Director Lic. Martín Rodríguez G. mrodriguez@ecocatolico.org Asesor doctrinal Pbro. Víctor Hugo Munguía C. Edición Luis Carlos Cartín S. Diseño y composición Lic. Carlos Andrés Víquez V. cviquez@ecocatolico.org Mercadeo y ventas Lic. José Sancho M. jsancho@ecocatolico.org Circulación Ing. Daniel Rivera M. drivera@ecocatolico.org 3 - Miles junto al “mártir por amor” 4- Oscar Arnulfo, el segundo de ocho hermanos… 6- Un solo disparo... directo al corazón 8- ¡Pastor, profeta, obispo fiel al Señor! 9 -El camino a los altares… 10- Su herencia espiritual consta en 200 homilías 14- América Latina agradecida por beatificación Los organizadores detallaron que a las 8 de la mañana los sacerdotes se reunirán en la Parroquia San José de la Montaña donde se les entregará una estola roja y la foto de recuerdo de Monseñor Romero. Una hora y media más tarde, se formarán para la procesión de entrada. Asimismo, a través de la página oficial de la beatificación -beatificacionromero.orgse explica el rito del que serán testigos millares de personas: “El Arzobispo, Monseñor José Luis Escobar acompañado con el postulador de la causa, Monseñor Vicenzo Paglia, se dirigirán junto a la cátedra, hacia el representante del Santo Padre, Su eminencia Angelo, Cardenal Amato. El postulador de la causa presenta una pequeña biografía de Monseñor Romero. El delegado del Santo Padre lee la Carta Apostólica”. El Arzobispado de San Salvador invitó a la ceremonia unos 1.500 campesinos de familias muy pobres de El Salvador. Añade que terminada la lectura se develará la gigantografía del beato, mientras se hará un canto. En el momento que se inicia el canto, se presentan las reliquias del beato junto al altar y se adornan. El delegado del Santo Padre las inciensa. Seguirá la fórmula de agradecimiento por parte del Arzobispo Escobar. Inmediatamente después, el Arzobispo y el postulador de la causa dan el saludo de paz al delegado del Santo Padre. En ese momento el Cardenal Amato entrega una copia de la Carta Apostólica al Arzobispo y al postulador de la causa. Después continúa la misa normalmente. Jóvenes ayudan como voluntarios Alrededor de 2600 voluntarios están preparados para acoger y acompañar a los miles de asistentes a la Misa de Beatificación. Se han dividido en dos grandes grupos, explican los organizadores. 1200 voluntarios jóvenes a cargo del Padre Santos Hernández son los encargados del protocolo, acogida y acompañamiento de todo el pueblo de Dios. Otros 1400 jóvenes a cargo del Padre Tulio Tobar velarán por la acogida y acompañamiento del área de la plaza y acompañamiento de la Comunión. Para el coro se realizó previamente un casting y se eligieron 125 personas que cantarán a 4 voces. Ellos han ensayado durante meses en el Seminario de San José de la Montaña y una de las canciones que cantarán es Poema a Monseñor Romero de Francisco Andrés Escobar. El poema fue musicalizado por Salvador Marroquín especialmente para esta ocasión. El poema, dijo Marroquín al periódico La Prensa Gráfica, “cobra especial significado, no solo porque ha sido escrito por un salvadoreño que tuvo la oportunidad de conocer y expresar su amor a Romero a través de las letras, sino también porque este poema tiene vigencia en un momento de crisis en el país, en donde se está perdiendo lo más valioso que tenemos: la vida”, Desde presidentes hasta campesinos invitados Presidentes, cuerpo diplomático, cardenales, obispos, sacerdotes y familiares figuran entre los invitados a la ceremonia de beatificación de Mons. Óscar Arnulfo Romero. Los organizadores han confirmado la presencia de al menos nueve presidentes, cinco cardenales, decenas de obispos y unos 1.200 sacerdotes. Pero también el Arzobispado de San Salvador invitó a la ceremonia unos 1.500 campesinos de familias muy pobres de El Salvador, como un ho- El pueblo humilde salvadoreño y centroamerica reconoce en Monseñor Romero virtudes heroicas desde antes de su martirio. menaje a los sectores con lo cuales Mons. Romero trabajó. La comisión organizadora de la Iglesia informó que se colocarían 40 pantallas gigantes en distintos puntos del perímetro de seguridad para transmitir la ceremonia. En cuanto al tema de la seguridad, el Gobierno asumió esa responsabilidad y aunque las maras anunciaron una tregua en honor a Mons. Romero, el Gobierno no se pronunció al respecto. En El Salvador unos 7.000 soldados y 23.000 policías están dedicados diariamente a vigilar las calles y los movimientos de los grupos criminales, especialmente las maras. Y es que este país centroamericano es uno de los más violentos de Latinoamérica, de enero a marzo pasados, El Salvador registró 16,2 homicidios por cada 100.000 habitantes. Actualmente, tiene en prisión a 12.851 mareros. 4 Romero: Pastor y mártir nuestro Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Oscar Arnulfo, el segundo de ocho hermanos… El origen humilde del nuevo beato fue determinante en su opción evangélica por los pobres y los oprimidos, misma que lo llevó al martirio. un tiempo con el fin de iniciar una tesis doctoral que pretende orientar hacia la mística o la teología ascética, pero la guerra europea le impide terminar los estudios y se ve obligado a regresar a El Salvador. Ana Cecilia Espinoza C. aespinoza@ecocatolico.org “El Pastor tiene que estar donde está el sufrimiento. La palabra queda y ése es el gran consuelo del que predica. Mi voz desaparecerá pero mi palabra, que es Cristo, quedará en los corazones que la hayan querido recoger” (17-121978). El camino sacerdotal Romero inició su camino sacerdotal en la parroquia de Anamorós, trasladándose poco después a San Miguel, donde estuvo por 20 años llevando a cabo su labor pastoral. Con estas frases y muchas otras, Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdames dejó su huella eclesial durante uno de los periodos más convulsos de la historia de su país, El Salvador, así como de toda América Latina. Una huella que fue marcada por su origen humilde y las condiciones sociales que le correspondió vivir, misma que con firmeza y amor por sus hermanos más pobres denunciaba desde el púlpito, contra la violencia militar y revolucionaria que se vivía en El Salvador de finales de la década de los años setenta, y por la cual fue asesinado a tiros mientras celebraba la Santa Misa. Niño tímido, minero… sacerdote Monseñor Óscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios (San Miguel) el 15 de agosto de 1917. Fue el segundo de los 8 hermanos de una familia humilde. Su padre, Santos, era empleado de correo y telegrafista y su madre, Guadalupe de Jesús, se ocupaba de las tareas domésticas. El Salvador era por entonces un país de relativa prosperidad económica (gracias al cultivo y exportación de café) pero En Anamorós, impulsó diferentes movimientos apostólicos como la Legión de María, los Caballeros de Cristo o los Cursillos de Cristiandad; desarrolla obras sociales como Alcohólicos Anónimos o Cáritas; promueve la construcción de la Catedral de San Miguel y favorece la devoción a la Virgen de la Paz. Monseñor Romero durante su época de estudios en Roma, interrumpidos por la II Guerra Mundial. dominado por un poder oligárquico que mantenía oprimida a la población campesina. Según los diferentes biógrafos de la vida de Monseñor Romero, fue una persona que desde muy niño se caracterizó por su carácter tímido y reservado. Se trató de un niño que enfrentó algunas enfermedades que le impidieron avanzar en sus estudios. A los doce años comenzó a trabajar como aprendiz de carpintería. A la edad de 14 años ingresa en el seminario menor de San Miguel, donde perma- neció seis años. El proceso de formación fue interrumpido para ayudar a su familia que pasaba dificultades económicas. Durante tres meses trabajó con sus hermanos en las minas de oro de Potosí por 50 centavos al día. Para el año de 1937 Monseñor Romero ingresa al Seminario Mayor de San José de la Montaña en San Salvador. Siete meses más tarde es enviado a Roma para proseguir sus estudios de Teología. Es ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942 y continúa en Roma En esos años, su trabajo es el de un sacerdote dedicado a la oración y la actividad pastoral, pero todavía sin un compromiso social evidente. Mientras, el país vive sumido en un caos político: se suceden los golpes de estado en los que el poder queda casi siempre en manos de los militares. Para 1966 Monseñor Arnulfo fue elegido Secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador, comenzando, así una actividad pública muy intensa que viene a coincidir con un periodo de amplio desarrollo de los movimientos populares que se manifestaría de forma evidente apenas un año más tarde con la primera huelga general obrera. Su nombramiento como Obispo Auxiliar de Monseñor Luis Chávez y González, en 1970, no fue bien visto por los sectores más renovadores: Monseñor Chávez y González y Monseñor Rivera (también obispo auxiliar) estaban impulsando los cambios pastorales que el Vaticano II y la Conferencia de Medellín de 1968 exigían para el desarrollo de una nueva forma de entender el papel de la Iglesia Católica en América Latina y los planteamientos de Monseñor Romero, nombrado además director del periódico Orientación, eran todavía muy conservadores. Nombrado Obispo de la Diócesis de Santiago de María, se traslada a la misma en diciembre de 1974. Según los biógrafos, el contexto político se caracteriza sobre todo por una especial represión contra los campesinos organizados. Para junio de 1975 se producen los hechos de Tres Calles: la Guardia Nacional asesina a cinco campesinos. Monseñor Romero llega a consolar a los familiares de las víctimas y a celebrar la Misa. No hace una denuncia pública de lo ocurrido, como le habían pedido algunos sectores, pero sí envía una dura carta al Presidente Molina. Retos honores y desafíos El nombramiento de Monseñor Romero como Arzobispo de San Salvador, el 23 de febrero de 1977, es una sorpresa negativa para el sector renovador, que esperaba el nombramiento de Monseñor Rivera, y una alegría para el gobierno y los grupos de poder, que ven en este religioso de 59 años un posible freno a la actividad de Eco Católico Domingo 24 de mayo 2015 A la edad de 14 años Romero ingresó en el seminario menor de San Miguel, donde permaneció seis años. El proceso fue interrumpido para ayudar a su familia que pasaba dificultades económicas. Durante tres meses trabajó con sus hermanos en las minas de oro de Potosí por 50 centavos al día. Romero: Pastor y mártir nuestro Su ordenación sacerdotal, Roma, 4 de abril de 1942. Romero está al centro, de pie. ORDEN y los escuadrones de la muerte. compromiso con los más pobres que estaba desarrollando la Arquidiócesis. Sin embargo, un hecho ocurrido apenas unas semanas más tarde, que se revelará decisivo en la escalada de violencia sufrida en El Salvador, va a dejar clara la futura línea de actuación de Romero: el 12 de marzo es asesinado el padre jesuita Rutilio Grande, hombre progresista que colaboraba en la creación de grupos campesinos de autoayuda y buen amigo de Monseñor. Amenazas de muerte El 17 de febrero, el Arzobispo Romero envía una carta al Presidente Carter en la que se opone a la ayuda que EEUU está prestando al gobierno salvadoreño, una ayuda que hasta el momento sólo ha favorecido el estado de represión en el que vive el pueblo. La respuesta del presidente estadounidense se traduce en una petición al Vaticano, para que llame al orden al arzobispo. Sin embargo, en otros países continúa el reconocimiento a la labor de Romero: por esas mismas fechas, recibe el premio de la Paz de Acción Ecuménica Sueca. El recién electo arzobispo insta al Presidente Molina, para que investigue las circunstancias de la muerte y, ante la pasividad del gobierno y el silencio de la prensa a causa de la censura, amenaza incluso con el cierre de las escuelas y la ausencia de la Iglesia católica en actos oficiales. La postura de Óscar Romero, cada vez más “peligrosamente” comprometida con el pueblo, comienza a ser conocida y valorada por el contexto internacional: el 14 de febrero de 1978 es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Georgetown (EE. UU); en 1979 es nominado al Premio Nobel de la Paz y en febrero de 1980 es investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lovaina (Bélgica). En ese viaje a Europa visita a Juan Pablo II en el Va- 5 Sus padres: Santos Romero y Guadalupe de Jesús Galdámez. ticano y le transmite su inquietud ante la terrible situación que está viviendo su país. En efecto, en 1980 El Salvador vivía una etapa especialmente violenta en la que sin duda el gobierno era uno de los máximos responsables. La Iglesia calcula que, entre enero y marzo de ese año, más de 900 civiles fueron asesinados por fuerzas de seguridad, unidades armadas o grupos paramilitares bajo control militar. De todos era sabido que el gobierno actuaba en estrecha relación con el grupo terrorista No obstante, a fines de febrero, Héctor Dada, miembro de la Segunda Junta de Gobierno de El Salvador, informa a Monseñor de que tiene conocimiento de amenazas de muerte contra su propia persona y contra el Arzobispo; Romero recibe también un aviso de amenazas de similar seriedad por parte del Nuncio Apostólico en Costa Rica, Monseñor Lajos Kada y a comienzos de marzo es volada una cabina de locución de la emisora YSAX, La Voz Panamericana, que transmitía sus homilías dominicales. Los días 22 y 23 de mar- zo, las religiosas que atienden el Hospital de la Divina Providencia, donde vive el Arzobispo, reciben llamadas telefónicas anónimas que lo amenazan de muerte. Finalmente, el 24 de ese mismo mes, Óscar Arnulgo Romero es asesinado por un francotirador mientras oficia misa en la Capilla de dicho Hospital. Los funerales, celebrados en la Catedral Metropolitana de San Salvador el 30 de Marzo de 1980, se convirtieron en una batalla campal en la que las fuerzas de seguridad acometieron contra miles de salvadoreños concentrados en la plaza de la catedral, entre los que se encontraban miembros del Bloque Popular Revolucionario. El resultado: más de 40 muertos y doscientos heridos. La figura de Óscar Arnulfo Romero ha continuado siendo un símbolo de justicia y de compromiso social para el pueblo salvadoreño. Durante la celebración del XX aniversario de su muerte en el año 2000 se llevó incluso a la creación de la Fundación Monseñor Romero y la propuesta de su beatificación, que se consolida este 23 de mayo del 2015, contó con el apoyo de católicos de muy diversos países, que la comprenden como una forma de reivindicación del papel que aún hoy desarrolla la Iglesia Católica en América Latina. 6 Romero: Pastor y mártir nuestro Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Eco Católico Domingo 24 de mayo 2015 cibido en el Vaticano a Monseñor Romero. El arzobispo de El Salvador había ilustrado al Papa la situación política de su país y la posición que frente a ella había adoptado como obispo. Martirio de Mons. Óscar Arnulfo Romero Un solo disparo, directo al corazón La Iglesia salvadoreña se había encontrado inmersa en la grave situación social y política por la que atravesaba el país. Inevitablemente, fuerzas de uno y otro signo habían tratado de interpretar en clave política la actuación de inspiración moral y ética de la jerarquía salvadoreña. Menos de 60 personas presenciaron la muerte del arzobispo metropolitano, asesinado de un disparo al corazón la tarde del 24 de marzo de 1980. que implicaba destruir casas, cultivos, matar animales y masacrar a la población. Laura Ávila Chacón lavila@ecocatolico.org Según el corresponsal en ese momento del ABC de España, José María Carrascal y versiones de algunos testigos “Monseñor Romero fue asesinado por una sola persona en el momento mismo en que daba la comunión. Un individuo armado con una pistola, provista de silenciador, disparó contra él un solo tiro, acertándole en el mismo corazón. Mientras el asesino iniciaba su huida hacia la calle, alguien efectuó dos disparos para asustar a la gente, que se echó al suelo. Los asesinos huyeron sin problemas en un vehículo que esperaba a la puerta del hospital”. Disparó contra él, a sangre fría, el pecado fue combatir la injusticia y predicar lo que Jesús hubiese dicho a su pueblo. Mons. Oscar Arnulfo Romero falleció el 24 de marzo de 1980 a manos de un francotirador en la capilla del Hospital de La Divina Providencia, en El Salvador. En ese momento, en el templo había alrededor de 50 personas, a lo sumo 60, cuenta Leonor, una joven de 23 años que fue testigo de la tragedia y que solo fue identificada con ese nombre en los archivos del magnicidio que recogió el periódico “La Página” de El Salvador. El obispo murió frente al altar de un disparo en el corazón mientras oficiaba una misa en memoria de la madre de un periodista, Jorge Pinto, director del periódico opositor “El Independiente”. “Adelante estaban sentadas las monjas que cuidaban a los enfermos y un grupo de señores que evidentemente eran los familiares de la deudora a quien dedicaban la misa”. Leonor se sintió sorprendida cuando observó que quien presidiría la misa era el Arzobispo Oscar Arnulfo. “Había escuchado sus homilías y en la universidad todo el mundo hablaba de él pero nunca lo había visto en persona”. Le pareció más joven de lo que se veía en los periódicos, su voz más firme que a través de la radio y sobretodo le pareció una persona humilde. Sabiendo que era toda una figura muy respetada en todo El día de su asesinato, Monseñor Romero ofrecía una Misa por la madre de un periodista amigo. Por eso varios fotógrafos pudieron captar imágenes, fuertes sin duda, de su martirio. En esta, el Arzobispo se desploma mientras es atendido por religiosas y laicos. el país intentó poner atención a su sermón, pero estaba preocupada porque al siguiente día tenía que viajar a Armenia (una región en El Salvador) a dejar unos documentos que su padre iba a usar para hacer un préstamo. Algunos documentos se le habían extraviado. Pensando en los documentos estaba cuando escuchó más fuerte la voz de Romero. El Arzobispo estaba leyendo, levantó la mirada y en ese momento se escuchó como un fuerte mortero que hizo eco en la pequeña capilla. Las monjas y las personas que estaba adelante se levantaron, dos señores comenzaron a hacer fotos y Leonor volvió la vista hacia atrás. Alcanzó a ver la espalda de un hombre que caminaba apresurado con un arma en la mano. En ese instante no tuvo reacción más que taparse la boca y llorar. “Sobre Monseñor mortalmente herido