Marzo 2015 - misioncatolicalucerna.ch

INFORMATIVO DE LA COMUNIDAD CRISTIANA CATOLICA ROMANA
HISPANOHABLANTE DE LUCERNA, ZUG, OBWALDEN Y NIDWALDEN
MARZO 2015 Nr. 541
Misión Católica
de lengua española
Weystrasse 8
CH-6006 Luzern
Teléfonos: 041 410 13 91
E-mail: misionespanola@bluewin.ch
www.misioncatolicalucerna.ch
Misionero: J. Eusebio Sánchez
Secretarias: Claudia Zollinger y
Sofía Simonpietrí
HORARIO DE ATENCIÓN
Martes a Viernes:
En la mañana: 09:00 – 13:00
En la tarde: 14:00 – 18:00
Sábados:
09:00 – 13:00
Nota: Para mejor atención, hacer cita previa.
OFRENDAS DE ENERO 2015
Domingo 4: CHF 186.25 destinados a
“Epiphanieopfer für Kirchenrestaurationen”.
Domingo 11: CHF 139.75 destinados a “Solidaritätsfonds für Mutter und Kind und SOS
- Werdende Mütter”.
Domingo 18: CHF 198.10 destinados para la
Misión Católica de Lengua Española.
Domingo 25: CHF 116.45 destinados a “Regionale Caritas-Stellen”.
AGENDA DE MARZO
Domingo 1:
09:00 hs.Misa en Sursee
11:00 hs.Misa en Lucerna
Sábado 7: 18:00 hs., Misa en Baar
Domingo 8:
09:00 hs.Misa en Sursee
11:00 hs.Misa en Lucerna
14:00 hs.Cine y fe; veremos la película
“Cartas a Dios”
Sábado 14:
09:30 – 11:00 hs Charla Pre-matrimonial
18:00 hs.Misa en Willisau
Domingo 15:
09:00 hs.Misa en Sursee
11:00 hs.Misa en Lucerna
11:45 hs. Café solidario
Jueves 19:
Fiesta de San José, día del padre
19:00 hs.Misa en María Hilf
Sábado 21:
09:30 – 11:00 hs. Charla Pre-matrimonial
18:00 hs.Misa en Baar
Domingo 22:
09:00 hs.Misa en Sursee
11:00 hs.Misa en Lucerna
18:00 hs. Oración de Sanación
y Liberación en Maria Hilf
Sábado 28: 18:00 hs. Misa en Hochdorf
Colaboración para el Proyecto Solidario
2014:
- Carlota y José Gil: Venta de galletas y café
Ingresos:
CHF 790.00
Gastos:
- CHF 124.00
A favor:
CHF 666.00
Enviado al Proyecto Solidario anual:
€ 3’150.00
Domingo 29: Domingo de Ramos
09:00 hs.Misa en Sursee. Las personas
deben llevar su “ramo” para ser
bendecido
11:00 hs.Misa en Lucerna
Martes 31: Martes Santo
17:00 hs. Rezo del Santo Rosario en Maria
Hilf
EDITORAL
SER CATÓLICO ROMANO ES SER PLENAMENTE CRISTIANO
¿Quiénes son cristianos?
Cristianos son todos los que creen en Jesucristo como Dios y hombre verdadero.
Y ser católico romano es creer en la plenitud de la fe cristiana.
Hoy hace falta recordarlo porque hay quienes no reconocen a los católicos romanos como cristianos. Quieren apropiarse del título “cristianos” solo para ellos. Dicen, por ejemplo: “Yo era católico
pero ahora soy cristiano”. O preguntan: “¿Eres cristiano o católico?”; “¿Eres salvo?”.
Ante estas afirmaciones o preguntas podemos responder lo siguiente: Soy cristiano porque creo
en Jesús de Nazaret como mi único Señor y Salvador y soy también católico romano porque creo
en toda la fe cristiana.
- Soy católico porque pertenezco a la única Iglesia que Cristo fundó.
- Soy católico porque la Iglesia a la que pertenezco es la única que conserva y transmite de forma
íntegra la fe oral (la Tradición Apostólica) y escrita (la Biblia) recibida de Cristo y de los apóstoles.
