LA PRESENCIA DE CHINA EN SUDÁFRICA Y ZIMBABUE. LAS DOS CARAS DE LA COOPERACIÓN SUR-SUR. (2000-2010) LAURA MARÍA HOSMAN PASQUALE UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO FACULTAD DE RELACIONES INTERNACIONALES BOGOTA D.C. 2015 “La presencia de China en Sudáfrica y Zimbabue. Las dos caras de la Cooperación Sur-Sur (2000-2010)” Estudio de caso Presentado como requisito para optar al título de Internacionalista En la Facultad de Relaciones Internacionales Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario Presentado por: Laura María Hosman Pasquale Dirigido por: Diana Andrea Gómez Semestre I, 2015 RESUMEN El presente estudio de caso analiza la presencia de China en Sudáfrica y Zimbabue, para tratar de entender los intereses del gigante asiático al llevar a cabo proyectos de Cooperación Sur-Sur en el periodo 2000-2010. Se busca analizar cómo la política exterior de China hacia Zimbabue y Sudáfrica enfocada en la Cooperación Sur-Sur, visibiliza las intenciones del primero de incentivar el desarrollo económico de estos países africanos y al mismo tiempo genera ambivalencia del manejo de los mecanismos de cooperación para el desarrollo en beneficio propio. Para lo anterior, se estudia la forma en la que China entiende la Cooperación Sur-Sur y su incidencia en la política exterior con ambos países. Igualmente se analiza el desarrollo de las relaciones entre las partes señaladas, teniendo en cuenta los principales proyectos promovidos por China y finalmente se compara el rol desempeñado por el país asiático. Palabras clave: China, Sudáfrica, Zimbabue, Cooperación Sur-Sur, proyectos de desarrollo. ABSTRACT This case study examines China's presence in South Africa and Zimbabwe, to try to understand the interests of the Asian country in carrying out projects for South-South Cooperation from 2000 to 2010. It seeks to analyze how the foreign policy of China towards this African countries, focused on South- South Cooperation, exposes the intentions of China to encourage economic development in South Africa and Zimbabwe, but simultaneously generates ambivalence on the management of cooperation mechanisms for its own benefits. To achieve the above, it’s important to study how China understands South-South Cooperation and its impact on foreign policy with both African countries. The paper also studies the development of relations between the aforementioned parties, taking into account the main projects promoted by China. Key words: China, South Africa, Zimbabwe, South-South Cooperation, development projects. CONTENIDO Pag. INTRODUCCIÓN 7 1. LA COOPERACIÓN SUR-SUR DESDE EL PUNTO DE VISTA DE CHINA Y LA INCIDENCIA EN LA POLÍTICA EXTERIOR HACIA SUDÁFRICA Y ZIMBABUE 1.1. Resurgimiento de China en el escenario internacional 1.2. La doctrina del Desarrollo Pacífico y la Política Exterior de China 11 11 12 1.3. China como un donante emergente y su relación con la Cooperación SurSur 1.4. Relaciones de China con Sudáfrica y Zimbabue 16 19 2. LA COOPERACION SUR-SUR DE CHINA EN ÁFRICA: PROYECTOS DE DESARROLLO EN SUDÁFRICA Y ZIMBABUE 2.1. Perspectivas generales 23 23 2.2. Proyectos de CSS en Sudáfrica dirigidos a los sectores agrícola, minero y energético 28 2.3. Proyectos de CSS en Zimbabue enfocados en agricultura, minería y recursos energéticos 31 3. EL ROL DESEMPEÑADO POR CHINA EN SUDÁFRICA Y ZIMBABUE: EVIDENCIAS PARA ESTABLECER LA DOBLE VÍA DE LA COOPERACIÓN 3.1. La actuación de China en Sudáfrica 34 34 3.2. La actuación de China en Zimbabue 4. CONCLUSIONES BIBLIOGRAFIA ANEXOS 36 41 LISTA DE ANEXOS Anexo 1. Tabla. Índice Ibrahim de Gobernanza Africana 2014 Anexo 2. Documento oficial. Implementación de la estrategia “Going out” Anexo 3. Tabla. Efecto inversión china en la generación de empleo de Sudáfrica INTRODUCCIÓN El presente trabajo de grado busca indagar acerca de las relaciones de la República Popular de China con dos países africanos, Zimbabue y Sudáfrica, en materia de cooperación para el desarrollo, más específicamente en el contexto de Cooperación Sur-Sur en el periodo 2000-2010. El objetivo final al que apunta la investigación es tratar de establecer si la Cooperación Sur-Sur llevada a cabo por el gigante asiático en estos dos países está generando beneficios mutuos y desarrollo sostenible a largo plazo o si, por el contrario, las intenciones chinas en Sudáfrica y Zimbabue pueden reducirse a sacar provecho de los recursos y oportunidades presentes en estos países. En este sentido, la pregunta que dirige el trabajo es ¿Cuáles han sido los intereses de China en Sudáfrica y Zimbabue al promulgar una política exterior centrada en la Cooperación Sur-Sur con estos dos Estados? (20002010) Para poder llegar a una conclusión con respecto a la presencia de China en estos países africanos es necesario estudiar la forma en la que China entiende la Cooperación Sur-Sur y su incidencia en la política exterior con Sudáfrica y Zimbabue. Igualmente se requiere analizar el desarrollo de las relaciones entre las partes señaladas, en materia de Cooperación Sur-Sur, teniendo en cuenta los principales proyectos promovidos por China y destinados al desarrollo en ambos países africanos. Y finalmente, comparar el rol desempeñado por China tanto en Sudáfrica como en Zimbabue. Una respuesta preliminar a la pregunta que alimenta el presente trabajo afirma que la política exterior de China hacia Zimbabue y Sudáfrica enfocada en la Cooperación Sur-Sur, visibiliza las intenciones del primero de incentivar el desarrollo económico y alianzas con estos países africanos. No obstante, también se demuestra la ambivalencia del manejo de los mecanismos de cooperación para el desarrollo en beneficio propio, al concentrarse en proyectos de aseguramiento de recursos naturales y en la consolidación de mercados extranjeros. 