las monjas lloraban y pedían auxilio”. Se levantó junto a un señor de avanzada edad que estaba en la misma banca y en una acción refleja caminaron unos cinco pasos hacia donde estaba monseñor. Leonor asegura que vio el último suspiro de Romero. Perpleja por lo ocurrido y por el alboroto adentro de la capilla, temió salir a la calle. Pensaba que el asesino podía estar esperando a quienes saliera o que tenía que estar adentro para ayudar a las monjas. Unos cinco minutos después del disparo, Leonor vio que comenzaron a salir de la capilla algunas personas y se atrevió a salir. Nunca nadie la llamó a atestiguar, aunque de “todos modos mi testimonio no aportaría mucho”, dice. Lo mataron a los 62 años Tenía 62 años cuando lo mataron. Estaba revestido con los ornamentos sacerdotales, y mientras celebraba el sacramento de la reconciliación, una bala destrozó su corazón, un corazón cuyo delito era creer tercamente en la justicia, en el amor entre los hombres. Es recordado como un valiente defensor de su pueblo y los derechos humanos, en momentos en que el ejército aniquilaba campesinos en su país mediante la técnica conocida como “tierra arrasada”, Señala el corresponsal que, aunque no fue posible clarificar la autenticidad de los autores del atentado “se supone que pertenezcan a sectores ultra derechistas, a los que criticó duramente monseñor Romero en vida”. Ante los hechos y por el amor del pueblo al Arzobispo Romero, el gobierno declaró tres días de luto nacional en señal de duelo. Paralelamente se decretó el estado de alerta para evitar brotes de violencia mientras que millares de salvadoreños se agrupaban en la Basílica El Sagrado Corazón para rendir el último homenaje al prelado asesinado. Monseñor Romero fue asesinado un mes y dos días después de haber celebrado su tercer aniversario de la toma de posesión como arzobispo de la capital de El Salvador. En su última homilía, Romero hizo un emotivo llamamiento al Gobierno para que Romero: Pastor y mártir nuestro Los extremistas interpretaban estas tomas de posición como respaldos de sus actuaciones o como amenazas para los grupos que representan. La autoridad de la jerarquía se convertía en un objetivo a conquistar. En el mausoleo de Monseñor Romero en las catacumbas de la Catedral de San Salvador, se marca de color rojo el lugar exacto del disparo que acabó con su vida. cesara lo que denominaba “represión contra el campesinado”. “Las reformas no valdrán nada si están teñidas de sangre”, señaló en su homilía. En su última entrevista, concedida a la agencia Efe, el arzobispo asesinado manifes- tó: “A mí me podrán matar, pero ya es imposible hacer callar la voz de la Justicia”. Se reunió con el Papa Menos de un mes de su muerte Juan Pablo II había re- Monseñor Romero denunciaba cada semana los crímenes cometidos en el país. De uno y otro signo. No dudaba en condenar el “falso mesianismo” de los que desde la izquierda política dedicaban todas sus fuerzas a la organización y a la acción política para “cambiar al hombre salvadoreño”, pero al mismo tiempo removía la conciencia del país recordando que “quien tiene una fe sin obras no puede esperar la salvación”. Su última entrevista Mons. Romero fue entrevistado en varias oportunidades por el corresponsal de la agencia Efe, de apellidos Espinoza Fernández quien lo conoció desde los días en que el prelado era capellán del colegio católico en donde él estudió. Aquí un resumen de la última entrevista concedida. El mal de todo es la injusticia social -dijo-. Los que no quieren cambios son los grandes malhechores, agregó, con un decidido énfasis en pro de la transformación de las estructuras socioeconómicas. Al recordar esa parte de nuestra primera conversación con él como arzobispo, acoté algo que sucedió días después, el día 12 de marzo de 1977. -Yo creo, monseñor, que la muerte del Padre Grande fue decisiva para que usted tomara esta posición tan definida en pro de los pobres... -“En efecto, así fue. Yo siempre creí en la promoción social, de acuerdo con el Concilio Vaticano Segundo y el Congreso de Medellín, pero la muerte del jesuita Rutilio Grande fue definitiva”. En el curso de la conversación, el arzobispo dijo claramente que consideraba muy poco posible una salida pacífica la crisis de violencia política en El Salvador. -“Tengo una fe grande de que a los hombres los guía la racionalidad y que queda siempre un resto de buena voluntad para encontrar una salida pacífica -aclaró-”. Su posición era definida en contra de la injusticia social. Por ello había recibido amenazas de la extrema derecha y de la ultra izquierda: “A mí me pueden matar; pero que quede claro que la voz de la Justicia nadie la puede callar ya -señaló-.” 7 La violencia se desató durante el funeral de Monseñor Romero el 30 de marzo. Cuarenta muertos y más de doscientos heridos fue balance de los trágicos sucesos ocurridos ese domingo en la plaza de la catedral de San Salvador. Una provocación, al parecer, de la extrema derecha, mediante la explosión de varias bombas, provocó el pánico en la multitud que llenaba la plaza. Elementos armados de la guerrilla izquierdista presentes en el lugar utilizaron también sus armas. El mundo condenó atentado En todo el mundo se produjeron reacciones de condena contra el brutal asesinato. El Papa Juan Pablo II repudió el sacrílego crimen. El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) señaló, en un mensaje de condena que “la sangre de monseñor Romero derramada junto al altar, sea dramática llamada para que se deponga toda actitud de odio, violencia y venganza en El Salvador”. Igualmente, Juan Pablo II envió un telegrama al presidente de la Conferencia Episcopal Salvadoreña: “Al conocer con ánimo traspasado de dolor y aflicción la infausta noticia del sacrílego asesinato de monseñor Óscar A. Romero, cuyo servicio sacerdotal a la Iglesia ha quedado sellado con la inmolación de su vida mientras ofrecía la víctima eucarística, no puedo menos de expresar mi más profunda reprobación de pastor universal ante este crimen execrable que, además de flagelar de manera cruel la dignidad de la persona, hiere en lo más hondo la conciencia de comunión eclesial y de quienes abrigan sentimientos de fraternidad humana”. También el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, condenó el asesinato y calificó a Romero como “un hombre que representó los principios básicos de compasión y preocupación por todos los ciudadanos de El Salvador”. En tanto, que Amnistía Internacional afirmó “ha sido un mártir por la causa de los derechos humanos”. La organización humanitaria, con sede en Londres, había advirtido anteriormente que el citado arzobispo recibió numerosas amenazas de muerte desde que el Gobierno comenzó, junto a fuerzas paralelas de la ultraderecha, una campaña política de asesinatos y secuestros contra la población campesina del país. 8 Romero: Pastor y mártir nuestro Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico ¡Pastor, profeta, obispo fiel al Señor! Así definen nuestros obispos, sacerdotes y religiosas al nuevo beato centroamericano Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Gerardo Mora Pana “La santidad es la vocación de todo cristiano, de manera que no es un privilegio de unos cuantos, sino, que todos hemos sido convocados a vivir al estilo de Cristo y ser sus testigos en medio del mundo. Por tanto, los que son declarados santos son un regalo para toda la Iglesia, y son propuestos como ejemplo a imitar, en el caso de Mons. Oscar Romero, nos da ejemplo de fidelidad al plan de Dios, que envió a su Hijo para la salvación de todos, que exige la vivencia de la justicia, del amor al prójimo, respeto a la vida, y todos los valores evangélicos que defendió proféticamente. Derramó su sangre como Cristo, por amor a él y a los hermanos; de manera que su valentía en denunciar muchas cosas no fueron respondiendo a ideología alguna, sino por fidelidad al Señor”. Mons. José Rafael Quirós Arzobispo de San José “Es una alegría y un estímulo” “Fue un gran profeta que defendió la justicia y la paz, que luchó contra la violencia de una manera muy valiente. Al denunciarla él mismo fue víctima y eso lo llevó al martirio. Es un martirio fructificado en su beatificación. Para los obispos de Centroamérica es una alegría y un estímulo para las diócesis porque nos anima a tener esa valentía para defender a nuestros feligreses de todo aquello que los pueda llevar a la violencia, a la injusticia y luchar por la paz. Mons. Domingo 24 de mayo 2015 Romero: Pastor y mártir nuestro Romero nos alienta a no tener miedo de defender nuestras comunidades como la defendió él y sobre todo destaco su fidelidad y un amor profundo al Magisterio, lo cual es signo de la Iglesia que siempre está viva y presente y que se preocupa por buscar la reconciliación, la solidaridad y el bien común”. “Mirarnos en el espejo” Mons. José Francisco Ulloa Obispo de Cartago “Buen pastor, santo pastor” “Es una gran bendición para la Iglesia universal, en especial para la Iglesia en América Latina y más cercanamente para nosotros en Centroamérica. Hablamos de un eclesiástico con profunda formación teológica y pastoral, fiel al Evangelio y a la Iglesia, prudente y sensible. Pastor cercano y comprometido, valiente e intrépido, predicador y profeta incansable de la verdad de Cristo. Obispo con gran intuición de la realidad de su pueblo, comprometido evangélicamente con los más necesitados y olvidados. Buen pastor, santo pastor que conoció y dio la vida por sus ovejas”. Mons. José Manuel Garita Obispo de Ciudad Quesada “Reavivar la dimensión profética” “El Espíritu Santo, a su debido tiempo, impulsa lo que debe suceder y qué es lo que más conviene a la Iglesia. ¿Desde cuándo se viene hablando de la canonización de Mons. Romero? Tuvo que venir un Papa latinoamericano para reavivar el proceso sacando el verdadero motivo de la beatificación, que es el martirio. Mons. Romero dio su vida por la fe en Jesús. Para nosotros debe ser una especie de reavivar la dimensión profética del ministerio, a veces la hemos dejado un poquito arrinconadita, y ahorita al ponernos la Santa Madre Iglesia un beato que fue un profeta en todo el sentido de la palabra, anunciando y denunciando, y producto de ello padeció como Jesús, eso también para nosotros debe ser un motivo para despertar ese profetismo que es tan importante”. Mons. Ángel San Casimiro Obispo de Alajuela “(La beatificación) es reconocer la entrega de una persona en función de los sin voz en grado heroico y para ser consecuente con su rol de pastor a pesar de los riesgos. Un hombre que da un giro en su conciencia de cara a sus deberes para ponerse del lado de quienes recibían, de los que ejercían el poder, la negación de su misma existencia. Por otra parte, es una buena ocasión para que todos los sacerdotes nos miremos en el espejo del nuevo beato para olvidar el carrerismo y atender lo esencial: los fieles más excluidos y necesitados, las periferias culturales y sociales, las realidades que más nos retan e impiden que las nuevas generaciones reciban la herencia de la fe. Es una invitación a ser valientes, a ser testigos y dejar de lado tanta cobardía que hoy nos atrapa”. Pbro. Mauricio Víquez Director del Incotep “Profeta del amor” “La Iglesia de hoy necesita que los cristianos seamos valientes, que seamos profetas del amor verdadero que es el amor que viene de Dios y pienso que Monseñor Romero en el momento histórico que le tocó vivir supo ser ese cristiano y ese testigo para su país, supo ser ese profeta del amor, supo ser defensor de la verdad, de la justicia, de los derechos del pueblo”. Hna. Paula Rosales Secretaria, Comisión de Vocaciones “El Evangelio y sus implicaciones” “(La beatificación) es un acontecimiento que viene a confirmar que su cercanía con el pueblo, sus opciones por los más débiles, su valentía en el ejercicio de profeta, son modos válidos para mostrarle a los hombres y mujeres de hoy que es posible vivir el Evangelio en todas sus implicaciones”. Brevemente en un arzobispado que lo tomó por sorpresa Estando en otro lugar, el Señor lo llevó por un camino de conversión Animado por el Espíritu, vivió los valores del Reino Tomando la espiritualidad del Buen Samaritano, la del Concilio Vaticano II, Ofreció su vida para que descubriéramos que la violencia no es conforme a Dios, Realmente asumió todas las implicaciones de ser cristiano, Obispo que amó a los demás para ser testigo, Mártir que dio la vida por los demás para traducir la Esperanza en una virtud con lugar en el aquí y ahora de las personas Recibe del Señor sus dones y los comunica compasivamente a los otros Optando especialmente por los pobres, pero llevando el Evangelio a todos Pbro. David Solano Director Escuela Social Juan XXIII 9 El camino a los altares La voluntad del Papa Francisco, latinoamericano como Monseñor Romero, fue determinante para alcanzar su beatificación. la misma en la Sagrada Congregación. Laura Ávila Chacón gmora@ecocatolico.org “Derramó su sangre como Cristo” Eco Católico lavila@ecocatolico.org Fue el Arzobispo italiano Vicenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo la Familia y postulador de la causa de canonización de Mons. Óscar Arnulfo Romero quien anunció la beatificación del que fuera Arzobispo de San Salvador. Lo hizo luego de que el propio Papa Francisco anunciara que se desbloqueba el proceso, destacando las virtudes evangélicas y martiriales de Monseñor Romero. Así, la máxima autoridad de la Iglesia Católica enaltece su figura y lo declara mártir, pues fue asesinado por los que profesan “odio a la fe” con lo cual no fue necesario demostrar que realizó algún milagro para llegar a los altares. Para tener un mártir es necesario que se verifiquen dos cosas. Entre ellas, destaca la oficina de la causa de la canonización, debe existir un perseguidor que inflige, por odio a la fe (doctrina) y o virtud cristiana (moral) la muerte a un cristiano que acepta voluntariamente la muerte y soporta pacientemente la misma muerte por amor a Cristo y por serle fiel. Además, la obra de reconocimiento de la Iglesia que acepta en el fuero externo el evento martirial como expresión de fortaleza heroica, fundada sobre la caridad y que proponga con solemne declaración la imitación y veneración de los fieles. El proceso de canonización Los elementos señalados se encuentran con especial claridad en el marco histórico de la vida y muerte de Mons. Rome- “Romero tenía que ser beatificado bajo el pontificado del primer Papa latinoamericano. Hoy me puedo explicar en profundidad el porqué de tantos atrasos: Dios esperaba al Papa Francisco. Dios ha escrito esta página con las líneas torcidas de los opositores”. Experiencia de un hombre santo Mons. Vicenzo Paglia Postulador de la causa de canonización ro, que consta de una etapa de investigación diocesana donde se recopilan todos los escritos, fundamentalmente artículos, que se publicaron en diarios y periódicos, los cuales están contenidos en 4 tomos. Además, la biografía de Mons. Oscar A. Romero escrita por el sacerdote Jesús Delgado editada en 1990, el Diario de Mons. Romero editado en 1990, sus cartas pastorales, discursos y homilías. Para ello fue nombrada una Comisión de Censores formada por los sacerdotes Jesús Delgado y Luis Coto para que estudiaran los escritos de Monseñor Romero y poder determinar si hay algo en ellos en contra de la fe y de las costumbres El 12 de mayo de 1994, el Arzobispo, Mons. Rivera Damas con decreto fechado el 24 de marzo de 1994, instaló un Tribunal Eclesiástico que instruiría el Proceso Informativo sobre la vida, martirio y fama de martirio del Siervo de Dios, Mons. Oscar A. Romero. A partir de entonces prestaron testimonio 33 testigos entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos. También, fue nombrada una Comisión de Peritos en historia que entregó la Prueba Documental y un extenso y valioso escrito conteniendo el marco social, político, económico y eclesial de El Salvador durante el ministerio arzobispal de Mons. Romero. Dicho informe fue entregado el 9 de octubre de 1994. Posteriormente, la Postulación realizó la proclamación del Decreto sobre la observancia de los Decretos de Urbano VIII sobre el No Culto Público al Siervo de Dios, el cual es la afirmación de parte del Juez de la Causa de que no existía en el país manera de Culto alguno a la persona de Mons. Romero. Además se hizo la publicación de las actas, y un Copista, que fue el último nombramiento para la Causa que realizó el Arzobispo Rivera Damas, en colaboración del Postulador, transcribió con fidelidad todas las actas del Proceso, preparando así el llamado “Trasunto” o Copia y así destinar toda la información a un Postulador en Roma para que este la ocupe como “copia pública” y acciones ante el Dicasterio Romano como representante de la Causa. Una de las copias queda en los Archivos de la Curia Romana, además del Original, siendo inaccesibles a cualquier persona. El 1º de noviembre de 1996 se hizo la ceremonia de clausura del Proceso Diocesano en el cual se presentó y selló todo el material que se envió a la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos. Terminada esta actividad se consideró finito el Proceso Diocesano y pasó a Roma a la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, ante la cual se presentó como Postulador a Mons. Vincenzo Paglia para que representara al Proceso ante dicha Congregación. Mons. Paglia y un grupo de personas se encargaron de llevar adelante el proceso en Roma en una oficina especial del Proceso. Posteriormente de Roma se recibió el 4 de julio de 1997 el decreto por medio del cual se aceptaba la Causa como válida, debido a que todos los pasos dados en el Proceso Diocesano están hechos de acuerdo a las normas establecidas por lo cual solo queda el estudio de La canonización de Monseñor Romero, argumentan sus promotores, será un permanente llamado a volvernos definitivamente a Dios, del cual le provenía toda su fuerza y vitalidad. Igualmente se descubre en su ejemplo la integridad del ser cristiano y vivir verdaderamente la voluntad de Dios desde la perspectiva de quien se sabe hijo y lo entiende en referencia a sus hermanos, especialmente los pobres y palpar en ellos al Señor Resucitado. Al reconocer la Iglesia local y Universal el testimonio del arzobispo asesinado -agregan-como la eterna experiencia de un hombre santo, que en la cotidianeidad de la vida de un país remoto de nuestra época ha sido radicalmente fiel a Dios en medio de una historia de dolor “su vida nos invita a pesar de los obstáculos y tentaciones a vivir en nuestros días el Evangelio tal como lo hicieron los primeros ejemplares cristianos”. “Su recuerdo sigue siendo interpelación de denuncia, desenmascaramiento y exigencia de conversión”. “(Su canonización) Devolverá a los hombres de buena voluntad el legítimo derecho a enarbolar un ideal profundamente cristiano, como es el amor a los otros hasta el extremo. Y para los cristianos-católicos, lo hayamos conocido o no, será la expresión personificada del creyente que, con la coherencia de su testimonio y los principios fundamentales de su fe, entendió e hizo suya, con plena conciencia, la opción incondicional por la vida”. 