- Soy católico porque la Iglesia es la única depositaria de todos los medios de salvación. Ella es
sacramento de Salvación. Ella posee todos los sacramentos, sin mutilación. Porque ella es la
única que, de forma ininterrumpida, tiene el ministerio ordenado desde los apóstoles.
- Soy católico porque es la única Iglesia que me ofrece a Cristo como verdadero, como auténtico,
como real, Pan de vida.
- Soy católico porque Cristo me encomendó a su madre María y es la única Iglesia que la aprecia,
la respeta y la venera. Por cierto, ¿A qué hijo le puede molestar que se aprecie y se piropee a su
madre? ¿Es qué Jesús va a sentir celos de que se valore y se venere a aquella que es “bendita
entre todas las mujeres” como se dice en la propia biblia?
En definitiva, soy cristiano católico romano por amor a la verdad, porque antes de la Biblia, de
la Palabra Escrita, estaba la Tradición, la Palabra Oral, y la vida de las comunidades de origen
apostólico.
Porque yo no soy seguidor de un libro, soy seguidor de una persona, de Cristo. Y Cristo fundó una
Iglesia y puso al frente de ella a los apóstoles, quienes oyeron, vieron y convivieron con Jesús de
Nazaret. Ellos transmitieron primero oralmente lo que habían vivido junto a Jesús; lo que le habían
oído decir y visto hacer. Ellos dieron testimonio vivo y oral de su experiencia junto a Jesús y sólo
después, la mayoría de esas vivencias y experiencias, fueron puestas por escrito danto origen a
los textos del Nuevo Testamento. Y es que, como se dice en la propia Biblia: “Jesús hizo muchas
otras cosas; tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los
libros que podrían escribirse”. (Jn.21,25).
Esta es mi fe y por eso soy Cristiano-Católico-Romano.
SAN JOSE, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA Y PADRE ADOPTIVO DE
JESÚS DE NAZARET. FIESTA EL 19 DE MARZO
En el Evangelio se dice lo siguiente: «José hizo
lo que el ángel del Señor le había mandado, y
recibió a su mujer» (Mt 1,24). En estas palabras se encierra la misión que Dios confía a
José, la de ser custodio. Custodio ¿de quién?
De María y Jesús.
¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con
una presencia constante y una fidelidad plena y total, aun cuando no comprende. Desde
su matrimonio con María hasta el episodio de
Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce
años, acompaña en todo momento con esmero
y amor. Está junto a María, su esposa, tanto
en los momentos serenos de la vida como los
difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en
las horas temblorosas y gozosas del parto; en
el momento dramático de la huida a Egipto y
en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa
de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio
a Jesús
¿Cómo vive José su vocación como custodio
de María y de Jesús? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su
proyecto, y no tanto al propio.
José es «custodio» porque sabe escuchar a
Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisa-
mente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer
con realismo los acontecimientos, está atento
a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones
más sensatas. En él vemos cómo se responde
a la llamada de Dios, con disponibilidad, con
prontitud; pero también vemos cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos
a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás y salvaguardar la creación entera.
Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una
dimensión que antecede y que es simplemente
humana, corresponde a todos. Es custodiar
toda la creación, la belleza de la creación, es
decir, tener respeto por todas las criaturas de
Dios y por el entorno en el que vivimos. Es
custodiar a la gente, el preocuparse por todos,
por cada uno, con amor, especialmente por los
niños, por los ancianos, por los enfermos y por
los pobres, es decir, por quienes son más frágiles y que, a menudo, se quedan en la periferia
de nuestro corazón.
Es preocuparse uno del otro, por ejemplo, en
la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los
hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores – en custodios – de sus
padres. Es vivir con sinceridad las amistades,
que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo
está confiado a la custodia del hombre, y es
una responsabilidad que nos afecta a todos.
Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido
y desértico. Y es que, por desgracia, en todas
las épocas de la historia existen «Herodes»
que traman planes de muerte y que destruyen
y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.
Es necesario por tanto que, todos los que
ocupan puestos de responsabilidad en nuestra sociedad así como los hombre y mujeres
de buena voluntad, descubran//descubramos
que estamos llamados a ser «custodios» de
toda la creación. Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos.
Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir
entonces vigilar sobre nuestros sentimientos,
nuestro corazón, porque ahí es de donde salen
las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener
miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de
la ternura.
Y no quiero terminar esta reflexión sin subrayar un aspecto: el preocuparse, el custodiar,
requiere bondad, pide ser vivido con ternura.
En los Evangelios, san José aparece como
un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero
en su alma se percibe una gran ternura, que
no es la virtud de los débiles, sino más bien
todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y
capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos
tener miedo ni de la bondad ni de la ternura.
San José es el hombre que nos muestra, entre
otras cosas, que la fortaleza, la valentía y la
hombría no están reñidas ni con la bondad ni
con la ternura.
LA FE NO ESTÁ REÑIDA CON LA SANA DIVERSIÓN
LA ORACIÓN
1. ACLARANDO LAS COSAS
La oración es tan necesaria en nuestra vida espiritual como lo es respirar para nuestra vida del
cuerpo. Desgraciadamente, muchos intentan
encontrar a Dios a través de caminos erróneos
como la meditación trascendental, las técnicas
orientales de meditación, relajación, etc.
En todos estos casos, se habla del espíritu y de
un ser superior, un dios cósmico, un dios presente en los elementos que conforman el universo y los ejercicios que realizan los centran
en ellos mismos, pues buscan como único fruto
“sentirse bien”, estar en paz con ellos mismos.
La oración cristiana es muy diferente a estas
técnicas que están de moda, porque es una
oración personal (de persona a persona) en la
que nosotros hablamos con Dios que nos creó,
nos conoce y que nos ama. Nuestro Dios es
una persona, no algo etéreo como una energía,
el cosmos o el universo.
No es un dios “cósmico”, es un Dios con el que
podemos dialogar de persona a persona porque nos conoce a cada uno y sabe qué es lo
que necesitamos. Dios es un Padre que nos
ama, y con la oración nosotros participamos de
su amor. Es un Padre que llena de bendiciones
a sus hijos. La oración cristiana da frutos, no
sólo con uno mismo sino con los demás, nos
hace crecer en el amor a Dios, a los seres humanos y a toda la creación.
Algunos quizá, hayamos alguna vez intentado
orar con toda nuestra buena voluntad, pero los
esfuerzos que hicimos no dieron el fruto que
esperábamos y terminamos desanimados y
abandonando la oración.
¿Por qué nos pasa esto? Porque no sabemos
orar, necesitamos aprender a orar. Si aprendemos a orar, encontraremos en Dios la respues-
ta a todas nuestras inquietudes, encontraremos
la paz espiritual y nuestro corazón se encontrará dispuesto para dar y recibir amor.
La oración ilumina y fermenta toda nuestra vida
y nos hace crecer interiormente. Dios se convierte en un Alguien en nuestras vidas y no es
sólo una “idea” sin vida. El diálogo continuo con
Dios se vuelve parte de nuestra vida cotidiana.
2. REQUISITOS PARA ORAR
2.1. Para orar, es necesario querer orar.
2.2. La oración es buscar a Dios, es ponernos
en contacto con Dios, es encontrarnos con
Dios, es acercarnos a Dios.
2.3. Orar es llamar y responder. Es llamar a
Dios y es responder a sus invitaciones. Es un
diálogo de amor, de amistad.
2.4. Quien tiene el hábito de orar, en su vida
ve la acción de Dios en los momentos de más
importancia, en las horas difíciles, en la tentación, etc.
2.5. En cambio, si no oramos con frecuencia,
vamos dejando morir a Dios en nosotros y vendrán otras cosas a ocupar el lugar que solo a
Dios le corresponde.
3. ¿POR QUÉ NOS DESANIMANOS EN LA
ORACIÓN?
- Algunas veces podemos desanimarnos en la
oración, porque creemos que estamos orando,
pero lo que hemos hecho no es propiamente
oración.
3.1. Lo que no es oración:
- Si no se dirige a Dios, no es propiamente oración.
- Si no buscamos una comunicación con Dios,
sino únicamente una tranquilidad y una paz interior, no estamos orando, sino buscando un
beneficio personal.
- Si no interviene la persona con todo su ser
(afectos, inteligencia y voluntad) no es oración.