7 El presente trabajo consiste en un estudio de caso en la medida en que se busca analizar una unidad específica que vendría a ser la Cooperación Sur-Sur de China en Zimbabue y Sudáfrica. Adicionalmente el análisis del caso se hará teniendo en cuenta un periodo establecido de tiempo que va desde el año 2000 hasta el 2010. La escogencia de este periodo se debe al hecho de que fue en octubre de 2000 que se realizó la primera conferencia ministerial del Foro para la Cooperación entre China y África (FOCAC), en la cual se expresaron las intenciones por parte de China de ampliar las relaciones de cooperación con África y por ende, es a partir de esta fecha que se evidencia un incremento en el número de proyectos de desarrollo en dicho continente. Aunque el trabajo de investigación es un estudio de caso, que en un principio se limita a describir los hechos y situaciones específicas en Zimbabue y Sudáfrica con lo relacionado a la Cooperación Sur-Sur generada por China, en un segundo momento se busca llegar a un nivel analítico teniendo en cuenta los proyectos específicos que se están llevando a cabo en ambos países para así poder vislumbrar el objetivo principal de este trabajo que consiste en evidenciar las dos caras de la Cooperación Sur-Sur. En cuanto al tipo de fuentes que serán utilizadas para la elaboración del estudio de caso se puede decir que serán en su mayoría fuentes secundarias debido a la lejanía en todos los sentidos de la unidad de análisis. A su vez, se hará uso de fuentes académicas que permiten un entendimiento sobre los conceptos claves de la Cooperación Sur-Sur, así como de la política exterior de China y los principales conceptos en los que esta se basa. Igualmente se acudirá a fuentes empíricas así como a noticias documentadas en distintos medios de comunicación, que en este caso permiten la obtención de los datos y cifras claves de la cooperación y los proyectos llevados a cabo en Sudáfrica y Zimbabue, y que permitirán hacer un análisis óptimo de la situación. La trascendencia del presente estudio de caso se debe en gran parte a que en la actualidad estamos siendo testigos del despertar de China con respecto al resto del mundo y a que vemos cómo las relaciones del gigante asiático con África están 8 en auge. El hecho de que China haya pasado hace relativamente poco de ser un receptor de ayuda internacional a uno de los principales promotores de la Cooperación Sur- Sur a través de distintos proyectos tanto en Zimbabue como en Sudáfrica, llaman la atención sobre este escenario. Adicionalmente se debe tener en cuenta que luego de la década de los 90 fue cuando China realmente empezó a redirigir su política exterior hacia el continente africano, lo cual se debió en gran parte a su altísimo crecimiento económico para el cual necesitaba de una gran cantidad de recursos tales como petróleo. Igualmente, el hecho de que el debate sobre la presencia de China en África se haya restablecido hace no mucho tiempo, tanto en la esfera académica como política, anima a observar, describir y comprender dicho fenómeno para de esta manera aportar una perspectiva objetiva a través del estudio de las relaciones de China con dos Estados africanos sumamente diferentes. La comunidad internacional se encuentra, en general, a la expectativa de lo que pueda pasar con China. El resurgimiento de este país asiático como una potencia económica llama la atención de un sinnúmero de actores del sistema internacional sobre sus relaciones exteriores y lo que pueda resultar de las mismas, por esta razón se manifiestan inquietudes acerca del rol de China en África, más específicamente en Sudáfrica y Zimbabue. La escogencia de estos dos países africanos se da porque son dos de los principales destinos de la cooperación china para el desarrollo, pero adicionalmente porque históricamente las relaciones entre China y cada uno de estos, surgieron de maneras muy distintas como se explicará más adelante. También el hecho de que estos Estados africanos, a pesar de pertenecer al mismo continente y compartir fronteras terrestres, sean tan disimiles en su realidad política, social y económica, hace que la investigación sea interesante. El estudio de caso está dividido en tres capítulos y una sección con las conclusiones finales. En el primer capítulo se presenta el resurgimiento de China en el escenario internacional, la