10 Domingo 24 de mayo 2015 Romero: Pastor y mártir nuestro Eco Católico Eco Católico Domingo 24 de mayo 2015 Romero: Pastor y mártir nuestro única liberación que predicaba era la liberación del pecado obrada por Jesucristo. Monseñor Rosa Chávez, en el artículo citado, afirma que Romero denunciaba el pecado social. “El Vaticano II abrió nuevas y estimulantes perspectivas que él integró sin dificultad en las predicaciones, dando particular importancia al tema de la Iglesia”. Su herencia espiritual consta en 200 homilías Prueba de esto son las cuatro cartas pastorales que publicó siendo Arzobispo de San Salvador y las cuales dedicó a la Iglesia: “Iglesia de la Pascua”, 10 abril 1977; “La Iglesia, Cuerpo de Cristo en la Historia”, 6 agosto 1977; “La Iglesia y las organizaciones populares”, 6 agosto 1978; “Misión de la Iglesia en la crisis del país”, 6 agosto 1979. Mártir preparaba sus mensajes con la Biblia en una mano y el periódico en la otra. María Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org “Mi voz desaparecerá pero mi palabra, que es Cristo, quedará en los corazones que lo hayan querido recoger”, (Homilía 17 de diciembre de 1978). Esa es una de las frases más recordadas de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, y es que fue verdaderamente profética. El Arzobispo de San Salvador dejó un legado de casi 200 homilías dominicales que han sido publicadas por la Arquidiócesis de San Salvador. La obra completa consta de ocho volúmenes y contiene tres ciclos litúrgicos. En su mensaje, hay temas en los que insistía, como la fe en Dios, el seguimiento de Jesús, el sentir con la Iglesia, los principios de la doctrina social de la Iglesia y los constantes llamados a la conversión. Romero y los pobres La preocupación de Monseñor Romero por los pobres y su generosidad fue bien co- nocida. Defendió al clero perseguido, a los pobres y veló por el respeto de los derechos humanos. Su amor por los pobres le servía para querer más a su país y lo comprendía como un camino también para los ricos, en la búsqueda del bien común y de la salvación eterna, como se afirma en la página oficial beatificacionromero.org. A pesar de esa preocupación por las personas de escasos recursos, Mons. Romero supo estar abierto a la gente de todas las condiciones sociales, tomando en cuenta que la pobreza no solo es económica, sino también de espíritu. “La pobreza es una espiritualidad, es una actitud del cristiano, es una disponibilidad del alma abierta a Dios. Por eso decía Puebla que los pobres son una esperanza en América Latina, porque son los más disponibles para recibir los dones de Dios. Por eso Cristo dice con tanta emoción: ¡Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios!”, (Homilía 17 de febrero de 1980). En el transcurso de su ministerio Arzobispal, Mons. Romero se convirtió en un protector de la dignidad de los seres humanos, sobre todo de los más desposeídos; esto lo llevó a emprender una actitud de denuncia contra la violencia. Desde el púlpito denunció las atrocidades perpetradas por militares en los años previos a la guerra civil (1980-1992). Monseñor Gregorio Rosa Chávez, actual arzobispo auxiliar y vicario general de la Arquidiócesis de San Salvador, recordó la forma en como Mons. Romero preparaba sus homilías: “Se podría resumir así: con la Biblia en una mano y el periódico en la otra. Una amplia y profunda reflexión sobre textos bíblicos, casi siempre muy personales, se unía al trabajo de equipo con un grupo de consejeros que semanalmente le ayudaban a comprender y a iluminar cristianamente la intrincada y vertiginosa historia de violencia que ensangrentaba San Salvador”, según se detalla en el artículo “Monseñor Oscar Romero, un predicador mártir”, publicado en Zenit.org en 2014. pretendió reducir al silencio”, dice Mons. Rosa Chávez. Y agrega que el resultado de este compromiso radical con el Evangelio y con la historia de su pueblo convirtió la homilía dominical de Monseñor Romero en un evento excepcional en la historia de la predicación contemporánea. “Su voz clara y vibrante resonaba en la catedral y al mismo tiempo alcanzaba, a través de la radio católica, a todo el país; la sintonía era tan alta que a veces parecía que se tratara de una “cadena nacional” de radio”. Apego a la Doctrina Social La Iglesia salvadoreña afirma que la muerte de Mons. Romero no tuvo una causa política, sino del odio a una fe que impulsada por la caridad, no callaba ante la injusticia que cobraba cientos de víctimas. “Las nociones de “bien común” o “destino universal de los bienes” resultaban demasiado atrevidas e incendiarias para algunos de sus contemporáneos, ya que la doctrina social de la Iglesia era “nueva” para esa época”, afirma beatificacionromero.org. Añade que “no fue un propagandista del comunismo o el marxismo, ni defensor de la violencia por parte de la guerrilla”: “Así se explica que haya sobre todo jóvenes que crean que no es con el amor de las Bienaventuranzas que se va a ser un mundo mejor, sino que optan por la violencia, por la guerrilla, por la revolución. La Iglesia jamás hará suyo ese camino, que quede bien claro una vez más, que la Iglesia no opta por esos caminos de violencia”, (Homilía 29 de enero de 1978). En sus cartas pastorales y homilías, Mons. Romero revelaba familiaridad con los documentos del Concilio Vaticano II, Medellín y Puebla; y con las enseñanzas del Magisterio sobre la doctrina social de la Iglesia. Tenía su propio fichero para la predicación (cerca de 5000 fichas) y la mayoría eran citas del Magisterio. Su orgullo era estar unido al Papa. No compartía la Teología de la Liberación y enfatizaba en que la “Voz de quien no tiene voz” “Las homilías de Monseñor Romero tienen un fondo profundamente cristológico y eclesiológico”, asevera Mons. Gregorio Rosa. “Pero quizá la característica más nueva de la predicación de Monseñor Romero es su constante atención a la dolorosa problemática del país en uno de los momentos más oscuros de su historia. De aquí nace justamente el apelativo de ‘voz de quien no tiene voz’”, añade. “Este es el pensamiento fundamental de mi predicación: nada me importa tanto como la vida humana. Es algo tan serio y tan profundo, más Sostenido en la oración Mons. Romero encontró la fortaleza espiritual que necesitaba para seguir con su ministerio en la oración. El sacerdote salvadoreño Simeón Reyes, destaca esa faceta en el artículo “Mons. Romero: hombre de Dios y Mártir”, publicado en beatificacionromero.org: que la violación de cualquier otro derecho humano, porque es vida de los hijos de Dios y porque esa sangre no hace sino negar el amor, despertar nuevos odios, hacer imposible la reconciliación y la paz. ¡Lo que más se necesita hoy aquí es un alto a la represión!”, (Homilía 16-03-1980). Para Monseñor Romero, la homilía es “el sermón sencillo del pastor que celebra la Palabra de Dios para decirle a los que la están reflexionando: que esa Palabra de Dios no es una palabra abstracta, etérea, sino que es una palabra que se encarna en la realidad en que vive esa asamblea que está meditando” (Homilía del 16 de abril de 1978). El predicador es un profeta: “Profeta quiere decir el que habla en nombre de otro... Nuestro cuidado está en ser fiel eco a esa voz de Cristo, el único que debe hablar al pueblo y a la conciencia” (Homilía del 14 de enero de 1979). Explica su forma de predicar incluso a Pablo VI, que lo acoge con benevolencia en audiencia privada, recuerda Monseñor Gregorio Rosa Chávez: “Yo le repetí que era precisamente la manera como yo trataba de predicar, anunciando el amor, llamando a la conversión. Le dije que muchas veces habíamos repetido su mensaje del día de la paz: “No a la violencia, sí a la paz”. Le expresé mi adhesión inquebrantable al magisterio de la Iglesia. Y que en mis denuncias a la situación violenta del país, siempre llamaba a la conversión”, (Diario de Mons. Romero, 21 de junio de 1978, 51). “Esta fue la voz que la bala asesina que atravesó su corazón el 24 de marzo de 1980 “El arzobispo tenía conciencia de que su voz se escuchaba en todo el país y más allá. De ahí que sintiese la necesidad de anclar toda su vida en la oración. De este modo respondía a un periodista que le preguntaba de dónde sacaba su inspiración para su trabajo y su predicación: ‘Si no fuera por mi vida de oración a través de la cual trato de mantener mi unión con Dios, yo no sería más que lo que dice San Pablo: una lata que suena’”. De acuerdo con Reyes, Mons. Romero realizó el ministerio de la Palabra con gran entrega. “Su homilía dominical desde catedral era muy escuchada: “Unos la aceptan y son felices, otros la rechazan y se obstinan en su maldad”, decía sobre la diferente acogida que encontraba su predicación. Las homilías tenían la peculiaridad de unir íntimamente el comentario bíblico y la historia humana, la interpretación escriturística y la actualidad de su país”, destaca. Según el sacerdote, las palabras de Mons. Romero tocaban el corazón de 11 los salvadoreños y eran comprendidas por todos. “Es la palabra como el rayo del sol que viene desde las alturas e ilumina, ¿qué culpa tiene el sol de encontrar su luz purísima charcos, estiércol, basura en esta tierra? Tiene que iluminarlo, si no, no sería sol, no sería luz, no descubriría lo feo, lo horrible que existe en la tierra”, (Homilía del 4 de diciembre de 1977). Reyes afirma que la predicación del beato llamaba continuamente a la conversión como el único camino que conduce a la reconciliación. Además, trataba de prevenir la violencia apelando a los valores de la conciencia, a los mandamientos de Dios, a la obligación de obedecer a Dios antes que a los hombres. “Leyendo las notas que escribía en su Cuaderno de Ejercicios Espirituales, encontramos que, pocos días antes de su martirio, Mons. Romero dijo con extraordinaria clarividencia: “Mi disposición debe ser dar mi vida por Dios. Cualquiera que sea el fin de mi vida, las circunstancias desconocidas se vivirán con la gracia de Dios. Él asistió a los mártires y, si es necesario, lo sentiré muy cerca al entregarle mi último suspiro. Pero lo más valioso del momento de morir es entregarle toda la vida y vivir para Él”. El arzobispo salvadoreño sabía que podía morir en cualquier momento, preveía su muerte como algo muy probable e inminente”, concluye Reyes. 12 Romero: Pastor y mártir nuestro Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico La carta de Romero a Monseñor Sanabria Pbro. Miguel Picado G. En el Archivo Histórico de la Curia Metropolitana encontramos una carta dirigida a Víctor Sanabria Martínez para felicitarlo por haber sido nombrado Obispo de Alajuela. La firman los estudiantes centroamericanos del Pío Latino, que no es una universidad, sino una residencia que acoge a quienes, provenientes de Latinoamérica, realizan estudios eclesiales en Roma. La fecha es el 8 de mayo de 1938. La reproducimos íntegra y luego procuramos aclarar algunos detalles. Pont. Colleggio P.L. Americano Roma - Via de GIOACCHINO BELLI, 3 Roma, V-8-938 Excmo. Mons. Dr. Víctor Sanabria Obispo de Alajuela Excmo. Sr: La colonia centro-americana piolatina siente el deber – placentero deber- de dirigirse a uno de sus antiguos alumnos que la han precedido con be- llos ejemplos de ciencia y de virtud en los momentos fervientes de su exaltación a la dignidad episcopal. Para los que aún batallamos ceñidos con el cinturón azul – regalo de nuestra Madre Inmaculada- hijos de esas tierras centro-americanos, es un nuevo aliento para seguir adelante el ver exaltado a uno de sus más aventajados antecesores. Nuestras oraciones sean el mejor obsequio nuestro: esas oraciones que, férvidas como la lámpara que arde día y noche delante del Prisionero del Amor, hemos elevado al Dador de todo bien para que V. Excelencia tenga un apostolado largo y fecundo y para que en la viña que el Señor le ha encomendado a su cuidado se cumpla el lema del apóstol: “Instaurare omnia in Christo” – y antes de terminar pedimos a V.E. un momento especial por esta colonia para que cada día crezca no solo en número, sino también y sobre todo en una grande vida interior. Excelencia: bendíganos - Excmo. Señor: Ad multos et felices annos! Aftmos. Hijos en Cristo Jesús, q.b.s.C.A. José Abdon Arce, (?) Pbro. Carlos J. Alfaro O. Mauro Yaniz (?) gmora@ecocatolico.org Los Diez Mandamientos, Ben Hur, La Biblia… son quizás algunas de las películas que la gente recuerda y espera en Semana Santa. Pero, hay una que nos acerca a la realidad centroamericana y nos pone de cara al nuevo beato de la Iglesia: Romero. Película que también, aunque la repiten menos, se transmite en ese tiempo. Alberto Lina Justo en 1989 el reconocido actor Raúl Julia, ya fallecido, inmortalizó en la pantalla la figura de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en un trabajo cinematográfico que describe los tres años que vivió como arzobispo. Hay algunas firmas ilegibles y de lectura imprecisa. Destacamos la del padre Carlos J. Alfaro, formador de juventudes en la Juventud Universitaria Católica, mientras fue también párroco de San Pedro de Montes de Oca y profesor de teología en el Seminario Central. Desde luego resalta la firma de Oscar A. Romero, a quien la piedad del pueblo latinoamericano ya elevó a los altares, adelantándose a la beatificación dispuesta por el Papa Francisco. Julia fue un reconocido actor puertorriqueño que de- 13 Sacerdote asesinado inspiró al nuevo beato No se entiende a Romero sin Rutilio “El día 12 de marzo de 1977 la Iglesia Católica en El Salvador debió aportar otro mártir a su ya muy dotado calendario universal de gentes que con su sangre han dado perfecto testimonio de su fe, de su deber sacerdotal y pastoral”. Oscar A. Romero Se observan imágenes duras en la cinta, hay violencia que da cuenta de una guerra que causó la muerte a más de 75 mil salvadoreños y se puede revivir en ella cómo va cambiando la vida de Monseñor Romero, quien discierne un periodo de persecución contra la Iglesia y una etapa de represión en el pueblo. Romero: Pastor y mártir nuestro gmora@ecocatolico.org De este modo el Eco Católico informó en su edición del 27 de marzo de 1977 sobre el asesinato del Padre Rutilio Grande García, párroco de Aguilares en El Salvador y bajo una información titulada “Asesinan sacerdote por promover campesinos”. En la publicación se informa que el Arzobispo recién nombrado, Monseñor Óscar Arnulfo Romero, exigió al gobierno una investigación exhaustiva… No sabemos que los dos más grandes obispos de Centroamérica se hayan encontrado personalmente ni intercambiado correspondencia. Los separaba la edad, pero unió el amor apasionado por el Reino, la intensa vida de oración, la capacidad de luchar por los pobres. Uno murió mártir mientras celebraba la Eucaris- tía, otro víctima de los sinsabores que le ocasionó su compromiso con la reforma social (principalmente el Código de Trabajo y las Garantías Sociales de 1943), la guerra civil de 1948 y su excesivo afán de trabajo. El cine también lo inmortalizó Gerardo Mora Pana Domingo 24 de mayo 2015 Gerardo Mora Pana R. Arellano (?) Hay dos frases en latín. La primera es tomada de Efesios 1,10: “Instaurar todas las cosas en Cristo”. (Ver también Hechos 3,21). La segunda significa, como se traduce fácilmente “Por muchos y felices años”. q.b.s.C.A es difícil de comprender. Q.b.s.m. es una fórmula de cortesía: “Que besa sus manos”, pero en la carta falta la “m” y C.A. no sabemos qué significa. Si alguien nos puede ayudar, lo agradeceremos. Eco Católico ¿Quién fue el Padre Rutilio? Al momento de su muerte el Padre Grande tenía 49 años de edad. Conducía su automóvil volkswagen Safari blanco, junto a Manuel Solórzano, de 70 años, y Nelson Rutilio Lemus, de 16. A todos los mataron. sarrolló la mayor parte de su carrera en Estados Unidos, entre sus películas destacaron: El Beso de la Mujer Araña, donde fue nominado a un Globo de Oro, aunque la película de La Familia Adams, donde desarrolló el papel de Homero le generó gran popularidad. Muchos críticos de cine alaban su actuación personificando al Arzobispo de San Salvador. Quizá en ese entonces, no se tenía tan claro como ahora que “es imposible comprender a Romero sin comprender a Rutilio Grande”, según palabras de Vincenzo Paglia, el arzobispo italiano que postuló la causa de canonización de Monseñor Romero. Esto lo dijo el 4 de febrero en El Vaticano, cuando anunciaba que ya se había abierto el proceso de beatificación del Padre Grande. Raúl Julia interpretó a Monseñor Romero. El trabajo del sacerdote se caracterizó por defender a los más desposeídos y denunciar atropellos cometidos por las autoridades. Fue creador de Monseñor Romero y el Padre Grande, marcados por la amistad en Cristo y el martirio. las Comunidades Eclesiales de Base, lo cual originó críticas que lo tildaban de comunista. Carlos Ramírez, salvadoreño que reside en nuestro país desde 1980, participó de esas comunidades y confirmó la “realidad de persecución” que vivía la Iglesia, especialmente “a nivel campesino”. El Padre Rutilio nació en Barrio el Centro del Municipio de El Paisnal, el 5 de Julio de 1928. Salvador Grande, su padre, fue un hombre económica y políticamente importante en el lugar. Su madre, Cristina García, murió cuando él tenía cuatro años. Rutilio pasó al cuidado de su abuela, “una mujer religiosa”, según decía. Fue el 24 de setiembre de 1972 cuando se convirtió en párroco de Aguilares en la que había pasado su niñez y juventud. Era jesuita. Fue llamado a la vocación en tiempos en que era Arzobispo Luis Chávez y González, a quien precisamente sucede Monseñor Romero. Fue formador en el seminario de San José de la Montaña de San Salvador. En 1967 comenzó su amistad con el nuevo beato. Profetas y elegidos El Arzobispo Vincenzo Paglia, visitó el municipio de El Paisnal, donde descansan los restos del