- Si no hay humildad y esfuerzo no es oración.
Para orar es necesario reconocer que necesitamos de Dios.
- Si no hay un diálogo con Dios, no es oración.
- Cuando retamos o exigimos a Dios tampoco
estamos orando.
- Si no nos sentimos poco a poco más identificados con Jesucristo no hemos hecho oración.
- Si no tenemos un fruto de más amor a Dios, al
prójimo y a toda la creación, no hemos hecho
oración.
en la Iglesia muchos imposibles conseguidos
por la oración.
- La oración es confiada: al orar se tiene la certeza de que Dios no nos va a fallar y esto debe
transformar nuestra vida.
- La oración, siempre debe estar precedida del
perdón: antes de orar debemos limpiar nuestro
corazón.
- La oración es necesaria para no caer en tentación: nos fortalece para vivir siempre cerca
de Dios.
3.2. Características de la oración:
- La oración se dirige a Dios y no necesita de
muchas palabras: Él conoce lo que nos pasa.
- La oración debe ser perseverante: tener paciencia en establecer ese diálogo con Dios.
- La oración debe ser insistente: no abandonarla a la primera sino insistir.
- Para orar es necesario ser humildes: es enriquecerse partiendo de nuestra pobreza para
abrirnos a la riqueza de Dios.
- La oración es poderosa: se pueden observar
4. CONSEJOS PARA LA ORACIÓN
Cuando comencemos a orar es muy conveniente hacer un ejercicio de reflexión para preparar nuestro corazón. Consiste en detenernos
un momento a pensar qué es lo que estamos
haciendo, con quién estamos hablando. Es
necesario dedicar cada día unos minutos a la
oración personal y es que, así como dormimos,
comemos, trabajamos y descansamos la oración debe formar parte de nuestra vida diaria.
INVITACIÓN A CHARLA INFORMATIVA: COMPÁS 60PLUS
Plática informativa sobre los servicios ofrecidos por Spitex de la ciudad de Lucerna y por la Cruz
Roja Suiza en Lucerna
Jueves, 16 de abril de 2015 de 19:00 – 20:30 hs
Misión Católica de Lengua Española, Weystrasse 8, 6006 LUCERNA
¿Sabía usted que puede dirigirse al Spitex si necesita ayuda en los quehaceres de la casa o en
el cuidado de una enfermedad? Y ¿sabía usted que la Cruz Roja Suiza de la Sección Lucerna le
ofrece servicios de transporte, servicios de visitas y de acompañamiento así como ayuda en el
cuidado de familiares enfermos?
Recibirá ésta y otras informaciones del personal especializado del Spitex de la ciudad de Lucerna
y de la Cruz Roja Suiza en Lucerna. Habrá traducción al español.
Para la ciudad de Lucerna es importante que las personas mayores de habla hispana y sus familias
reciban información sobre los importantes servicios ofrecidos por los sectores sociales y de salud.
Usted está cordialmente invitado a esta plática informativa. El Centro de Gerontología se alegrará
de recibirle.
AZB
6006 LUZERN
Adressänderungen an: Spanier-Mission, Weystrasse 8, 6006 Luzern
HORARIO DE SEMANA SANTA
Domingo de Ramos (29 de marzo): Misa a las 09:00 hs. en Sursee. Las personas deben llevar
su “ramo” para ser bendecido
Misa a las 11:00 hs. en Lucerna
Martes Santo (31 de marzo): Rezo del Santo Rosario en Maria Hilf a las 17:00 hs
Miércoles Santo (1 de abril): Viacrucis en Maria Hilf a las 17:00 hs
Jueves Santo (2 de abril): Confesiones de 18:30 – 19:30 hs.
Celebración de la Última Cena del Señor a las 19:30 hs.
Viernes Santo (3 de abril): Confesiones de 16:00 – 17:00 hs.
Santos Oficios de la Pasión del Señor a las 17:00 hs
Sábado Santo (4 de abril): Confesiones de 18:30 – 19:30 hs
Celebración de la Vigilia Pascual en Maria Hilf a las 19:30 hs
Domingo de Resurrección (5 de abril):
Misa a las 09:00 hs. en Sursee
Misa a las 11:00 hs en María Hilf