política exterior del país asiático y la importancia de la doctrina del desarrollo pacífico en la misma. Además se hace un análisis de 9 China como un donante emergente y la relación del país con la Cooperación SurSur para finalmente abordar las relaciones existentes entre China y cada uno de los países africanos. A lo largo del segundo capítulo se estudia la Cooperación Sur-Sur de China en a través de los proyectos de desarrollo en Sudáfrica y Zimbabue en sectores específicos que incluyen agricultura, minería y energía. En el tercer capítulo se hace un balance las consecuencias tanto positivas como negativas que tuvieron los distintos proyectos de cooperación para el desarroll0 promovidos por China en Sudáfrica y en Zimbabue, e igualmente se revisan algunas reacciones de la presencia del gigante asiático en ambos países con el fin de poder establecer en las conclusiones, la última sección del trabajo, si existe realmente o no una doble vía de la cooperación sur- sur en el contexto estudiado. Finalmente es importante resaltar el hecho de que se presentaron dificultades metodológicas a la hora de llevar a cabo la investigación y lo cual llevó a un cambio en el uso de las fuentes para el análisis. En un principio se iba a hacer uso de una base de datos en la que se presentaban estudios de los distintos proyectos de cooperación china en los dos países africanos en cuestión. Sin embargo, debido a la falta de disponibilidad de estos, finalmente se recurrió al uso de medios de comunicación occidentales, chinos y africanos, para hacer un estudio de los proyectos que tuvieron lugar en los sectores de la agricultura, minería y recursos energéticos. Con el desarrollo del presente texto se espera que el lector pueda tener un entendimiento acerca de los beneficios y riesgos que ha llevado la cooperación para el desarrollo de China hacia África y le permita dejar de lado prejuicios comunes acerca del rol de Beijing en los países en vías de desarrollo. 10 1. LA COOPERACIÓN SUR-SUR DESDE EL PUNTO DE VISTA DE CHINA Y LA INCIDENCIA EN LA POLÍTICA EXTERIOR HACIA SUDÁFRICA Y ZIMBABUE. 1.1 Resurgimiento de China en el escenario internacional Con la llegada al poder de Deng Xiaoping en 1978, empiezan una serie de reformas que desenlazarían, años más tarde, en el resurgimiento de China como una potencia emergente y todo lo que esta posición en el sistema internacional implica. En términos generales se puede decir que las reformas más profundas, promovidas por Deng Xiaoping, fueron sobre todo de carácter económico. La implementación de dichas reformas trajo consigo no pocas consecuencias, por ejemplo como lo explica Clara García Fernández en el ensayo titulado Las reformas económicas en China y su irrupción en el mercado internacional, [Dichas reformas]conducirían al país hacia un sistema económico prácticamente de libre mercado mediante los pasos habituales en cualquier proceso de transición: la creación de mercados (…); la liberalización de precios; la eliminación de obstáculos a la competencia entre empresas; y la modificación de ciertos elementos institucionales de manera que existieran incentivos a la maximización de beneficios. (2008, pág. 83) En ese sentido no se pueden dejar de nombrar las 4 modernizaciones promovidas por Deng Xiaoping con el objetivo de fortalecer la economía china y las cuales se enfocaron en los sectores de agricultura, industria, defensa y finalmente ciencia y tecnología. A pesar del enfoque económico de las transformaciones que empezaron a tener lugar en China también se debe hablar de otros cambios que fueron implementados en su momento y que llevaron a que el país asiático cambiara drásticamente su posición y por ende su rol en el sistema internacional. Por ejemplo, es importante recordar la política de puertas abiertas, la cual tuvo efectos muy notables en las relaciones de China con la comunidad internacional debido al cambio que se dio en cuanto a su política exterior. Dicha política llevó a China hacia una “apertura a las relaciones comerciales con el exterior, la inversión extranjera 11 directa y la tecnología foránea” (García, 2008, pág. 84). Desde 1980 el gobierno de Deng Xiaoping empezó a fomentar lazos en materia de cooperación técnica y tecnológica con países avanzados y abrió a China al comercio internacional. Ahora bien, 36 años después del inicio de las reformas iniciadas por Deng Xiaoping, se puede decir que estas han sido efectivas en la medida en que lograron que el país tuviera durante periodos largos un crecimiento económico nunca antes visto y además que en la actualidad China posea una de las economías más dinámicas del mundo. Igualmente se puede seguir hablando de cambios importantes con lo que respecta a este país asiático y en ese sentido es necesario ser conscientes de que “la política exterior de Pekín, como su transformación social y económica, es un proceso en marcha. China es una potencia en ascenso cuya creciente presencia global está alterando el mapa económico y estratégico del mundo (…)” (Delage, 2011, pág. 151). 