sacerdote. Allí ofició una misa, en la plaza central del lugar, como parte del 38 aniversario de su partida. “Dice el libro del Deuteronomio que Dios manda a sus profetas para que vivan entre los hombres. Romero y Rutilio fueron los elegidos para El Salvador. Y ahora, que están en proceso de beatificación, son profetas para todo el mundo”, manifestó en su homilía. Comentó que tras visitar el lugar donde lo asesinaron “sentí una conmoción en mi corazón... El Papa Francisco quiere coronar el cristianismo de hoy con el ejemplo de santos como Rutilio y Romero”. Al aprobarse la beatificación de Mons. Romero comentó que se abrió “una enorme autopista” para la causa de Grande. Ese día el concejo municipal de El Paisnal reconoció al sacerdote fallecido como “hijo meritísimo” de la localidad. “Rutilio Grande puede ser considerado el primer alfabetizador de nuestra comunidad, también ayudó a los campesinos a mejorar los procesos de sus cultivos (…), yo, que nací aquí, fui uno de los beneficiados de su apostolado”, comentó el alcalde Héctor Lara. Una página destacó el Eco Católico el 27 de marzo de 1977 sobre la muerte del Padre Grande. En ediciones posteriores siguió informando al respecto. Inspiración La muerte del Padre Grande fue sin duda un golpe para El Salvador, pero al mismo tiempo, inspiró lo que seguiría en el camino de Monseñor Romero. Al domingo siguiente, el Arzobispo suspendió todas las misas en la Arquidiócesis, lo que no gustó en el gobierno que incluso impidió el traslado de sacerdotes que venían de zonas lejanas. “Tras la muerte del Padre Grande, hubo un discernimiento en la vida de Monseñor Romero y tiene una visión más clara de las persecuciones que estaban viviendo los sacerdotes”, comenta el Padre Gonzalo Enrique Ortega, de la Arquidiócesis de El Salvador, en conversación reciente con este medio. “Considero que el Señor le concede una fuerza muy grande a Monseñor para condenar estas muertes que se estaban dando contra sacerdotes, contra catequistas, contra la gente solo por tener una Biblia en mano”, explicó. Cabe decir que la investigación de la muerte del Padre Grande no se lleva a cabo, lo que terminó de encender en Monseñor Romero ese espíritu que clamó por un estado de paz, por un fin de la violencia. En la homilía del funeral del Padre Grande, Monseñor Romero ratificó que lo consideraba como un hermano y que estuvo en momentos importantes de su vida. “El amor verdadero es el que trae a Rutilio Grande en su muerte, con dos campesinos de la mano. Así ama la Iglesia; muere con ellos y con ellos se presenta a la trascendencia del cielo. Los ama, y es significativo que mientras el Padre Grande caminaba para su pueblo, a llevar el mensaje de la misa y de la salvación, allí fue donde cayó acribillado. Un sacerdote con sus campesinos, camino a su pueblo para identificarse con ellos, para vivir con ellos, no una inspiración revolucionaria, sino una inspiración de amor y precisamente porque es amor lo que nos inspira”, expresó. 14 Romero: Pastor y mártir nuestro Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Eco Católico Domingo 24 de mayo 2015 Romero: Pastor y mártir nuestro 15 Cardenal Rodríguez Maradiaga América Latina agradecida por Editorial beatificación Romero, el profetismo cristiano y nosotros El cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, destacó el gran ejemplo de la vida de Monseñor Oscar Arnulfo Romero y pide que su lucha por la paz y la igualdad no den marcha atrás, siempre con la mira al frente de ayudar a los pobres. CIUDAD DEL VATICANO - “Nosotros en América Latina estamos muy agradecidos por la beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero: son luces en el firmamento de la Iglesia, que ciertamente nos guían para seguir unidos y conservar a los pobres en el centro de nuestros corazones”, afirmó. El cardenal, presidente saliente de Caritas Internationalis habló durante la presentación de la asamblea general de la confederación caritativa católica, que abrió en Roma con la misa del Papa Francisco. “La asamblea de Caritas Internationalis se reúne cada cuatro años para definir los planes y reforzar los vínculos de la federación, que reúne a más de 160 organizaciones en el mundo, debemos responder a la invitación del Papa Francisco de crear una Iglesia pobre y para los pobres”, agregó.. “El año 2015 es un año muy importante para el mundo. Esperamos con esperanza la próxima encíclica del Papa Francisco sobre los aspectos éticos de la ecología, está la importante cumbre de París sobre todo lo que concierne al cambio climático, esperamos también el relanzamiento de los objetivos del milenio”, observó el cardenal. Monseñor Rodríguez, recordó a Monseñor Romero, a quien con frecuencia alaba y al que se refiere como “gran defensor de la justicia, reparto de la riqueza, y no robar la posibili- dades a los pueblos de desarrollarse plenamente. “Hay gente no sólo lejos, también cerca que tienen hambre de pan y que tienen dificultades reales para llegar al fin de mes y necesitan nuestro apoyo económico para poder vivir con dignidad, eso lo comprendió y exigió Monseñor Romero. “Fue un modelo, hoy trabajamos buscando como él, una vida de trabajo comunitario, el hambre presentan desafíos éticos, espirituales y políticos que se entrelazan temas de justicia ecológica y social” agregó el cardenal hondureño. Galardón Oscar Romero El cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, fue honrado con el galardón “Arzobispo Oscar Romero, premio de Derecho Humanos de la Universidad de Dayton en Ohio, Estados Unidos, por su labor humanitaria. “Recuerdo la historia de los panes y los peces, que parecían insuficientes para alimentar a la multitud que se reunió para escuchar a Jesús, Sin embargo, se volvió a sus discípulos y les dijo: “Ustedes, denles de comer”. “Para mi, esa frase, tiene una fuerza impresionante, dijo el cardenal… Jesús nos muestra que él es sensible a las necesidades de las personas que vienen a encontrarse con él, esa fue la vida de Oscar Romero, no podía permanecer insensible ante las necesidades de su pueblo”. Monseñor Rodríguez dijo que sentirse especialmente honrado al recibir el premio en el año de la beatificación de Monseñor Romero. “El arzobispo salvadoreño fue martirizado hace 35 años, mientras oficiaba misa…asesinado por su defensa de los derechos humanos de los pobres y marginados. Paradoja de la abundancia Campañas en contra La lucha de Monseñor Romero despertó críticas de diferentes frentes y hubo campañas para denigrarlo, así como intentos de que se sumara la Iglesia Católica de Honduras, para revivir una guerra fronteriza que dejó mucho dolor. “El anuncio del Papa Francisco de querer “una iglesia pobre y para los pobres” evocó casi las mismas palabras que empleaba hace más de tres décadas Monseñor Romero”, dijo el cardenal. Monseñor Rodríguez se refirió a lo que el Papa Francisco llama la “paradoja de la abundancia”, tan usada por Monseñor Romero: “hay suficiente comida en el mundo para alimentarnos a todos, sin embargo, para una tercera parte de la humanidad no están disponibles debido a cosas como el despilfarro”. “El Papa Francisco así lo reconoció cuando en agosto pasado decidió que no hay más impedimentos para la beatificación de un sacerdote que luchó por la justicia social en América Latina. Admirador de las acciones de Monseñor Romero, coincidió con sus esfuerzos: “Necesitamos acciones, no sólo argumentos piadosos, necesitamos líderes mundiales, así como personas sensibles que hagamos lo que hizo Jesús. Muchos de nosotros podríamos compartir más y vivir con menos, cada uno de nosotros tiene que encontrar su propio pan y su propio pescado y creer que cuando se comparten, el Señor los multiplica. En una entrevista publicada por el diario El Heraldo de Tegucigalpa, el cardenal Rodríguez, dijo que hay que tener cuidado de que “el logro de la igualdad en El Salvador, no caiga en manos de unos poco ladrones que se apropian del Estado y empobrecen el país”. Tener cuidado Esta advertencia hecha por un cardenal con conocimientos de causa, impactó a quienes cobijados por el socialismo del Siglo XXI, siguen conductas corruptas. P rofeta es aquel que habla por otro, que pone voz a su silencio para anunciar y para denunciar. Proclama la vida y la esperanza y asume como propio el deber de transformar todo aquello que se opone a los valores del Reino de Dios, la dignidad humana, la justicia y el bien. Se trata de una dimensión muchas veces relegada, apartada y mal comprendida, incluso al interior de la propia Iglesia. Las implicaciones que tiene conducen a una vivencia profunda y auténtica del Evangelio, con todas las consecuencias que ello supone. No por nada, los verdaderos profetas terminan siendo siempre mártires de la fe. El Antiguo Testamento está lleno de ellos. Sirven a Dios para proclamar sus promesas entre los hombres, pero también para señalar con fuerza las debilidades y los pecados. La figura por excelencia es el Bautista, que preconiza la llegada del Señor al costo de su propia vida. A lo largo de la historia, los conocemos, un enorme número de creyentes han asumido con valor aquella condición dada por el bautismo y han hecho de su vida y de su muerte un testimonio fecundo para la evangelización. A una pequeña parte se les ha concedido el reconocimiento oficial y hoy son santos y santas, mártires o beatos a quienes con razón los cristianos imploramos su intercesión ante el Padre, en cuya presencia habitan, pero están también aquellos, anónimos y desconocidos, que igualmente insertos plenamente en la Vida Eterna fueron entre los hombres auténticos testigos de Cristo. Este sábado asistimos como Iglesia a la proclamación de un nuevo beato, el arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, asesinado por odio a la fe en el contexto de la guerra civil de su país. Romero unió su sangre a la de miles de salvadoreños y centroamericanos que en la década de los años 70 y 80 murieron exigiendo justicia y paz para nuestros pueblos. Época convulsa la que les correspondió vivir, marcada por el odio y la violencia, la injusticia y la Su beatificación es un signo de Dios para nuestros pueblos y un aliciente a no desfallecer en la promoción de la paz y el desarrollo con justicia social. intolerancia. Años oscuros de dictaduras, militares y desaparecidos… de una fe recluida y arrinconada, de miedos y complicidades en los que se escuchó la voz de los desamparados, de los olvidados… de los asesinados y los torturados, de los pobres y marginados, la voz de Monseñor Romero. El nuevo mártir que hoy reconoce la Iglesia, ha quedado demostrado, tuvo como su única motivación las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia, que llevadas a su radicalidad práctica, fueron insoportablemente incómodas para quienes detentaban el poder político, militar e ideológico de la época. Asesinado de un tiro al corazón mientras hacía presente a Cristo en la Eucaristía, Romero sin embargo no terminaría ahí su calvario. Fueron necesarios 35 años para que se hiciera justicia a su nombre y a su lucha evangélica. Al calor de la guerra y la mala política, muchas mentiras, muchas calumnias y falsedades se levantaron en su contra… pero la verdad prevaleció en el alma del pueblo, en cuyo seno permaneció siempre intacta la voz del pastor. El Papa Francisco, conocedor de primera mano de la realidad centroamericana de aquellos años, no dudó en desbloquear el proceso y darle curso al Espíritu Santo para que siga actuando a través del arzobispo asesinado. Su beatificación es un signo de Dios para nuestros pueblos y un aliciente a no desfallecer en la promoción de la paz y el desarrollo con justicia social. Oscar Romero es el ejemplo de un cristiano que experimenta la conversión, que no puede pasar de lejos ni ser indiferente ante el dolor y la miseria de los hermanos, de frente a la violencia de la que son víctimas y decide asumir como propio su sufrimiento. Con vehemencia y valor, denuncia las atrocidades cometidas en contra del pueblo, las manipulaciones y los intereses de los que fue objeto. Acompaña a las viudas y los huérfanos, alienta a los que sueñan un futuro diferente y asume el precio de decidir hacer vida la fe, dejando atrás las palabras bonitas pero vacías, los discursos acomodados y las complicidades interesadas. Su testimonio tiene que sacudir la conciencia de cada bautizado. Porque la santidad no es un privilegio exclusivo de unos pocos, es la vocación de todos los creyentes en Jesucristo, que como la sal o la levadura, estamos llamados a cambiar el mundo desde adentro. Desde luego que la vida y el martirio de Monseñor Romero son un camino luminoso especialmente para los pastores consagrados, cuya vida configurada con Cristo, no puede abandonar el profetismo que privilegia la denuncia y la crítica de aquello que la conciencia y el deber señalan como de justicia y verdad. Que la sangre derramada por Monseñor Romero sea semilla fecunda de nuevos y auténticos cristianos en Centroamérica y el mundo. De personas del cielo con los pies en el suelo, de creyentes convencidos de su misión en medio del mundo, que asumen con libertad y valor las consecuencias de ser seguidores de Jesús. Hoy las luchas toman otros rasgos, involucran a otros actores y se libran en terrenos simbólicos y culturales, sin obviar que persisten entre nosotros los perseguidos y los asesinados por cuestiones políticas e ideológicas, la miseria y el hambre producto de la injusticia social y la violencia sistemática en contra de quien se atreve a ser o a pensar diferente. En todos estos ámbitos la dignidad humana se constriñe y denigra, la sangre derramada y la paz arrebatada siguen hoy reclamando al cielo justicia y voces, que como la de Romero, estén dispuestas a ofrendar la propia vida si fuera necesario, para que resplandezca la Verdad. 16 Romero: Pastor y mártir nuestro Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Un viaje para conocer al pastor, al mártir y al hermano Carlos Gerardo Salazar Borrás Seminarista Arquidiocesano “La vocación sacerdotal define el ideal más sublime Consagrado a Cristo, el sacerdote no se pertenece, es de Cristo. Injertado en ese tronco inmortal, está seguro que su vida no es estéril, que sus años, largos o cortos, no se pierden en el vacío” (Chaparrastique 153 pág. 4). Una vida marcada… Estas palabras no han podido salir de un corazón cualquiera, son expresión en definitiva, de un corazón sacerdotal, un corazón en donde el único que tiene cabida es Cristo Buen Pastor, que suscita una única exaltación: “Sentir con la Iglesia”. Me encuentro actualmente en el cuarto año de mi formación sacerdotal. En esta etapa, un poco crítica por los cambios tan rápidos y los alcances de lo que se va forjando en el corazón, muchas veces podría encontrar más de una distracción que haga que se pierda el objetivo, el amor primero que me llamó para vivir este encuentro amoroso consigo, con su Iglesia, no para idealizar su llamada, sino para hacerla patente, como lo hizo el mismo Cristo y como lo hizo nuestro amigo, Pastor y Profeta, Romero de los pobres, Romero de las Bienaventuranzas. Le conocí, y me fue imposible olvidarlo, le conocí y no pudo serme indiferente, contemplé la esperanza que reside en el corazón del “pulgarcito de América”, lo palpé en mis propias manos. te: “yo no sé qué harían esos santazos, San Ambrosio y San Carlos Borromeo que aún hoy se notan como si viviesen (…) ¡Cuándo tendremos un santazo de esos parra (sic) cada nación de América! De ustedes tiene que salir, están en el horno, métanse y llénense de fuego”. Tenía que ir… Y viajé, tuve esta gracia de la Providencia del 17 al 24 de enero del presente, para regresar justo a dos meses de su aniversario y, aunque sólo una vez, el domingo, pude visitarle en la cripta de Catedral, me acompañó junto con mi hermano seminarista desde el kilómetro cero hasta San Miguel, desde la Basílica hasta la Iglesia el Rosario, desde el clamor hasta el estupor. El domingo también, como para su Hijo Unigénito, hubo también para mí, resurrección. Fui cansado, incluso con dudas en mi corazón sobre el llamado que el Señor me había hecho. Espiritualmente me encontraba confundido, débil. Sin pensarlo y premeditarlo, la semana en la que estuve en esta tierra, la liturgia de la Palabra no cesó de repetir esbozos sobre la vocación. Dicen por allí que “al buen entendedor, pocas palabras”. Sin embargo, creo que hubo más que palabras, hubo una Palabra, que así como se encarnó para regalarnos su amor y su salvación, se encarnó en el corazón de Pastor de Romero, en el que me sentí conducido, animado, amado una vez más. Me dejé permear por una realidad que lucha, que busca, que se deja consolar pero que, al mismo tiempo, no permanece estática. La esperanza cristiana que contemplé, fue una esperanza labrada, “rumiada”, asumida. La semilla que el Redentor plantó con su sacerdote, no quedó en vano. Romero me llevó una vez más, a Cristo No reparaba un solo día en visitar un templo, para encontrarme durante mi experien- La libertad humana, don y trabajo Hoy estoy convencido, después de haber tenido este encuentro, que la Verdad, nos hace libres. Yo, soy ahora consciente con mayor fuerza, que su ejemplo transforma, anima, renueva, y que, como la samaritana, el Señor me ha pedido el cántaro de mi pobreza, de mi limitación y de mis defectos para poder asimismo servirme el agua viva. La esperanza cristiana que contemplé, fue una esperanza labrada, “rumiada”, asumida. La semilla que el Redentor plantó con su sacerdote, no quedó en vano. cia contigo, Señor, y es que, no hubo otra vía para que el Pastor que le regalaste a este pueblo hermano, pudiera comprender cómo y porqué su sufrimiento no era un juego: cómo las lágrimas de cada vez más madres que lloraban como fuentes sin término a sus hijos desaparecidos, cómo su bautismo reclamaba una justicia pronta y cumplida, cómo esa sangre que ya había sido redimida en la Cruz del Mesías, una vez más se hacía presente en esta pequeña porción de cielo. Estar frente a él… Me devuelvo al domingo, al domingo 18 en donde el as- pecto vocacional abundó como susurro nuevo en la Iglesia, en la liturgia, en mi propia vida. Un par de lágrimas que no pensaba que cayeran, brotaron espontáneamente y quedaron a sus pies, que tanto caminaron para comprender que como el Maestro, “El Pastor tiene que estar donde está el sufrimiento” (Homilía 30-10-1977). Es imposible apartar a este Pastor del dolor de su gente, y cuánto mérito, porque como humanos que somos, cuán fácil hubiera sido para mí en su lugar el “zafarse”, encerrarme en mi propio miedo. La santidad se contagia, porque siendo seminarista en Roma, atendió el 24 de julio de 1939 en la ermita del Sagrado Corazón a Monseñor Cameras lo siguien- Quisiera, de manera especial, terminar este momento para asumir un extracto de la homilía del Pastor: “¿Por qué quiero ser Sacerdote? Para correr el riesgo que muchos jóvenes no saben ver. Porque quiero ser en el pueblo de Dios signo de unidad y proclamar la Buena Nueva a los necesitados, porque de esta forma hago presente a Cristo y su Evangelio en el mundo de una manera más completa y más entregada”. (Homilía 3 de junio de 1979). Este “chelito”, como me llamaste al estar en tu casa, en tu tierra, en tus calles, se llena de gratitud por haberme recibido. Mejor aún, que, como el mandato evangélico, nos permita llevarle para que le conozca toda criatura, porque como Monseñor: “Mi disposición debe ser dar mi vida por Dios, cualquiera que sea el fin de mi vida”. (Último retiro de ejercicios espirituales, febrero 1980). Eco Católico Opinión Domingo 24 de mayo 2015 Para ser democráticos Pbro. Alberto Casals Una verdadera democracia ha de tener como centro a la persona humana y sus derechos, y promover valores específicamente democráticos. Entre ellos aparece, como muy importante, la preservación de la propiedad privada y su función social. La democracia no es incompatible con la referencia a una moral objetiva, anterior y superior a las instituciones democráticas de la sociedad y de la convivencia. Hay como un común denominador de toda la humanidad que debe estar presente y ser muy bien respetado en la vida democrática. Las instituciones y los procedimientos democráticos no son la última referencia moral de los ciudadanos, el principio rector de la conciencia personal, la fuente del bien y del mal, como si suplantaran a Dios y a la persona humana. Ver las cosas así conduciría a una mentalidad relativista de la vida y escondería un peligroso germen de autoritarismo. Viviríamos al vaivén de las sucesivas asambleas legislativas. Ya tenemos unos detestables precedentes de democracia deteriorada en el nazismo, originado democráticamente en una sociedad del siglo pasado, y también en la experiencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que, descaradamente, se atrevía a llamarse democracia. Parece que no aprendemos de la historia -ni siquiera de la reciente- y ahora en nuestro continente estamos enrumbados democráticamente hacia rutas de autoritarismos anacrónicos, poco democráticos y peligrosos para la libertad de las personas y las asociaciones intermedias, como observamos en Venezuela. El bien y el mal no pueden quedar determinados por decisiones de unas pocas personas, ni tampoco por decisiones de asambleas legislativas o intereses de grupos ideológicos mientras ejercen el poder real, político y económico. Esto es contrario a la verdadera democracia, aunque pudiera tener su origen en corrientes internacionales. La razón natural, esa conciencia presente en la intimidad de toda persona, ve las cosas de otra manera. La democracia no pretende ser un sistema completo de vida. Antes de los procedimientos democráticos, y sus normas, está el valor ético y natural de la persona humana. Para lograr establecer una verdadera democracia, es necesario buscar honestamente la verdad sobre el hombre y la recta formación de su conciencia de acuerdo con esa verdad, lo que llamamos en Costa Rica educación integral. Esa fue la enseñanza continua de Juan Pablo II, quien no cesó de recordar la dignidad de toda persona, sin discriminaciones de raza, lengua, religión, cultura, nivel económico. Es sumamente peligroso para la buena salud de una democracia la actitud de quienes no reconocen los criterios morales ni se someten a ningún código objetivo. Entre los ingredientes fundamentales de la verdadera democracia, está el respeto a la libertad religiosa, que es parte primordial del bien común y de los derechos de los ciudadanos de un país y que el Estado y las diversas instituciones políticas tienen que respetar y acoger. Un Estado laico, verdaderamente democrático, es aquel que valora positivamente la libertad religiosa. Forma parte del bienestar de los ciudadanos el que puedan profesar y practicar la religión que les parezca en conciencia más conveniente. Cuando un Estado se opone a la vida religiosa o pretende reducirla a la vida privada, ya no se conduce como un Estado laico, respetuoso de sus ciudadanos, sino que se comporta como un Estado autoritario, con un germen talvez aparentemente democrático, pero falso. El menosprecio y la intolerancia en relación con la presencia de la religión, como observamos ahora en algunos países europeos deben ser denunciados como una actitud poco democrática y poco tolerante. La sana laicidad democrática conlleva que el Estado reconozca a la religión “como presencia comunitaria pública”. 17 En diálogo Monseñor José Rafael Quirós Arzobispo de San José Comunicación y familia Hemos celebrado la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales teniendo como referencia a la familia como “el primer lugar donde aprendemos a comunicar”. Es muy lógica esta propuesta del Papa Francisco considerando la cercanía del Sínodo sobre la Familia a celebrarse en octubre. En este contexto, la familia domina la reflexión eclesial. No es la primera vez que dicha Jornada pone a la familia como eje. Ya el Papa Pablo VI, desde la III Jornada en el año 1969, propuso el tema: “Comunicaciones sociales y familia”. En aquella ocasión se invitaba a una reflexión positiva y fecunda sobre la expansión creciente de la prensa, de la radio, del cine y de la televisión y su influencia en el seno de las familias. En 1994, bajo el lema “Televisión y familia: criterios para saber mirar”, el Papa Juan Pablo II nos presentó lo que, en aquel momento, era objeto de su particular preocupación. Al respecto el Papa señalaba que, si bien la televisión conseguía enriquecer la vida familiar, igualmente podía perjudicarla: “al difundir valores y modelos de comportamiento falseados y degradantes, al emitir pornografía e imágenes de violencia brutal al inculcar el relativismo moral y el escepticismo religioso; al dar a conocer relaciones deformadas, informes manipulados de acontecimientos y cuestiones actuales; al transmitir publicidad que explota y reclama los bajos instintos y exalta una visión falseada de la vida que obstaculiza la realización del mutuo respeto, de la justicia y de la paz.” Estos temas, ciertamente, siguen vigentes… Los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías siguen siendo motivo de interés para la Iglesia. En un encuentro con el Pontificio Consejo de las Comunicaciones en el 2013, el Papa planteaba que “en la actual era de la globalización, estamos asistiendo a un aumento de la desorientación, de la soledad; la dificultad para trabar relaciones profundas” y por eso, “también en el contexto de la comunicación es necesario que la Iglesia consiga llevar calor, que enardezca los corazones”. Aunque estos elementos son un preámbulo al tema expuesto para la actual Jornada, en esta ocasión, el énfasis se ha puesto en la familia como núcleo privilegiado para crecer en la verdadera comunicación: “No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva”. En tiempos en que los antivalores son promovidos desde diversos espacios, las familias cristianas están llamadas a fortalecer una comunicación efectiva que de seguridad y fortaleza a todos sus miembros en la transmisión de los valores morales y espirituales que la definen. No desfallecemos en proponer la riqueza humana de la familia que toma el camino del diálogo, como respuesta a las barreras que hoy se interponen en la construcción auténtica de la persona humana, en su legítima dignidad. 18 Opinión Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Eco Católico La familia: tres palabras Catequesis en audiencia general, miércoles 13 de mayo, 2015 Veamos: la primera, es “¿permiso?” Cuando nos preocupamos por pedir gentilmente también aquello que quizás pensamos que podemos pretender, nosotros ponemos una verdadera protección para el espíritu de la convivencia matrimonial y familiar. Entrar en la vida del otro, incluso cuando es parte de nuestra vida, necesita la delicadeza de una actitud no invasiva, que renueva la confianza y el respeto. La confianza, en fin, no autoriza a dar todo por cierto. Y el amor, mientras es más íntimo y profundo, tanto más exige el respeto de la libertad y la capacidad de esperar que el otro abra la puerta de su corazón. No olvidémoslo. Antes de hacer una cosa en familia: “¿Permiso, puedo hacerlo?” “¿Te gusta que lo haga así?”. La segunda palabra es “gracias”. Ciertas veces pensamos que estamos transformándonos en una civilización de los malos modales y de las malas palabras, como si fueran un signo de emancipación. Las escuchamos decir tantas veces también públicamente. La gentileza y la capacidad de agradecer son vistas como un signo de debilidad, a veces suscitan incluso desconfianza. Esta tendencia debe ser contrastada en el seno mismo de la familia. Debemos hacernos intransigentes sobre la educación a la gratitud, al reconocimiento: la dignidad de la persona y la justicia social pasan ambas por aquí. Si la vida familiar descuida este estilo, también la vida social lo perderá. La gratitud, luego, para un creyente, está en el corazón mismo de la fe: un cristiano que no sabe agradecer es uno que ha olvidado la lengua de Dios. La tercera palabra es “perdón”. Palabra difícil, cierto, sin embargo tan necesaria. Cuando falta, pequeñas grietas los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”. Palabra del Señor. Momento de silencio Un momento de silencio: se ensanchan hasta transformarse en fosos profundos. Reconocer de haber faltado y ser deseosos de restituir lo que se ha quitado -respeto, sinceridad, amor- nos hace dignos del perdón. Y así se detiene la infección. Si no somos capaces de disculparnos, quiere decir que ni siquiera somos capaces de perdonar. En la casa donde no se pide perdón comienza a faltar el aire, las aguas se vuelven estancadas. Tantas heridas de los afectos, tantas laceraciones en las familias comienzan con la perdida de esta palabra preciosa “discúlpame”. En la vida matrimonial se pelea tantas veces…también ¡“vuelan los platos” eh! Pero les doy un consejo: nunca terminen la jornada sin hacer las paces. Nos ven Poder legislativo y diputados católicos Pbro. Mauricio Víquez L. canino@racsa.co.cr Luego del final del primer año del presente gobierno, queda que nos fijemos en el Primer Poder de la República que, recientemente, ha configurado sus comisiones. Me toca, por diversos motivos, mirar el poder legislativo, día a día, con un interés particular. Sé bien que es un mundo complejo. Igualmente, me doy cuenta de que la fama de “vagos” de los legisladores no se justifica en la mayoría de los casos y que es un lugar donde el ir y venir de las luchas más importantes se mezclan con intereses más o menos esen- ciales y más o menos mezquinos. En el último año ha habido una actividad de la Asamblea marcada por temas urgentes y otros peliagudos. La polémica ha estado en el plenario, los pasillos y los despachos de Cuesta de Moras a la orden del día en estos meses. He tenido la ocasión de conocer lo que algunos diputados y diputadas piensan. A veces les he buscado, a veces me han buscado. Hemos hablado de temas diversos. En ocasiones, hemos estado de acuerdo, a veces pues no. Es lo normal. A la fecha y por cuestiones también diversas, no he podido hablar con algunos so- bre temas que pueden resultar esenciales para todos. Sin embargo, queda tiempo. Puede que en el futuro se den esas tertulias en torno a cuestiones de las más variadas temáticas y de la importancia más diversa. Han sido muy interesantes la conversaciones con diputados de casi todos los partidos. Con los de las fracciones protestantes ha habido mucho en común, igualmente, con diputados que, con libertad y claridad de conciencia, tratan de vivir su condición de católicos de frente a su deber de ser representantes de un pueblo demócrata y plural. Hoy ya están las nuevas comisiones constituidas y la labor vuelve. Queda conversar, hacer observaciones, etc. Como ciudadano y como clérigo es un quehacer que, ciertamente, nada tiene de diferente con el de un ciudadano preocupado por su país que, en principio, siempre debería estar atento a lo que hacen aquellos a quienes han elegido. Al comenzar esta legislatura solo pienso en una cosa. En los diputados católicos que han sido puestos en comisiones decisivas en algunos temas moralmente muy relevantes como, por ejemplo, la comisión de asuntos sociales, o bien, la especial de derechos humanos. Y espero que sepan ponerse a la altura de su realidad de hombres y mujeres que son parte, por ser bautizados, de una Iglesia que no se apunta a la dictadura del relativismo. La justicia social es un reto. La misericordia es un pilar. La vida innegociable desde la concepción. El matrimonio y la familia instituciones que se han de proteger sin medidas. Porque nos ven, cada diputado católico debe dar la talla de cara a los que le eligen, a su conciencia y enseñanza de la Iglesia. Una perspectiva que debe ser manejada con prudencia, inteligencia y con una convicción: primero obedecer a Dios que a los hombres. 19 El Espíritu de la Paz Habla el Papa La catequesis de hoy es como la puerta de ingreso de una serie de reflexiones sobre la vida de la familia, su vida real, con sus tiempos y sus acontecimientos. Sobre esta puerta de ingreso están escritas tres palabras, que he utilizado diversas veces. Y estas palabras son: “permiso”, “gracias”, “perdón”. Lectio divina Domingo 24 de mayo 2015 Oración inicial Oración inicial ¿Cuándo vendrá el Consolador, oh Padre mío? ¿Cuándo llegará a mí tu Espíritu de verdad? El Señor Jesús nos lo ha prometido, dijo que lo enviaría desde tu seno hasta nosotros. Padre, ¡abre tu corazón y envíalo desde los cielos santos, desde tus altas moradas! No tardes más, sino cumple la antigua promesa; ¡sálvanos hoy, para siempre! Abre y danos tu Amor por nosotros, para que también yo pueda abrirme y ser liberado por ti y en Ti. Que esta Palabra tuya sea hoy el lugar santo de nuestro encuentro, la estancia nupcial de la inmersión en ti, ¡oh Trinidad Amor! Ven a mí y yo a ti. ¡Permanece, oh Padre! ¡Permanece, oh Hijo Jesucristo! ¡Permanece para siempre, oh Espíritu Consolador, no me abandones jamás! Amén. Lectura Bíblica El Texto: Lectura del Santo Evangelio según San Juan: Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a Hago silencio. De vez en cuando repito en voz baja: “Ven, Espíritu Santo”. Algunas preguntas Algunas preguntas: 1. ¿Por qué, Señor, te he esperado tan poco, por qué ha sido tan frágil, tan hipócrita, mi atención hacia Ti? Tu mandas a Alguien a buscarme, y ni tan siquiera me doy cuenta, ni tan siquiera muestro interés? 2. Tengo miedo Señor, tú lo sabes. ¿Por qué dar la cara ante todos: a mis compañeros de colegio, de universidad, de equipo, a mis amigos, que me invitan a salir con ellos? ¿Por qué este esfuerzo? ¿No puedo ser cristiano igualmente? ¡Tú eres mi principio y mi fin; tú eres mi entera existencia! ¿Cómo es, Señor, que no doy testimonio? ¿Cómo puedo continuar así? Ciclo B - Pentecostés - Liturgia de las Horas: Domingo I del salterio. Comentario al Evangelio L Don y misión lega Pentecostés y el final del tiempo pascual. Rogamos hoy al Espíritu, dulce huésped del alma, que mande su luz desde el cielo y entre hasta el fondo de nuestra alma y nos fortalezca con su luz y sus dones. Al final del día de la resurrección, dice Juan, los discípulos siguen encerrados. El miedo puede más y la prudencia se impone. Al hacerse presente el Señor en medio de los suyos el saludo normal: desear que el “Shalom” guarde a los que ama y los fortalezca. De inmediato mostrar la identidad entre el crucificado y el que ahora se muestra glorioso y transformado. Consecuencia: el gozo que da el contacto con quien se sospechaba fracasado y ahora, en cambio, se le mira cumpliendo con todas sus promesas. Viene luego el envío a una misión (participan de la misión de su Señor, como advierte Zevini) y el 3. ¡Oh Tú, que eres el Amor, que yo me deje aferrar por tu Espíritu! ¿Me llevará al desierto, como hizo contigo? (cf. Lc 4,1) ¿Abrirá mi vida, como abrió el seno de la Virgen María? (Lc 1,35) ¿Me invadirá como hizo con Pedro, con los otros, con cuantos creyeron en la predicación, como narran los Hechos de los Apóstoles? No sé lo que me sucederá, pero deseo decirte que sí. Oración final Oración final Gracias, Padre, por la venida del Consolador; gracias por su testimonio de Jesús en el mundo y en mi vida. Gracias, porque es Él el que me hace capaz de recibir y llevar el peso glorioso de tu Hijo y mi Señor. Gracias, porque Él me guía a la verdad, me entrega la verdad toda entera y me revela las palabras que Tú mismo pronuncias. Gracias, Padre mío, porque en tu bondad y ternura, tú me has alcanzado hoy, me has hecho entrar en la casa de tu corazón; me has inmerso en el fuego de amor trinitario, donde tú y Jesús son una sola cosa en el beso infinito del Espíritu Santo. Amén. Lecturas para hoy Hch 2, 1-11 Sal 103 1Co 12, 3-7. 12-13 Jn 20, 19-23 don del Paráclito con el encargo de perdonar pecados. Todo en un instante. Cada gesto es aquí decisivo: el don del Espíritu, el soplar, todo significa vida y lo propio del resucitado. 