1.2. La doctrina del Desarrollo Pacífico y la Política Exterior de China Como se vio anteriormente, la posición de China en el sistema internacional ha cambiado de tal manera que en la actualidad tiene mayor influencia en el mismo, además las relaciones con los demás Estados y actores de la comunidad internacional son cada vez más diversas y por medio de las mismas este país ha logrado un mayor protagonismo en el escenario global y aún más en el regional. Sin embargo, este nuevo rol de China puede resultar preocupante para otros Estados que se pueden llegar a sentir amenazados por el desarrollo del gigante asiático, de hecho el Partido Comunista Chino (PCCh) es tan consciente de las inquietudes que pueden surgir en distintos ámbitos que desde hace varios años decidió promover una serie de políticas que buscan generar una imagen positivas y amigable de la República China alrededor del mundo. Con respecto a lo anterior, es pertinente recordar que fue a partir de 1996 cuando altos funcionarios del gobierno empezaron a plantear un nuevo concepto de seguridad, entendido desde un contexto de postguerra fría y el cual tendría diversas 12 consecuencias en la política exterior del país. Específicamente, fue durante la 52 Asamblea General de las Naciones Unidas que Qian Qichen, Ministro de Asuntos Exteriores en ese entonces, expuso la propuesta del gobierno chino acerca de la concepción de la seguridad para la post guerra fría. Tal como lo explica Manuel de Jesús Rocha en su escrito China en transformación: La doctrina del Desarrollo Pacífico, el gobierno comunista consideró en ese momento que Los sistemas de seguridad basados en las alianzas militares o carrera armamentista se habían vuelto insuficientes para alcanzar la paz; las relaciones entre los Estados deberían basarse en los 5 principios para la coexistencia pacífica1; la economía internacional debía convertirse en una base para la seguridad regional y global, en el marco del beneficio mutuo y las practicas entre iguales; todos los países deberían crear mecanismos de consulta y cooperación en el área de seguridad e incrementar el entendimiento y la confianza mutuos con el fin de resolver los conflictos de manera pacífica. (Rocha, 2006, pág. 695) Esta propuesta no sólo demuestra que el gobierno de la RPC entendió que la globalización podía ser vista como un pretexto para tal concepto de seguridad en el que la cooperación era de suma importancia, sino que además por medio de la misma estaba planteando un orden internacional alternativo al existente, pero sin desafiar de manera directa a algún otro Estado. Entonces se puede decir que China estaba empezando a figurar sutilmente en el escenario internacional sin querer entrar en conflictos con las potencias establecidas. Posteriormente, en el 2003 el gobierno chino ve la necesidad de frenar un par de visiones anti-chinas que estaban rondando en la comunidad internacional y que a mediano o largo plazo podrían afectar sus intereses. Por un lado se encontraba la teoría de “la amenaza china” y también rondaba en el momento la teoría sobre “el colapso de China”. La respuesta que en un principio ideó el PCCh se materializó en la Teoría del Asenso Pacífico la cual fue desarrollada principalmente por académicos especializados en relaciones internacionales. Uno de los mensajes más importantes que quería difundir el gobierno era la posición de China como una potencia emergente pero responsable. En respaldo a dicha propaganda “pro-china” se utilizaron dos máximas confucianas tradicionales, 1 Son los principios en los cuales se basa la política exterior china y consisten en el “respeto mutuo por la soberanía e integridad territorial, no agresión mutua, no intervención en los asuntos internos de los demás Estados, equidad y beneficio mutuos y coexistencia pacífica” (Roy 1998, pág. 40). 13 que el autor nombra citando a Sin Yee Chan “No hagas a otros lo que no quieres para ti mismo y quien ayuda a otros se ayuda así mismo” (Rocha, 2006, pág. 708). Teniendo en cuenta la presentación que el primer ministro Wen Jiabao hizo en su momento acerca de la teoría del Ascenso Pacífico, se puede decir que esta se basó en cinco puntos básicos que incluían: sacar provecho de la paz mundial para promover el desarrollo de China y al mismo tiempo defender la paz mundial por medio del desarrollo de China; para lo anterior basarse en el auto-fortalecimiento de China y en su trabajo independiente; continuar con la política de apertura y una activa serie de intercambios económicos y comerciales con el resto del mundo; no representar un obstáculo o amenaza para el desarrollo de algún otro Estado, ni actuar a expensas de algún país en particular. (Rocha, 2006, pág. 710) A pesar de que el término “ascenso pacífico” fue adoptado para generar una imagen positiva de China y borrar cualquier temor que el desarrollo de este país pudiera generar, se empezó a debatir sobre si realmente el término era adecuado o no. Muchos intelectuales expresaron que el término podría mandar un mensaje erróneo y podría seguir siendo amenazante para algunos. Es por lo anterior que a partir del 