20 Sagradas Escrituras Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Con gozo celebramos en este día la gran solemnidad de Pentecostés y con ella cerramos un ciclo litúrgico, la Cincuentena Pascual. En ella inauguramos el tiempo del Espíritu, el tiempo de la Iglesia. Durante estos cincuenta días, con diversos tonos y con insistencia pedagógica casi repetitiva, el Evangelio de San Juan y el libro de los Hechos de los Apóstoles, nos han preparado para vivir con intensidad espiritual, personal y comunitaria, este momento culminante de nuestra fe. La palabra “Pentecostés”, significa “día quincuagésimo” o “cincuenta días”. Los judíos llamaban “Pentecostés” o “fiesta de las semanas” a una fiesta agrícola, en la que se recogían los primeros frutos de la tierra (Éx 23,14; Núm 28,26; Lev 23,15-16), fiesta a la que unieron luego el recuerdo festivo de la alianza con el Señor en el monte Sinaí, a los cincuenta días de la salida o éxodo de Egipto (Éx 19,1-6; 2 Crón 15,10-13). Una nueva alianza Los cristianos, ya desde antiguo, llamaban así, tanto a la cincuentena pascual (las siete semanas de prolongación de la Pascua), como al día último, el día cincuenta. Un día que estaba marcado por la venida del Espíritu Santo sobre la comunidad apostólica, a los cincuenta días de la resurrección del Señor (ver Hech 2,1-4). San Lucas, el autor del libro de los Hechos de los Apóstoles y, por ende, del pasaje de Pentecostés a los cincuenta días de Pascua, lo que quiere enseñar es que la nueva alianza, de la que era figura la antigua alianza del Sinaí, celebrada en la fiesta judía de Pentecostés, se ha cumplido con la llegada del Espíritu Santo. Además, San Lucas ubica el acontecimiento de Pentecostés, en el “piso superior de una casa”, donde estaban reunidos los once apóstoles, así también varias mujeres, María, la madre de Jesús con sus hermanos (es decir, los parientes), como vemos en Hech 1,13-14. Ahora bien, en el texto de Hech 2,5 se dice que mucha gente presenció ese acontecimiento y que había, además, una cantidad de ciento veinte hermanos aproximadamente (Hech 1,15), aunque podríamos pensar en otro lugar (Hech 2,1), a causa de tanta gente ese día (posiblemente en el templo de Jerusalén); al decir que todos estaban en un lugar elevado, es para enseñar que la nueva alianza se realiza en un nuevo Sinaí, simbolizado en la “sala superior” de la casa. Fenómenos cósmicos San Lucas cuenta con detalle los fenómenos cósmicos de ese día: ráfagas de viento y lenguas de fuego, que recuerdan la alianza del Sinaí, en cuyo monte hubo tormenta, tinieblas, nubarrones y fuego del cielo (ver Éx 19,16-20). Con iguales fenómenos, San Lucas enseña que la nueva alianza se da con el descenso del Espíritu, pero ya no con la antigua alianza o Ley de Dios para su pueblo, sellada en tablas de piedra y en manos de Moisés el mediador, sino que es reemplazada por el Espíritu Santo y dada a todos los hombres y mujeres, representados en la inmensa muchedumbre que asiste al evento, de judíos y no judíos (Hech 2,5-11). Por su parte, San Juan en el Evangelio de hoy (Jn 20,1923), nos ha querido enseñar, con su propia versión del evento de Pentecostés, que cuando recibimos al Espíritu Santo, nos transformamos en nuevas creaturas. Y San Lucas, con la suya en la 1ª lectura (Hech 2,1-11), nos enseña que quien recibe al Espíritu Santo, hace una nueva alianza con Dios en Jesucristo, no basada en el simple cumplimiento de unas leyes, sino en la voz y en la fuerza del Espíritu, que habla al corazón de cada creyente. Pentecostés fue todo un acontecimiento que transformó las vidas de los primeros cristianos, que los hizo hablar valientemente de Cristo Resucitado, que los cambió de miedosos a decididos (Jn 20,19; Hech 2,14-36). Y eso sólo lo pudo haber hecho el Espíritu Santo. Esta experiencia tan intensa y maravillosa, los evangelistas San Lucas y San Juan la recogieron y la contaron de dos maneras, cada una con su propio mensaje. No es un día solamente Pero Pentecostés no es un día solamente, el día del Espíritu Santo. Es más bien el tiempo en que vivimos, marcado por la presencia permanente del Espíritu, que comenzó con la resurrección del Señor y que durará hasta el fin de los tiempos. Tiempo que debemos aprovechar para vivirlo intensamente: la nueva vida que el Espíritu Santo nos ha dado en nuestro “propio” Pentecostés: en el Bautismo, en la Confirmación y en la vida cristiana de cada día, dejándonos transformar por la fuerza de Jesús Resucitado. Esto es lo que Pablo nos enseña en la 2ª lectura de hoy (1 Cor 12,3b-7. 12-13). La imagen del cuerpo de Cristo, le sirve al Apóstol para presentar los dones o carismas de los cristianos en la Iglesia, con un ritmo ternario: diversidad de dones, diversidad de servicios y diversidad de actividades, 21 “Mi intención y a la vez mi necesidad consisten en tener una información lo más precisa posible acerca de los “Hombres de Negocios del Evangelio Completo”. Me han dado la impresión que actúan de manera solapada, a la vez que en sus reuniones dicen que cada cual asista al templo de su denominación religiosa (el católico con su comunidad y el evangélico con la suya), de hecho terminan haciendo propaganda de su grupo o secta, que no es ciertamente católica. Le agradezco la atención y espero su aclaración”. Edwin Membreño Upala Pentecostés no es un día solamente. Es el tiempo en que vivimos, marcado por la presencia permanente del Espíritu, que comenzó con la resurrección del Señor y que durará hasta el fin de los tiempos. Animación bíblica CENACAT Tus dudas Domingo 24 de mayo 2015 ¿Como católico puedo ir a las reuniones de los “Hombres de Negocios”? “Reciban el Espíritu Santo” Pbro. Mario Montes M. Eco Católico que tienen su origen común en la Santísima Trinidad: Espíritu, Señor -Jesús-, Dios -Padre-. Todos ellos no son cualidades naturales, ni fruto del esfuerzo humano, ni méritos o privilegios, sino pura gracia y regalo de las tres divinas personas. Y la unidad de la Iglesia se expresa a través de la diversidad de sus miembros, cuando ejercen la fe que viven. En la Iglesia, las categorías discriminatorias (esclavos, libres, judíos, griegos, hombre y mujer, ricos o pobres), han sido abolidas por el Señor. Todos son protagonistas en la construcción del Reino de Dios, tarea de toda comunidad cristiana: “pues hemos sido bautizados en un solo Espíritu... y hemos bebido un solo Espíritu...” Es decir, la unidad y la diversidad en la Iglesia, son fruto y don al mismo tiempo del Espíritu, “para formar un solo cuerpo”, es decir, la Iglesia como comunidad organizada con la fuerza de lo Alto. Con el salmista de la Vigilia de Pentecostés (Sal 105,30), aclamemos a Dios que envía su Espíritu a las creaturas, Espíritu de vida y plenitud, que en Cristo Resucitado y glorificado, se derrama sobre el mundo, los seres humanos y sobre aquellos cristianos abiertos a su acción bienhechora, como lo celebramos y anunciamos en esta solemnidad. Se trata de una Fraternidad Internacional que integra a hombres de negocios, seguidores de Cristo, de todas las denominaciones religiosas. Afirman que no pretenden, en absoluto, ser una nueva Iglesia o denominación cristiana. Para evidenciarlo no se reúnen en templos, sino en lugares “neutrales” como son cafeterías, restaurantes, hoteles; como tampoco tienen ministros de culto o pastores, sino sólo coordinadores de las muchas reuniones que son semanales y mensuales. Declaran insistentemente que ellos son “varones comunes y corrientes que trabajan honradamente para sostener a sus familias, compartiendo con otros de su misma actividad económica, el amor, la misericordia y la presencia de Dios en sus vidas”. Se consideran además un movimiento “explosivo”, en donde se hacen evidentes las manifestaciones -así lo afirman- del poder de Dios, como son liberaciones, milagros, sanidades, éxitos económicos… y todo por la acción de “hombres llenos del Espíritu Santo”. Su finalidad u objetivo es bien claro: entrar en una relación personal con Cristo para que con su ayuda logren ser mejores esposos, mejores padres, mejores hijos, mejores ciudadanos, mejores empresarios, mejores trabajadores. Por lo que acabo de decir, pareciera que todo está bien y que un católico bien puede pertenecer a esta Fraternidad, cuando además sabemos que unos católicos, de hecho, han encontrado una gran ayuda espiritual y religiosa, participando en sus “reuniones”. Varios me lo han afirmado, con insistencia y franqueza. Sin embargo, si unos han encontrado ayuda, otros han salido perjudicados, experimentado cierta “confusión religiosa”, casi que no contara ser cristiano-católico y no serlo, fomentando así una forma religiosa vaga e indefinida, sin vida sacramental. Ha sido por eso que la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el dicasterio de la Santa Sede encargado de vigilar sobre la ortodoxia de las nuevas propuestas religiosas que aparecen, ya ha dado su parecer. mes Shakarián (1913-1993), quien se propuso difundir el Evangelio en el mundo y el supuesto Bautismo del Espíritu Santo con sus manifestaciones extraordinarias. En práctica, aunque él no lo quería reconocer, se trata de un movimiento neo-pentecostal que pretende lograr y ver maravillosas intervenciones del Espíritu Santo, sobre todo (o casi exclusivamente) en el ámbito del éxito y triunfo. Nos encontramos pues con un movimiento más, fuertemente marcado por lo que llamamos “teología de la prosperidad”. ¡Cuántas sectas y grupos religiosos hoy en día llevan este sello! Van difundiendo la convicción de que “optar por Cristo, es optar por el éxito, la prosperidad” y con frecuencia en sus reuniones lo que se oye son testimonios de “triunfos”, y lo que se ve son supuestos “milagros”. Hasta el saludo puede reflejar esa mentalidad y entonces se oye que La Fraternidad ha sido fundada por un armenio de Estados Unidos de América, Do- Correo electrónico: obispadotilaran@gmail.com Fax: 2695-5669 En él cabemos todos, pobres y ricos, sanos y enfermos, con éxitos económicos y con posibles fracasos… y todos somos bendecidos, porque amados por Dios. No podemos pretender que el asumir el Evangelio Completo nos asegure el éxito, en el campo que sea. Nunca el éxito mundano puede ser tomado como prueba de bendición divina. ¡Cuántos santos, cristianos que vivieron íntegro el Evangelio, de hecho “fracasaron” en sus negocios, en ser apreciados, además que en su salud…! En síntesis: un católico no tiene razón para adherirse a esta Fraternidad y lo que ella pueda ofrecerle como bueno (orar, reunirse, dar testimonio de su vida con Dios…) lo encuentra en la Iglesia Católica y en sus grupos de oración y de apostolado. “Un católico no tiene razón para adherirse a esta Fraternidad y lo que ella pueda ofrecerle como bueno lo encuentra en la Iglesia Católica y en sus grupos de oración y de apostolado”. ¡Mereces una respuesta! fulano se encuentra “bendecido, prosperado y en victoria”. Es muy tentadora la tendencia de pretender un “cristianismo sin cruz”, y en definitiva “elitista”, lo cual ya no sería cristianismo. Monseñor Vittorino Girardi S. Obispo de Tilarán-Liberia 22 Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Diócesis celebra aniversario Diez años haciendo Iglesia en Cartago Eco Católico la preocupación más importante es la misión permanente, enfatizando el kerigma, la formación de agentes, conservando siempre las áreas de los jóvenes y la familia, así como la indígena, ya que hacer conciencia de su presencia y pertenencia a la Diócesis de Cartago ha sido una tarea importante”, dijo el obispo. Frutos en este período El prelado destacó algunas áreas en las cuales la diócesis ha tenido logros significativos: el proceso de kerigma “ya ha entrado en todas las parroquias y se está consolidando” y la formación de agentes, área en la que destacó la creación del Instituto Santiago Apóstol en 2013. María Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org La Diócesis de Cartago fue erigida el 24 de mayo de 2005 por el Papa Benedicto XVI, desmembrando 30 parroquias hasta entonces pertenecientes a la Arquidiócesis de San José y 6 que pertenecían a la Diócesis de Limón. El Santo Padre también dio el título de Catedral al templo parroquial Nuestra Señora del Carmen, ubicado en el centro de Cartago, y nombró a Mons. José Francisco Ulloa Rojas como primer obispo de la nueva Iglesia particular. elementos jurídicos, administrativos y pastorales”, recordó. Seguidamente, se fueron organizando las instituciones diocesanas y vicarías foráneas, se hicieron los nombramientos y se fue definiendo cómo administrar las parroquias, el personal y la relación de la curia diocesana con las parroquias. En el ámbito pastoral, se marcaron las pautas de cómo se orientaría la curia y se crearon cinco vicarías episcopales -recientemente se creó una más-. Cartago no era un territorio desconocido para Mons. Ulloa, si bien había estado al frente de la Diócesis de Limón los diez años anteriores, él es un cartaginés “por los cuatro costados”, como suele decir. Así que no le costó identificar las fortalezas de la zona en cuanto a la fe para empezar a trabajar: “Yo centré las orientaciones pastorales en tres núcleos: la devoción mariana, reforzar el amor a la Eucaristía y organizar las parroquias con un un sentido misionero”, dijo. En este proceso, la participación del obispo Ulloa en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil, en 2007, fue muy importante. “Aparecida nos Así comenzó el reto de organizar una diócesis desde cero. Poco tiempo después, iniciaron las asambleas parroquiales para detectar necesidades y desafíos en las distintas comunidades y dar insumos para la elaboración del Plan Diocesano de Pastoral. “Se realizó una asamblea diocesana y de ahí salieron las líneas y orientaciones fundamentadas en el modelo de Iglesia que queríamos: kerigmática, discípula de Cristo, de comunión, de participación, misionera, corresponsable. Eso nos ayudó a definir las prioridades del Plan de Pastoral: kerigma, jóvenes, familia, pastoral social e indígenas. La intención era fortalecer la atención pastoral en todas esas áreas”. Asimismo, recalcó los logros en el ámbito de familia y juventud, gracias a la creación del Centro de Orientación Familiar y Juvenil diocesano que ya cumplió un año de operación. Ahí se brinda atención psico-espiritual con el método Peniel, dirección espiritual, consejería matrimonial y talleres para jóvenes, adultos, matrimonios y padres de familia. Otra área de la que el obispo habla complacido es vocaciones. “Cartago es la segunda diócesis con más seminaristas, actualmente hay 40, y en diez años se han ordenado 23 presbíteros. Además, hay siete vírgenes consagradas, un estilo de vida cristiana que viene de los primeros siglos y está retomando fuerza, aquí hay otras Catedral Nuestra Señora del Carmen. De ese encuentro, también se espera el II Plan Diocesano de Pastoral. “Yo perfilo que 23 mujeres en formación, todas profesionales”, dijo. Agregó que “en una diócesis, se tienen muchas oportunidades para reafirmar los valores que existen en la región. Cartago se considera una de las zonas más religiosas, por muchas razones, aquí comenzó la evangelización de Costa Rica y tenemos el Santuario de la Virgen de los Ángeles”. En estos diez años, la diócesis ha sido escenario de importantes acontecimientos eclesiales como el Jubileo Pontificio por los 375 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de los Ángeles, celebrado en el 2010, al que asistió un delegado pontificio. Fue el punto de encuentro de miles de jóvenes en el 2012, cuando se celebró en Cartago el Día Nacional de la Juventud. Igualmente se realizó allí el IV Congreso Eucarístico Nacional, en 2013, esa fue la primera vez que el evento se realizó fuera de la Arquidiócesis de San José, también en esa ocasión se contó con la presencia de un delegado pontificio. Además, Cartago ha sido sede de acontecimientos eclesiales internacionales, como el II Congreso Continental de Vocaciones, que se realizó en el 2011, y el cual contó con la participación de cardenales y obispos de la región. Cartago “sin extremos” Para Mons. José Francisco Ulloa Rojas, Cartago es una provincia que se caracteriza Cartago fue sede del Día Nacional de la Juventud 2012. por su vocación agrícola. “El 80% de verduras y legumbres que se consumen en el país son cosechadas en Cartago”, comentó. Agregó que los agricultores de esa tierra son gente noble, religiosa y solidaria. “No es una sociedad de extremos, no hay millonarios ni gente en total miseria, aunque si hay focos de pobreza”, indicó. Comentó, además, que en las zonas agrícolas hay trabajo y se trata principalmente de pequeños y medianos productores, citó el ejemplo de la zona norte de Cartago donde “la gente vive con dignidad”. “Cartago es una sociedad muy religiosa, la gente participa mucho en misa, comulga. Hay algo especial, la sociedad tiene una base religiosa muy profunda. El reto fundamental que tenemos es acercarnos a los jóvenes que se van sepa- Mons. Ulloa compartió con su madre, Berta Rojas, momentos importantes de su episcopado. rando poco a poco de la Iglesia; tenemos que atenderlos ya. Otro reto es la familia, aunque conserva su integración y religiosidad, hay familias jó- venes que están debilitándose. Por otra parte, en Cartago va entrando una corriente de secularización y un sentido de indiferencia”, explicó. “El reto fundamental que tenemos es acercarnos a los jóvenes que se van separando poco a poco de la Iglesia; tenemos que atenderlos ya”. Mons. José Francisco Ulloa Rojas Celebración y Tercera Carta Pastoral Para celebrar este décimo aniversario todas las parroquias de la diócesis realizan un Triduo, los días 21, 22 y 23 de mayo. Asimismo, se realizará un Rosario Solemne en la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles el 23 de mayo a las 5 p.m. Ese plan comenzó a ejecutarse en el 2011 y actualmente ya pasó el proceso de revisión en las parroquias y está a las puertas de ser evaluado en una asamblea diocesana. “Armar” la diócesis Mons. Ulloa recordó los primeros pasos para organizar la diócesis: “El primer momento fue una inducción diocesana con el clero, religiosas y religiosos, para darles una orientación de lo que es una diócesis, tomando en cuenta dio una nueva dimensión misionera y eso me sirvió para orientar la diócesis en ese sentido”, dijo. Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 El día del aniversario, domingo 24 de mayo, se realizará una Misa Solemne en la Catedral Nuestra Señora del Carmen, a las 11 a.m. El prelado ha decretado que con motivo de este aniversario, se otorgarán indulgencias especiales los días 24 de mayo, celebración de aniversario; 16 de julio, aniversario de la toma de posesión, y 25 julio, día de Santiago Apóstol, patrono de la diócesis. Este 24 de mayo, en la Misa Solemne, Mons. Ulloa hará pública su tercera carta pastoral “Quédate con Nosotros Señor”. En ella hace un repaso por la historia de la diócesis, profundiza en la llamada de la Iglesia a la comunión y la misión, además llama a no perder el fervor religioso, da una mirada a la renovación y conversión pastoral para responder a la llamada del Papa Francisco y habla de la esperanza que se vive en la celebración de X aniversario. La carta pastoral se publicará íntegra en la próxima edición del Eco Católico. 24 Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico “Veo la misericordia de Dios en mi sacerdocio” Monseñor Ángel San Casimiro, Obispo de Alajuela, celebra 50 años de vida sacerdotal y 20 de episcopado. Su pensamiento se dirige a Dios, a quien agradece la misericordia derramada en su ministerio: “El Señor siempre ha estado a mi lado dándome ánimo y diciéndome ¡adelante voy contigo, te amo, te comprendo, te perdono…!”, asegura. Ana Cecilia Espinoza C. aespinoza@ecocatolico.org Monseñor, ¿qué reflexión le merecen sus 50 años de vida sacerdotal y 20 años de ministerio episcopal? Lo primero es elevar una plegaria al Señor, por permitirme celebrar este jubileo. Me doy cuenta que la vocación sacerdotal ciertamente es un don, un regalo gratuito de parte del Señor. Muchas veces me he preguntado por qué el Señor me llamó por este camino y la única respuesta que encuentro es que Él es quien elige. Y a veces el Señor elige a lo pequeño, a lo sencillo, a lo humilde, precisamente para confundir al que cree que por sus méritos puede tener derecho a determinada llamada, por eso es que le doy gracias a Dios, porque Él se fijó en mí, y al fijarse en mí me llamó y yo le respondí. tante es mi país, y cuando mi país es el objetivo prioritario de mi trabajo y mi acción pastoral, entonces voy a estar mucho más dispuesto a ir creando todas esas condiciones que vengan realmente a establecer entre nosotros estas condiciones de vida que queremos. ¿Qué le dice a las comunidades de su diócesis donde esa esperanza se nubla ante situaciones como la pobreza, el narcotráfico y la violencia? ¿Qué hace falta para que se de esa conciencia en Costa Rica? Como Iglesia, tenemos que dar respuesta a esa problemática, precisamente el 23 de mayo celebramos la beatificación de Monseñor Romero, quien de tantas cosas nos puede dar testimonio, pero fundamentalmente viene a recordarnos a los obispos y a los sacerdotes la recuperación del sentido profético de nuestra misión, donde no solamente tenemos que anunciar el Reino de Dios, sino también tenemos que ser valientes para denunciar lo que se le está oponiendo. En nuestro país, ese es el llamado, a que entre todos construyamos una Costa Rica en las que las condiciones de una vida digna puedan cumplirse en todo ser humano. ¿De qué manera ha podido afrontar los retos que la Iglesia y la sociedad le han demandado en este tiempo? Mi primer reto fue superar el susto, pues tenía poco tiempo de haber llegado a Costa Rica cuando el 25 de julio 1995 sale mi nombramiento como primer obispo de la nueva Diócesis de Ciudad Quesada. Inicié acompañado siempre del grupo de sacerdotes de Ciudad Quesada, y de tantos laicos que deseaban ver la puesta en marcha de lo que sería su territorio diocesano. A Dios gracias y viéndolo en retrospectiva creo que hicimos una gran obra. Nos tocó ir poniendo las bases de lo que creíamos en ese momento debería ser el proyecto del modelo concreto de Iglesia diocesana. Quizás ahí quedó mucho que hacer, pero de lo que estoy seguro fue que puse todo mi esmero, fuerzas y capacidad para llevar adelante la obra evangelizadora en esa querida región del norte. de la celebración de Pentecostés, para todo el pueblo peregrino de Alajuela, para que todos asumamos los retos que Francisco nos está recordando, no como algo propio de él, sino como recordatorio de lo que Jesús quiso para su Iglesia. vueltas nunca fueron buenas- pero si uno tiene esa claridad y esa confianza de que abandonándose en las manos del Señor todo es posible, logramos darle continuidad a la gran obra que en tantos años venía realizando en esta diócesis guiada en los últimos años por Monseñor José Rafael Barquero de quien tanto he aprendido y a quien le tengo que agradecer con el corazón todo lo que ha compartido conmigo. ¿Y en éstos últimos ocho años en Alajuela? Publicará su primera Carta Pastoral donde proclama que “hay que dar razón de nuestra esperanza” (1Pe 3, 15), ¿Por qué es tan importante la esperanza? Confieso que tenía mucho amor y mucho miedo -dicen que segundas Es un grito carismático que he querido lanzar, precisamente en el marco Hablando del Papa, ¿percibe la fuerza de sus palabras y su testimonio? Sí, a muchos no les gusta el discurso del Papa Francisco, realmente hay que caer en la cuenta de que es cierto lo que él dice. Aquí, a veces nos pasa, lo que le pasaba al obispo brasileño, Hélder Cámara, cuando decía: “Cuando hablo de los pobres me dicen que soy un santo, cuando hablo de las causas que producen los pobres me dicen que soy comunista”, eso le está pasando al Papa Francisco, sin embargo, nosotros debemos estar expuestos a sufrir por denunciar estas situaciones, pues el país definitivamente no nos lo han cambiado. Yo hago ese llamado a todas las fuerzas sociales, sindicatos, trabajadores políticos, sacerdotes, obispos, para que tengamos muy claro que lo importante, no es mi negocio, mi partido, mi gremio, que lo impor- Hace falta de que seamos capaces de aceptar a Jesucristo dentro de nosotros, porque es el único capaz de transformar el corazón del ser humano. ¿Qué falta por consolidar del II Sínodo diocesano en el caminar eclesial y pastoral de Alajuela a los 15 años de su promulgación? Hace falta no solamente estar convencidos en la mente; hace falta estar convencidos, el obispo primero, en el corazón, porque cuando el corazón está convencido de algo, automáticamente sale la acción. Hay que tratar de convertir las palabras en hechos, en vida, por eso este llamado que nos hace el Papa de la conversión pastoral, pues si no hay conversión pastoral y personal, el mero cambio de las estructuras no van a ser que se realice el plan de Dios en nuestro mundo. En su Carta Pastoral quiere una Iglesia acogedora y capaz del perdón. ¿Es la forma de responder al llamado de la misericordia? Exactamente, en el capítulo IV de Evangelii Gaudium, el Papa Francisco nos habla de la dimensión social del Evangelio. El Kerigma, para que pueda ser eficaz, tiene que ir acompañado del compromiso con el necesitado, para reafirmar que en la evangelización tan importante es el anuncio como la celebración eucarística y la dimensión social de ese Evangelio. Es decir, que esa palabra que proclamamos se haga realidad con los pobres. En este pensamiento, el Papa utiliza una frase muy importante: “el pobre es un lugar teológico” lo que quiere decir, es sencillamente que en el pobre tenemos que ver a Dios, al mismo Eco Católico Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 Dios que lo vemos en la Eucaristía, porque si veo a Dios en el pobre, voy a tener muchas más prontitud para dedicarme no solamente a darle asistencia, sino para promover que salga de la situación en que se encuentra. ¿Apuesta para ello a un nuevo despertar en el laicado y el presbiterio? Definitivamente, tenemos mucho que caminar, porque nos cuesta poco encontrar agentes de pastoral que se dediquen a retiros, a la evangelización, a laicos para dedicarse a la catequesis, ministros de la comunión, de la liturgia, a ir dar encuentros y jornadas, eso es fácil, y me parece muy bien y hay que hacerlo. Pero nos cuesta un poco más encontrar cristianos que dediquen su obra a acompañar y a levantar al pobre donde se encuentra, en esto tenemos que ser muy claros: una evangelización en la que falta el compromiso con los pobres no es Evangelio. ¿En qué momentos de su vida ha sentido más la presencia de Dios? Yo no me puede poner como ejemplo, tristemente, pero donde más satisfacciones uno siente es cuando se acerca a quien más lo necesita. Durante la Semana Santa pasada, por ejemplo, la tarde más linda que pasé fue visitando La Reforma. Estuve escuchando a los privados de libertad, les di una palabra de misericordia y esperanza de que su vida tiene razón de ser. Y sin ser hipócrita tengo que decir que se necesita mucha conversión 25 del Señor para sentir eso de corazón. Por eso dije al inicio que en esta celebración de aniversario siento agradecimiento a Dios por la paciencia que ha tenido conmigo, su misericordia, porque ciertamente no ha sido todo oro, ese tesoro que el Señor me regaló soy consciente de que lo he llevado en vasijas de barro, y que a veces se me han quebrado, pero es tanta su misericordia que Él mismo me ha ayudado a recomponerlas. Quince años del II Sínodo Diocesano Diócesis de Alajuela revive momento de gracia medio de las Asambleas Parroquiales, y se ha mantenido el interés material y humano para que la formación de los agentes de pastoral sea permanente. Ana Cecilia Espinoza C. aespinoza@ecocatolico.org En el marco de la celebración de Pentecostés, la Diócesis de Alajuela celebrará los quince años del II Sínodo Diocesano, un momento especial de gracia y acción del Espíritu Santo en esta Iglesia particular. El Sínodo Diocesano es una asamblea de sacerdotes y otros fieles de una diócesis, que prestan su ayuda al obispo para el bien de la comunidad diocesana. Es una institución de vieja tradición eclesiástica, que el Concilio Vaticano II, a través del Decreto Christus Dominus quiso fomentar, así como la Santa Sede, que mediante la Congregación para los Obispos y la Congregación para la Evangelización de los pueblos, los definió como actos del gobierno episcopal, acontecimientos de comunión, que manifiestan la índole de comunión jerárquica que es propia de la naturaleza profunda de la Iglesia. Hace quince años, le correspondió presidirlo en Alajuela a Mons. José Rafael Barquero, hoy Obispo emérito, como el culmen de la Asamblea Diocesana de Pastoral, y movido por una Instrucción sobre Sínodos Diocesanos venida de Roma. Fue así como del 13 al 20 de febrero del 2000, Mons. Barquero junto a 53 presbíteros, seminaristas, representantes de la vida religiosa, de los movimientos apostólicos, de las parroquias y los laicos, entre otros, celebraron el Sínodo, siendo promulga- Ello sin embargo, a su criterio, no quita el hecho de que exista la tentación de “dejar que el libro se empolve”, dejando de profundizar en sus riquezas, situación que es necesario atender actualizando aspectos como el marco de la realidad, la adaptación de sus lineamientos y disposiciones y la iluminación con el magisterio posterior al Sínodo. Monseñor José Rafael Barquero, hoy Obispo emérito, presidió el II Sínodo y promulgó sus documentos. dos documentos que vieron la luz el 11 de junio de dicho año. El lema fue: “Padre, que todos sean uno para que el mundo crea”. Rumbo claro El Padre José Daniel Vargas, actual Vicario de Pastoral en Alajuela, califica de un momento de gracia en el Espíritu Santo la realización del Sínodo: “Se nos marcaba un rumbo, un horizonte claro: caminar juntos para hacer creíble el mensaje. Como Jesús orando al Padre, también nosotros queríamos ser uno. Era la reflexión profunda de la Iglesia Diocesana que plasmaba por escrito una propuesta pastoral a seguir”. De aquel momento a hoy, el quehacer evangelizador de la diócesis ha experimentado avances importantes en esta meta. Vargas cita por ejemplo la participación activa de los agentes de pastoral y el creciente sentido de pertenencia a los diversos niveles de la Iglesia: Diócesis, Parroquia, Diaconía, Pequeña Comunidad y Familia. “Se denota además una mejor corresponsabilidad que nos permite ir asumiendo la tarea de discípulos y misioneros de Cristo. A nivel de estructuras de servicio, se han consolidado los Consejos Parroquiales de Pastoral y de Asuntos Económicos, lo mismo que los Equipos de Diaconía que permiten la mejor organización y funcionamiento de nuestras comunidades cristianas”, explicó el sacerdote. Agregó que en este tiempo se han abierto espacios de reflexión y proyección pastoral en las comunidades por “Por eso desde el Consejo Diocesano de Pastoral se reflexionó el tema y se pensó en hacer una Asamblea Diocesana de Pastoral que nos refrescara en lo esencial del Sínodo y nos definiera prioridades pastorales para nuestro reto actual”, agregó el sacerdote. Dichas prioridades son hoy la familia, los pobres, los jóvenes, las vocaciones, el catecumenado de adultos y los niveles de Iglesia. La gran celebración de este aniversario se llevará a cabo este domingo en el Campo Ferial de Palmares, y se unirá a otras celebraciones diocesanas, como lo son los 50 años de vida sacerdotal de Monseñor Ángel San Casimiro, la presentación de su nueva Carta Pastoral “Llamados a la Esperanza” y una exposición sobre los dones y carismas presentes en la diócesis, a propósito del Año de la Vida Consagrada que vivimos. Iglesia hoy 26 Domingo 24 de mayo 2015 En Barrio México Fieles imploraron la intercesión de San Juan Pablo II Ordenan nuevo sacerdote capuchino Ma. Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org Fray Alex Sánchez Obando, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, recibió la ordenación sacerdotal el sábado 16 de mayo. Fray Alex fue ordenado por el obispo de Cartago, Mons. José Francisco Ulloa Rojas, en el Templo San Francisco de Asís. Sánchez es oriundo de San Isidro de El Guarco y precisamente allí celebró su primera misa el domingo 17 de mayo, cuando aún festejaban su fiesta patronal. El Padre Allen Calvo impuso la reliquia al cura párroco Pbro. Daniel Blanco. Foto L. Avila. acepta el proceso de enfermedad y el Papa la vivió con entereza y seguridad”, dijo el Padre Calvo. Laura Ávila Chacón lavila@ecocatolico.org En una emotiva celebración eucarística, los fieles de la parroquia San Juan María Vianney en Barrio México celebraron los 95 años del nacimiento de San Juan Pablo II, de quien resguardan una reliquia para su veneración. Al final de la celebración, los sacerdotes bendijeron con la reliquia (cabello del santo) a los fieles que asistieron a la celebración. Estos a su vez pidieron su intercesión. Eco Católico Para Fray Miguel Ijurco Navarro, sacerdote capuchino, fue un momento importante para la comunidad, ver un hijo suyo presidiendo la misa patronal. Además, destacó que en Costa Rica y, especialmente en Cartago, hay una profunda huella franciscana. Y es que desde 1878 los Capuchinos están asentados en esa ciudad, en el mismo lugar donde está el Convento, construido en 1990. Sin embargo, ya había una tradición franciscana en el sitio aún antes de su llegada, ya que los Franciscanos que venían con los colonizadores también estuvieron en ese lugar y desde ahí atendían varias comunidades. Actualmente, en Costa Rica hay dos comunidades capuchinas el Convento San Francisco de Asís y la Casa Monserrat, ambas forman parte de la Custodia que abarca Costa Rica, Nicaragua y Panamá. Hay presencia de 10 sacerdotes y 14 profesos, comentó Fray Miguel. Además, la Congregación tiene varias obras como el Colegio Seráfico San Francisco, servicios pastorales en el Templo San Francisco de Asís y la Casa Monserrat, como confesiones, consejería y dirección espiritual. Asimismo, colaboran con la Clínica Nuestra Señora de la Esperanza para pacientes con VIH-SIDA desde su creación, ésta es una asociación y entre sus fundadores está Fray Antonio Lesera, sacerdote capuchino. La misa, el lunes 18 de mayo, contó con la participación de decenas de católicos y fue presidida por el Padre Allen Calvo, invitado especial del Padre Daniel Blanco, cura párroco. Por la noche, la Eucaristía fue presidida por Mons. Vittorino Girardi, Obispo de Tilarán-Liberia. Durante las predicaciones, se recordó la vida del santo y se hizo énfasis en que el Papa, a pesar de su enfermedad siempre se mantuvo firme y fiel a Dios hasta su muerte. “Es el ejemplo de una persona de Dios que Eco Católico Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 27 Según último estudio generado en UCR Iglesia sube en opiniones favorables de los costarricenses Gerardo Mora Pana gmora@ecocatolico.org El Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica presentó su informe de resultados del Proyecto “Estudios de Opinión Pública” correspondiente a abril de 2015. El cuestionario se aplicó entre el 8 y el 30 de abril a 793 personas, mayores de edad, distribuidas en todo el país, seleccionadas por medio de listas con números aleatorios y cuotas por sexo, edad y nivel El gobierno, con una nota de 5,1% y la Asamblea Legislativa con 4,4% son las entidades peor calificadas. educativo. El estudio tiene un 95% de nivel de confianza. Destaca una vez más la valoración de la ciudadanía sobre la Iglesia Católica que mantiene estabilidad en la calificación brindada. En esta ocasión a la hora de calificar entre 0 (peor nota) y 10 (mejor nota) a las instituciones, la Iglesia obtuvo un promedio de 7,3%, mostrando un crecimiento desde su última nota (6,9%) en noviembre pasado. Desde 2012, el panorama de calificación que muestra la Iglesia es alto y estable. Para noviembre de 2012 fue 6,5%; en abril de 2013 fue de 7,2%, para noviembre de ese año 7,3%, nota que se mantuvo en julio de 2014. En el actual estudio la Universidad de Costa Rica se mantiene como la entidad me- jor calificada con 8,6%, otras universidades tienen 8,1% y en este reporte los noticieros de televisión alcanzaron una nota de 7,6%. El gobierno, con una nota de 5,1% y la Asamblea Legislativa con 4,4% son las entidades peor calificadas. Como hecho de coyuntura, el estudio valora el primer año de gobierno en el cual la figura del presidente Luis Guillermo Solís obtiene una mala nota: 5,9%, muy distante del 6,6% de noviembre pasado y muy lejos del 7,3% que obtenía escasos meses después de su elección. Mientras tanto, el rumbo del país lo ven de forma pesimista un 32,2% de los consultados y solo un 20,1% considera que la gestión del gobierno es “buena” o “muy buena”. Afirma el estudio que un 76,8% de la población “no cree que el cambio esperado se esté viviendo”. Parroquia revive antiguo acto de fe Laura Ávila Chacón lavila@ecocatolico.org Decenas de fieles participaron en las Eucaristías. Foto L. Avila. Monseñor José Francisco Ulloa presidió la Misa de Ordenación. Foto M. Monterrosa. La Conferencia Episcopal de Costa Rica y el Eco Católico comunican con gozo la Pascua de la señora Visite Donde Juan José Rita Escalante Fonseca Ofrecemos todo en imágenes, estampas, medallas, libros y mucho más. Madre de la Hermana Paula Rosales, secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Vocaciones de la Conferencia Episcopal de Costa Rica. Sus funerales se realizaron el jueves 14 de mayo en la Parroquia de Atenas. 