2004 se empieza a emplear el término “desarrollo pacífico”. Este concepto pasó de ser una propaganda en favor de China a ser la política exterior del país durante el gobierno de Hu Jintao. La teoría de Desarrollo Pacífico “enfatiza la importancia del poder blando para garantizar el rápido desarrollo de China, rechazando confrontaciones con otras potencias” (Rocha, 2006, pág. 713). En el año 2011 el gobierno publicó un documento denominado China’s Peaceful Development en el cual se presentan los principales objetivos y principios relacionados con la doctrina del Desarrollo Pacífico. En un primer momento el texto define lo que se conocerá como el camino del desarrollo pacífico en el cual China debe desarrollarse defendiendo la paz del mundo y al mismo tiempo debe contribuir a la paz del mundo por medio de su propio desarrollo. El desarrollo se debe lograr con los propios medios del país y por medio de la innovación y las reformas. China debe abrirse al resto del mundo y aprender de las experiencias de otros países. Se debe buscar el beneficio mutuo y el desarrollo común con otros 14 países, siempre en armonía con la tendencia de la globalización económica. China debe trabajar con los demás Estados para construir un mundo armonioso, con paz duradera y prosperidad. (Central People’s Government of the People’s Republic of China, 2011)2 El gobierno de China decidió que para poder lograr los objetivos planteados por medio de la doctrina del desarrollo pacífico, el desarrollo tendría distintas perspectivas. En ese sentido el gigante asiático aboga por un desarrollo científico, independiente, abierto, pacífico, común y basado en la cooperación. El objetivo principal del camino del Desarrollo Pacífico es por un lado promover desarrollo y armonía en el contexto nacional, pero además buscar la cooperación y la paz a nivel internacional. Según el gobierno, China busca “hacer que la vida de su gente sea mucho mejor y contribuir al progreso humano por medio del trabajo arduo, la innovación y las reformas” (Central People’s Government of the People’s Republic of China, 2011, párr. 1). En dicho texto del gobierno también se expone lo que será la política exterior china en el contexto del Desarrollo Pacífico y se plantean cinco fundamentos para llevarla a cabo, los cuales incluyen promover la construcción de un mundo armonioso; promover una política exterior de paz y que sea independiente; promover una nueva concepción de seguridad basada en la confianza mutua, los beneficios mutuos y la coordinación; vivir activamente la responsabilidad internacional; promover la cooperación regional y las buenas relaciones entre vecinos. (Central People’s Government of the People’s Republic of China, 2011) Resumiendo el contenido de cada uno de estos aspectos anteriores se puede decir que por medio de su política exterior China busca promover la democracia en las Relaciones Internacionales, hacer que la globalización sea un proceso de beneficios mutuos para todos los Estados, respetar y promover la diversidad y el progreso de la humanidad, fortalecer la cooperación para así poder dar solución a las disputas pacíficamente. Teniendo en cuenta que una gran parte de la bibliografía consultada se encuentra en inglés, un número importante de las citas en el presente texto corresponden a una traducción libre del autor. 2 15 1.3. China como un donante emergente y su relación con la Cooperación Sur-Sur El surgimiento de la Cooperación Sur-Sur (CSS) se dio luego de la Conferencia de Bandung la cual tuvo lugar en 1955. Se puede decir que a partir de este encuentro surge una conciencia de los países del Tercer Mundo, la cual toma la solidaridad entre aquellos países en vías de desarrollo como una de sus herramientas y lemas principales. Entendiendo las preocupaciones y requerimientos de estos países, se puede decir que la razón de ser de este nuevo movimiento en la comunidad internacional es la asimetría existente en el sistema internacional y es precisamente por eso, que surge un diálogo político que años después desenlazaría en el Movimiento de los No Alineados y el Grupo de los 77. Como lo explican Miguel Lengyel y Bernabé Malacalza en el estudio ¿De qué hablamos cuando hablamos de cooperación sur-sur? Conceptos, actores y agenda de investigación, desde los inicios de la CSS esta tenía como objetivo “crear una conciencia cooperativa que le permita al sur reforzar su capacidad de negociación con el Norte, a través de la adquisición de mayores márgenes de maniobra internacional y con ellos mayor autonomía decisional para afrontar y resolver problemas comunes” (Lengyel y Malacalza, 2010, pág. 10). La CSS consiste en “toda aquella acción de cooperación promovida por gobiernos de países del sur o instituciones multilaterales/regionales en las que participen estos gobiernos, que incluya la transferencia de recursos financieros (…) y/o de capacidades genuinas hacia un país socio con el objetivo de promover el desarrollo económico y social” (Lengyel y Malacalza, 2010, pág. 13). Teniendo en cuenta la anterior definición de CSS, se puede afirmar que este tipo de cooperación buscar principalmente que se generen efectos positivos para el desarrollo de aquellos países que reciben la ayuda, respetando sus políticas locales y siempre teniendo en cuenta el lema de la solidaridad entre iguales que nombró anteriormente. 