200 metros Sur de la Catedral Metropolitana Adquiera cada mes los libros: Seguir Viviendo, Crecer en Gracia y Sabiduría, para niños, y el Rosario Blanco para la paz. Teléfono: 2221-6422 La Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados, en la Arquidiócesis de San José, revivió la promesa jurada en 1856 por los antiguos pobladores de la comunidad. Consiste “en que cada 13 mayo se haga visita de rodillas y en seguida se barra la iglesia parroquial de nuestra Madre y Patrona María Santísima de Desamparados, por todos y cada uno de los habitantes de esta villa”. También, que en cada 14 de mayo, por lo menos, un miembro de la familia asista a la Santa Misa. Esta tradición se mantuvo por muchos años como un distintivo desamparadeño y ahora, bajo la guía del Padre Marvin Benavides, se recupera para acrecentar el sentido La tradición data de 1856. Foto L. Avila. El Padre Marvin Benavides junto a una feligrés. Foto L. Avila. de unión, de fe y de expresión comunitaria de amor alrededor de la parroquia. jan de Dios como la lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia, la soberbia, el odio, el maltrato, los chismes y la hipocresía. Un equipo del Eco Católico fue testigo el miércoles 13 de mayo de quienes, escoba en mano, cumplieron con la promesa histórica, adecuada por el cura párroco mediante una serie de palabras pegadas en el piso, de manera que durante la visita de rodillas se reflexione sobre las virtudes cristianas y lo que se barriera fueran pecados que nos ale- Nielsi Miranda, feligrés que participó en la tradición dijo que es una expresión de lo que debemos hacer con nuestra alma, mientras que Grace Dávila dijo que revivirla es importante para crecer espiritualmente y como pueblo en torno a la fe. 28 Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Habla la hermana del nuevo Obispo de Limón Un obispo en la familia… El Padre Javier Román será ordenado el próximo sábado en el gimnasio de la sede de la UCR en Limón. aespinoza@ecocatolico.org Según su hermana menor Gilda Arias, “hay verdades eternas, y una de ellas reza que si uno hace lo que le dicta su corazón, estará en lo correcto, por ello el nombramiento de mi hermano vino a confirmar la petición del amigo de papá”, dijo emocionada, a la expectativa de lo que pasará el próximo sábado cuando, si Dios lo permite, participará junto a su familia de la ordenación episcopal del III Obispo de Limón, su hermano. El relato de doña Gilda, acerca de lo la infancia de Javier lo cristaliza refrescando las cosas que su madre contaba de él cuando era pequeño: “Javier siempre fue un niño muy bueno, tímido, serio, pero muy respetuoso y observador”. Tras la partida de la familia hacia la comunidad de Mercedes Norte, por la década de los setenta, y más tarde a Barva de Heredia, donde se establecieron, Javier se convertiría en un herediano de cepa, “y de un gran corazón”, como lo describe su hermana. “Nosotros siempre hemos sido muy unidos, y a pesar de que yo era menor que Javier, siempre lo he visto como un hermano muy especial. Jugá- Foto de la familia Román Arias a fines de los años 60. El nuevo obispo es el primer niño en la línea inferior. En recuadro durante sus años del aspirantado salesiano. bamos en los cafetales, donde íbamos a coger café con mis hermanos mayores, pero a él eso no le gustaba mucho, siempre era él quien cogía menos café. Se ponía a jugar con una galleta en el cafetal y decía que era la comunión... ahí decidió su vocación”, recordó. Descubriendo el camino Luego de haber concluido el sexto grado, Javier le dice a su madre que quiere ser sacerdote, por lo que ella lo ayuda para que ingrese al Colegio de Santo Domingo Savio, en Cartago: “Esa partida, según decía mi madre, les dolió mucho, pero a su vez sabían que era una gran oportunidad para que él se desarrollara y profesionalizara. “Mi madre todos los domingos iba a verlo, desde Barva hasta Cartago, le llevaba su almuercito hecho por ella, envuelto en hojas de plátano, y se sentaba debajo de un árbol con él y con alguno de los hermanos que le acompañaba. Era una cita muy puntual, durante el tiempo que él estuvo ahí, ella no dejó de visitarlo nunca”. “Jesús te doy las gracias porque entre tantos has elegido a mi hijo. Te lo ofrezco con el dolor y la alegría de un nuevo momento que es para mí renunciar, y a la vez un don tuyo porque me hiciste la madre de un apóstol, de un sacerdote. Enséñame a velar por su apostolado y por su sacerdocio como un día velaba sobre su sueño de niño….”. Oración cotidiana de doña Elba Arias, madre del Padre Javier. Posteriormente, para concluir con el aspirantado salesiano, los padres de la congregación lo trasladaron a Guatemala y posteriormente a Colombia, donde permaneció un año. Sin perder contacto con su familia, el joven Javier, le contaba a su familia la preocupación que sentía por la realidad social que se vivía en esos países: “En ese entonces no teníamos teléfono, pero en Barva, había un vecino que tenía una antena, con la cual lograba enviar mensajes hasta Colombia, entonces mi madre aprovechaba para preguntarle si le llegaba el poquito de dinero que le enviaba”, narra la hermana. La cajita de madera Abriendo una pequeña cajita de madera, donde su madre guardaba las cartas de su hijo, Gilda, retoma algunas de las preocupaciones que escribía el aspirante a cura a su familia: “Querida familia: Mamá, me preocupa mucho la situación económica de Costa Rica, espero en Dios que se normalice, para que no suceda lo que está sucediendo en El Salvador, Guatemala y Colombia (1981)”. “Ese era Javier, siempre mostrando preocupación por su entorno familiar y su querida Costa Rica”, dijo Gilda. Una vez concluido su proceso de noviciado, Javier, le La llegada de Javier al país para ingresar al Seminario Central, fue bien acogida por su familia: “Mi madre se sintió tan orgullosa y feliz, a todo el mundo le hablaba de que iba a tener un hijo sacerdote. Ella nunca dejó de hacer sus oraciones por su hijo, y los demás sacerdotes, no faltaba a la Hora Santa, y nos ponía a rezar a todos el Santo Rosario. Ella decía que, la madre de un sacerdote y su familia tienen que orar mucho. Unos meses antes de su partida, ella me entregó la cajita donde tenía la oración que rezaba a diario, y la que ha acompañado a mi hermano siempre, siento que sabía que el Señor lo llamaría a algo más, allá estará al lado del Padre dándole todas sus bendiciones”, dijo emocionada. Tras el nombramiento como obispo de la diócesis de Limón, la familia Román Arias lo ha tomado como una de las bendiciones más grandes del Señor: “A nosotros también nos ha cambiado la vida, porque él ha sido escogido por el Señor y sabemos que ahora la tarea es muy grande, tendrá que “internarse” en un territorio en el cual aprenderá a conocer a su rebaño, como siempre lo ha hecho con excelencia en las parroquias donde ha servido, lo veremos menos, pero nuestras oraciones lo acompañarán siempre….”. Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 29 Obispo designado realizó Profesión Solemne de la Fe Ana Cecilia Espinoza C. aespinoza@ecocatolico.org anuncia en una de sus cartas a su familia que volverá al país, para ingresar al Seminario Central, donde se prepararía como sacerdote diocesano: “Venía con otras ideas, pero siempre para encarnar desde la Palabra de Dios otras situaciones que le preocupaban como servir a los más pobres, aquí en el país, como lo ha hecho durante todo su sacerdocio”. Ana Cecilia Espinoza C. Transcurría 1962, cuando en el pueblo de San Pedro de Poás, en Tacares de Grecia, nació el octavo de los once hijos del matrimonio conformado por Don Rubén Román Gómez y Doña Elba Arias Rodríguez (q.d.D.g.). Su nombre fue escogido por un amigo de la familia, Edgar Pinto, quien le dijo a Don Rubén que lo bautizara con el nombre de Javier, en honor al santo misionero. Eco Católico Ante la presencia del Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica Mons. George Jacob Koovakad y del Arzobispo de San José Mons. José Rafael Quirós, el Padre Javier Román Arias, quien fue designado como nuevo obispo de la Diócesis de Limón, realizó su Profesión Solemne de la Fe el martes 19 de mayo. Foto L. Avila. En el canon 380 del Derecho Canónico, se estipula la legislación de la profesión de fe del obispo: “Antes de tomar posición canónica de su oficio, el que ha sido promovido, debe hacer la profesión de fe y prestar el juramento de fide- Foto L. Avila. lidad a la sede apostólica, según la fórmula aprobada por la misma Sede Apostólica”. vará a cabo el próximo 30 de mayo en el gimnasio de la UCR en Limón. Con esta Profesión de Fe y el Juramento de Fidelidad a la Iglesia se marca el inicio del camino episcopal de Monseñor Javier Román Arias como III Obispo de la Diócesis de Limón. Su ordenación se lle- Monseñor Quirós resaltó este acto en el que los obispos, como sucesores de los apóstoles manifiestan libremente que se adhieren a la fe de la Iglesia y permanecerán en comunión con la única fe. 30 Iglesia hoy Domingo 24 de mayo 2015 Eco Católico Eco Católico Sólo Dios basta Domingo 24 de mayo 2015 31 Proyecto de la Asociación Obras del Espíritu Santo Jóvenes en riesgo social contarán con albergue tancia del apoyo de cada uno de los costarricenses”. Fr. José Arteaga OCD El Padre Valverde insistió en que a todos estos jóvenes en riesgo, muchos de los cuales han vivido en instituciones de bien social desde que eran bebés, la Iglesia en la Asociación Obras del Espíritu Santo les dice “¡no tengan miedo!, queremos abrirles las puertas y nuestro corazón para que en los Albergues Juveniles de la Alegría, encuentren abrazo, acompañamiento, evangelización y la oportunidad de concluir sus carreras profesionales”. Jfarteaga25@gmail.com En la doctrina teresiana todo gira en torno a Dios, y una de las características que Teresa gusta resaltar de Él, es que siempre está dispuesto a entregarse. El destinatario de esta entrega es el ser humano; de aquí que la Santa, además de conocer el misterio de Dios, ha podido conocer a profundidad, el misterio del ser humano, desde Dios. Para colaborar con el proyecto se habilitaron en el Banco Scotiabank los números de cuenta corriente en colones 4600 y en dólares 4601. Momento en que se coloca una cápsula para simbolizar el comienzo de la construcción de las torres. Ana Cecilia Espinoza C. aespinoza@ecocatolico.org La Asociación Obras del Espíritu Santo colocó el jueves 14 de mayo la primera piedra de los Albergues Juveniles de la Alegría, que estarán al servicio de más de 700 jóvenes en riesgo social de todo el país. El proyecto consiste en la construcción de dos torres de siete pisos, cada uno dedicado a los dones del Espíritu Santo, en los cuales los jóvenes encontrarán un hogar y una esperanza para mejorar su calidad de vida y su futuro. “Esto es un milagro que nos regala nuestro Padre Celestial, porque esta es una zona a la cual nadie le apostaba nada por el alto índice de delincuencia en que se encuentra, pero la Iglesia y las diferentes organizaciones privadas, instituciones públicas, iglesias de diferentes denominaciones y medios de comunicación están haciendo el camino en este lugar, para que este proyecto sea una realidad”, dijo emocionado el Pbro. Sergio Valverde, director de la asociación. Llamado a la solidaridad El costo final puede rondar los 10 millones de dólares (5.500 millones de colones aproximadamente). Según explicó el Padre Valverde, “en fe estamos poniendo la primera piedra, porque no tengo ese dinero para realizarla, pero de la mano de Dios sé que levantaremos estas dos torres”. “Sé que contaré con la ayuda incondicional de las empresas privadas y personas de buen corazón, a quienes le pido su colaboración, así como a los padrinos, porque aquí muchos jóvenes encontrarán un norte en sus vida, se profesionalizarán y serán el modelo a seguir de otros niños y jóvenes”, agregó. La Asociación Obras del Espíritu Santo ha dedicado quince años de trabajo a la niñez, y ahora extenderá también sus brazos a la juventud ofreciéndole la educación y la guía espiritual necesarias para forjar ciudadanos capaces de valerse por sí mismo, evitando así que tengan que regresar a sus lugares de procedencia, donde las condiciones vulnerables de pobreza, drogadicción, delincuencia, entre otros, les niegan esta posibilidad. Durante el acto de colocación de la primera piedra, el Ing. Jaime Molina, Presidente de ICC, empresa que tendrá a cargo el proyecto dijo: “Este es un proyecto que ni a nivel de gobierno se ha querido pensar, sobre todo por tratarse de una zona urbana marginal, pero la gente necesita oportunidades para salir adelante. De ahí la impor- “Me siento muy honrada” “Soy vecina de Barrio Cuba, tengo nueve años de servir en Obras del Espíritu Santo. Aquí encontré un lugar donde para sanar las heridas de mi vida, desde que llegué he conocido de Dios como mi Salvador y ahora ya tengo cuatro años de vivir en el albergue, gracias a la mano que me extendió el Padre Sergio quien es como un papá amoroso que cuida de todos sus hijos, y del grupo de laicos comprometidos que ayudan en la obra social que aquí se desarrolla”. A sus 23 años, Kristin Castillo cuenta así su experiencia. Asegura que anhela convertirse en una promotora de la salud física, pues con la ayuda de la Asociación logró ingresar a la Universidad Nacional: “Sin el apoyo La hermosura del ser humano Kristin Castillo vive en el albergue de las Obras del Espíritu Santo. de ellos, no se qué sería de mi vida. Actualmente, soy una atleta, he ganado Medallas de Oro en los Juegos Panamericanos, y he competido en Juegos Nacionales. En realidad me siento muy honrads, por ser parte del grupo de jóvenes en este lugar que está bendecido por Dios”. Para ella, lo más importante ahora, es poder transmitir a otros niños y jóvenes todo lo que ha aprendido en el albergue: “Seguiré aquí apoyando esta obra de Dios, y sirviendo a los que más necesitan, para devolver un poquito de lo que han dado a mí, porque he aprendido a nutrirme de los valores en solidaridad, pero también a dar amor a quienes más lo necesitan”, expresó emocionada. Joven: ¿Sientes inquietudes vocacionales? San Francisco te invita a seguir a Cristo como hermano religioso o sacerdote Escribe o llama a los Franciscanos Conventuales: nasagu@gmail.com mivocacion@ofmconv.cr Tel. 2239 05 03 A la luz de Dios, Teresa irá tomando consciencia de la dignidad del hombre, y lo expresa con estas palabras: “Pues hagamos cuenta que dentro de nosotras está un palacio de grandísima riqueza, todo su edificio de oro y piedras preciosas, en fin, como para tal Señor; y que sois vos parte para que este edificio sea tal, como a la verdad es así, que no hay edificio de tanta hermosura como una alma limpia y llena de virtudes, y mientras mayores, más resplandecen las piedras; y que en este palacio está este gran Rey, que ha tenido por bien ser vuestro Padre; y que está en un trono de grandísimo precio, que es vuestro corazón.” (C 28,9). Así, la dignidad el ser humano radica, en que no está hueco en lo interior, sino que está habitado por el mismo Creador: “…acaecíame en esta representación que hacía de ponerme cabe Cristo, que he dicho, y aun algunas veces leyendo, venirme a deshora un sentimiento de la presencia de Dios que en ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí o yo toda engolfada en Él.” (V 10,1). Lo sabe por experiencia, porque lo vive, Dios se comunica, se da a conocer. Ella se va dejar abrazar por el misterio divino “…más me cubría el Señor de aquella suavidad y gloria, que me parecía toda me rodeaba y que por ninguna parte podía huir…” (V 24,2). Experimentarse como morada de Dios le da una nueva imagen de sí misma, y una nueva actitud ante la vida. No basta sólo reconocerle como Dios, sino que Dios se le propone como el Amigo y compañero de camino: “Parecíame andar siempre a mi lado Jesucristo…sentíalo muy claro, y que era testigo de todo lo que yo hacía, y que ninguna vez que me recogiese un poco o no estuviese muy divertida podía ignorar que estaba cabe mí. (V 27,2). Es tanta la dignidad del ser humano que el mismo Dios viene a “regalarse” con él (cf. Vida 8, 9), Dios busca descansar y gozar de la compañía del hombre. Teresa se lamentará de la ignorancia en la que viven muchas personas, al no ser consciente de semejante riqueza: “¿No sería gran ignorancia…que preguntasen a uno quién es, y no se conociese ni supiese quién fue su padre ni su madre ni de qué tierra? Pues si esto sería gran bestialidad, sin comparación es mayor la que hay en nosotras cuando no procuramos saber qué cosa somos, sino que nos detenemos en estos cuerpos, y así a bulto, porque lo hemos oído y porque nos lo dice la fe, sabemos que tenemos almas. Mas qué bienes puede haber en esta alma o quién está dentro en esta alma o el gran valor de ella, pocas veces lo consideramos; y así se tiene en tan poco procurar con todo cuidado conservar su hermosura: todo se nos va en la grosería del engaste o cerca de este castillo, que son estos cuerpos.” (1M 1,2). Todo esto es un regalo de Dios, y la auténtica humildad consiste, en que a pesar de nuestra limitación, sepamos abrirnos para acoger su gracia: “¡Donosa (chistosa) humildad, que me tenga yo al Emperador del ¿Quién es el Espíritu Santo? Letra viva El gran desconocido Martín Rodríguez G. mrodriguez@ecocatolico.org La respuesta que San Pablo recibe de un grupo de discípulos en Efeso, narrada en Hechos de los Apóstoles, es sorprendente: “Ni siquiera hemos oído decir que exista un Espíritu Santo”. El Papa Francisco observaba recientemente así con realismo, que la falta de conciencia que manifiestan los cristianos hace dos mil años no es solo “algo de los primeros tiempos”, sino que el Espíritu Santo “es siempre como el desconocido de nuestra fe”. En este domingo en que celebramos la Solemnidad de Pentecostés es bueno cuestionarnos una vez más acerca de nuestra relación con el cielo y de la tierra en mi casa, que se viene a ella por hacerme merced y por holgarse conmigo, y que por humildad ni le quiera responder ni estarme con El ni tomar lo que me da, sino que le deje solo. Y que estándome diciendo y rogando le pida, por humildad me quede pobre, y aun le deje ir, de que ve que no acabo de determinarme!” (C 28,3). Paráclito o el Defensor, como también se le conoce, para no privarnos de sus dones y sus frutos. En esta obra, el autor descubre de la mano de las Sagradas Escrituras, a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad y nos conduce a aceptar que sin el Espíritu de Dios nada somos y nada podemos hacer de valor en el reino espiritual. Jairo Arias Arenas Ediciones San Pablo, Bogotá, 2011 Aproveche sólo por esta semana un descuento del 15% en todos los títulos de la editorial Sígueme. A la venta en la librería San Pablo Del Banco Crédito Agrícola, 175m Sur, San José. Teléfono: (506) 2222-2064 10% de descuento si dice que lo vio en el Eco Católico. Gimnasio de la UCR en Limón - 30 de Mayo - 9:30 am
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