16 Ahora bien, con respecto a la participación de China en acciones de CSS, el gobierno utiliza principalmente un instrumento denominado Government Sponsored Investments (GSI). Según Lengyel y Malacalza (2010) el gobierno chino considera que los GSI hacen parte de la CSS, debido a que se llevan a cabo por medio de acuerdos bilaterales y en condiciones benéficas para los países que reciben la cooperación, no hay riesgos reales para las empresas estatales, no existe apropiación por parte de China de los resultados y finalmente tienen un impacto de gran importancia en el desarrollo del país receptor. Para entender la CSS que actualmente lleva a cabo el gobierno chino, es necesario tener claridad sobre una serie de variables que finalmente son las que determinan la manera en la que tiene lugar dicha cooperación. Estas variables como las definen Lengyel y Malacalza son: la modalidad que consiste en las acciones ejecutadas por medio de la CSS como por ejemplo asistencia técnica, préstamos concesionales, subvenciones, inversiones patrocinadas por el Estado, entre otros y además tiene que ver con la forma que asume la CSS en la práctica, es decir bilateral, triangular, regional; el volumen que se refiere al monto de dinero destinado a la CSS; el alcance el cual está relacionado con la distribución de la cooperación por región o país; el perfil sectorial que hace referencia al área temática en la que se enfoca la cooperación; la lógica detrás de la cooperación que incide en el direccionamiento de la ayuda, es decir las motivaciones e intereses y relevancia para la política exterior; el posicionamiento frente a la tradicional Cooperación Norte-Sur y compromiso con la Agenda de París; y finalmente el enfoque que hace referencia a la concepción del país donante acerca de la cooperación, la relación entre donante y receptor, el grado de permanencia y las condiciones exigidas. Teniendo en cuenta los criterios nombrados anteriormente, se puede decir que China se inclina principalmente a la cooperación bilateral en la medida en que privilegia las relaciones entre Estados. Lo anterior no quiere decir que China no realice cooperación regional o triangular y/o por medio de instituciones distintas a los Estados. De hecho existen varios mecanismos regionales de CSS a los cuales 17 pertenece China, como por ejemplo la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el FOCAC o el Grupo de Shanghái. Por otro lado, con respecto a la modalidad de cooperación utilizada por China, como ya se dijo anteriormente los Government Sponsored Investments o GSI que según Lengyel y Malacalza ocupan un 53% y en un segundo lugar los préstamos concesionales que ocupan el 42%. (2010, Pág. 23) Con respecto al volumen estimado en dólares dirigidos a la CSS se debe tener en cuenta un factor característico de China y que puede llegar a ser un obstáculo a la hora de analizar las cifras. Esto es que el gobierno chino no ofrece datos estadísticos confiables y por ende hay ausencia de información precisa sobre el volumen de los fondos destinados a la cooperación. Del estudio realizado por Lengyel y Malacalza es posible afirmar que la tendencia del volumen ha tenido un aumento exponencial en los últimos años y el dinero se dirige principalmente a proyectos de infraestructura en África. Además, el gobierno de China también direcciona parte de sus recursos a sectores tales como agricultura, salud, educación y muchas de sus inversiones patrocinadas van a la explotación de fuentes energéticas. En lo que tiene que ver con la lógica y el enfoque del gobierno chino frente a la Cooperación, se puede decir que la posición fue planteada en 1964 por el Premier Zhou Enlai cuando presentó los 8 principios de la cooperación china dirigida a países en vías de desarrollo. Según el gobierno, estos principios demuestran la sinceridad con la que China pretende generar cooperación en África, Asia y América Latina. Los principios se refieren a la amanera en la que se llevará a cabo la CSS y establecen que al ofrecer ayuda a otros países, el gobierno chino dice basarse siempre en el principio de la equidad y el beneficio mutuo, igualmente hace énfasis en que en el marco de la cooperación se respeta la soberanía de los demás Estados y nunca se exigen condicionalidades o privilegios a cambio, también se afirma que la ayuda económica se presta en forma de préstamos sin interés o con intereses bajos y el tiempo de repago se extiende lo necesario para alivianar la carga al país 18 recipiente. En un documento en el que el gobierno explica la historia diplomática china, se explica que El propósito de la cooperación no es hacer que los países socios se vuelvan dependientes de China, sino que inicien un desarrollo independiente; el gobierno chino intenta ayudar a los recipientes a construir proyectos que requieran menos inversión pero que generen resultados más rápidamente, y así el país beneficiado pueda incrementar su capital; el gobierno provee los equipos y material a los precios del mercado internacional, igualmente al ofrecer asistencia técnica, si el país recipiente no cuenta con personal cualificado, expertos chinos se desplazarán para llevar a cabo las labores necesarias, sin la posibilidad de hacer demandas especiales. ( Ministry of Foreign Affairs of the People’s Republic of China, s.f., párr. 4) En ese sentido, es importante hacer énfasis en que el interés del gobierno chino al realizar acciones propias de la CSS es “generar una imagen de China como un país responsable comprometido a escala global y, al mismo tiempo, asegurar la provisión energética contribuir a alcanzar objetivos diplomáticos [como por ejemplo] lograr apoyo en foros internacionales, reconocer el principio de una sola China en rivalidad con la posición taiwanesa, entre otros” (Lengyel y Malacalza, 2010, pág. 33). Con respecto a lo mencionado anteriormente, es pertinente hacer una breve consideración sobre la perspectiva del gobierno chino acerca de su papel jugado en la Cooperación Sur-Sur. En ese sentido China se considera a sí misma como Uno de los países en desarrollo más grandes del mundo y que siempre ha concedido gran importancia a la cooperación Sur-Sur. China considera a la cooperación amistosa con otros países en desarrollo como una importante piedra angular de su política exterior. Esa cooperación y asociación cubren una amplia gama de áreas y toma formas muy diversificadas, y constituye una parte integral de la cooperación Sur-Sur global en su conjunto. (United Nations Development Programme [UNDP], 2014a, párr., 2) 1.4. Relaciones de China con Sudáfrica y Zimbabue Se podría decir que las relaciones de China con Zimbabue y Sudáfrica se dan debido a la necesidad de reconocimiento internacional, es esta situación la que lleva a la RPC a buscar nuevos aliados en el continente. Por ejemplo, en el caso específico de Zimbabue, la relación inicia con el apoyo a la lucha independentista que, para ese entonces, estaba llevando a cabo Robert Mugabe en la década de los años 60. El gobierno chino se dio cuenta y aprovechó el hecho de que la URSS le 19 dio la espalda a Mugabe cuando este pidió asistencia armamentística para su lucha. Entonces “China identificó estas crecientes diferencias y hábilmente estableció relaciones con Zanu [partido al que pertenece Mugabe] antes de la independencia de Zimbabue en 1980” (Eisenman 2005, pág. 9). Desde entonces, las relaciones entre ambos Estados han sido altamente cuestionadas debido a la presencia del régimen despótico de Mugabe, no obstante China ha respondido a las críticas que se le hace apoyándose en su política de no intervención en los asuntos internos de los demás Estados. El gobierno de China también inició una búsqueda de reconocimiento por parte de Estados africanos y esta tuvo lugar con el establecimiento de relaciones entre los gobiernos locales de China, es decir las provincias, y los gobiernos locales sudafricanos. Un ejemplo que demuestra lo anterior es mencionado por Chris Alden en su libro China in Africa, y se refiere a los lazos que se empezaron a fundar desde provincias chinas con Sudáfrica a partir de 1994. (2007, pág. 29) No obstante del inicio de estas relaciones a nivel local, cabe tener en cuenta que antes de la caída del apartheid no existían relaciones oficiales entre ambos países debido a que la República de Sudáfrica reconocía a Taiwán y esta era una situación que no aceptaba el régimen comunista, por ir en contra de uno de sus principales intereses. Sin embargo, esta situación cambió el primero de enero de 1998, cuando el gobierno de Nelson Mandela decidió reformar su política exterior con respecto a China y empezó su reconocimiento a la República Popular de China. Hoy en día gran parte de las relaciones de China con África se dan en el marco del Foro para la Cooperación entre China y África o FOCAC, por sus siglas en inglés. Dicha instancia nació en octubre de 2000 en una conferencia ministerial que tuvo lugar en Beijing. Desde el surgimiento del FOCAC, “el gobierno chino se comprometió a llevar a cabo un ambicioso programa centrado en proveer 5 billones de dólares por medio de préstamos y créditos, cifra que duplicaría la ayuda para el desarrollo que se tenía hasta el 2009…” (Alden 2007, pág. 2). Con respecto a esta organización internacional, es pertinente subrayar el hecho de que China ha buscado que se diferencie de otros foros de cooperación “del approach 20 neocolonialista de Occidente, ya que destaca el compromiso de los gobernantes y empresarios chinos de crear una asociación estratégica entre ambos actores, inspirada en los beneficios mutuos” (Lechini 2013, pág. 121). A pesar del importante rol que desempeña el FOCAC en lo concerniente al desarrollo de las relaciones de China con África, hay que aclarar que “las actividades económicas oficiales están estructuradas sobre una base bilateral, entre el gobierno central de China y sus bancos estatales y cada uno de los socios africanos” (Lechini 2013, pág. 123). Adicionalmente, es necesario recordar que una de los principales lineamientos que el gobierno chino ha resaltado en cuanto a las relaciones de cooperación con África es la promoción de una política exterior sin ataduras políticas. En otras palabras, el gobierno chino se opone a la intervención en los asuntos políticos de los demás Estados, lo cual se deriva directamente de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica promovidos por el gobierno en relación con su política exterior. A pesar de que estos dos países con los que China ha establecido relaciones presentan diferencias políticas, económicas y sociales a nivel interno, la importancia de ambos para el régimen comunista se puede ver reflejada en el alto flujo de cooperación internacional dirigido tanto a Zimbabue como a Sudáfrica. Según cifras de China Aid Data, una plataforma en línea que busca recopilar el flujo de ayuda para el desarrollo de China hacia África, los proyectos chinos en Zimbabue llegan a representar una cifra de más de 31 billones de dólares (China Aid Data s.f., Country Explorer Zimbabwe) y en Sudáfrica de alrededor de 27 billones de dólares (China Aid Data s.f., Country Explorer South Africa). Comparando estas cifras con el resto de África, se puede llegar a la conclusión de que la cooperación para el desarrollo de China con estos dos Estados se encuentra entre las 5 más altas del continente, cifra que da cuenta de la importancia de ambos países para el gobierno chino. En general se puede decir que la presencia de China en África es argumentada por el gobierno bajo la lógica de Cooperación Sur-Sur, además según 21 Alden se resalta constantemente desde Beijing el hecho de que las relaciones sinoafricanas se basan en la sinceridad, la equidad, el beneficio, la solidaridad y el desarrollo mutuos, características muy propias de este tipo de cooperación. 22 2. LA COOPERACION SUR-SUR DE CHINA EN ÁFRICA: PROYECTOS DE DESARROLLO EN SUDÁFRICA Y ZIMBABUE 2.1 Perspectivas generales En cuanto al desarrollo de las relaciones entre China y estos dos países africanos en materia de cooperación vale la pena entender la posición del gobierno chino según el cual “su relación con los países africanos pretende promover la cooperación económica Sur-Sur para la construcción de un nuevo orden internacional más justo y equitativo, en el cual China se asume como un país en vías de desarrollo y por eso se siente identificada con sus socios africanos” (Lechini, 2013, pág. 120). La cooperación económica y comercial en África es vista desde Beijing como un componente importante de la CSS en el sentido en que eleva el estatus político y económico de los países en desarrollo que se ven beneficiados por la cooperación y adicionalmente juega un papel importante en la promoción de un nuevo orden político y económico internacional más justo. Según el Consejo de Estado de la RPC, “A China le gustaría trabajar con otros países y organizaciones internacionales para mejorar la consulta y coordinación con los países africanos, participar en la construcción de África, y promover conjuntamente la paz, el desarrollo y el progreso en África” (2010, párr. 4). En el siguiente capítulo se estudiará la Cooperación-Sur-Sur de China en Sudáfrica y Zimbabue en sectores específicos que incluyen agricultura, minería y energía. Para esto es importante recordar que Sudáfrica y Zimbabue, a pesar de estar muy cerca geográficamente, presentan situaciones distintas con respecto a la disponibilidad de recursos naturales y la estabilidad de sus instituciones, lo cual direcciona desde un principio el enfoque de la ayuda que se destina a cada uno de los países. Por un lado Sudáfrica es un país rico en minerales tales como el oro, cromo, platino, carbón, mineral de hierro, manganeso, níquel, estaño, uranio, diamantes y cobre, entre otros. En cambio Zimbabue a pesar de tener importantes cantidades de níquel, platino y diamantes, se sustenta principalmente en la 23 agricultura y al mismo tiempo presenta una infraestructura menos mucho desarrollada que Sudáfrica. Adicionalmente, es importante tener en cuenta que institucional y políticamente se habla de dos países muy distintos. Un dato que da cuenta de las diferencias internas entre estos dos Estados es el Índice Ibrahim de Gobernanza Africana (IIAG) por medio del cual se miden alrededor de 100 variables distintas y se analiza el progreso de cada país en cuatro categorías conceptuales que incluyen seguridad y estado de derecho, oportunidades económicas sostenibles, participación y derechos humanos y finalmente, desarrollo humano. Por ejemplo, para el 2014 de un total de 52 países, Sudáfrica obtuvo un puntaje de 73.3 y resultó en el cuarto lugar mientras que Zimbabue obtuvo un puntaje de 38/100 y se ubicó en el puesto número 46 3. (Mo Ibrahim Foundation, 2014). El gobierno del Partido Comunista reconoce que África en general es un continente rico en recursos naturales y que la cooperación para el desarrollo en los países de dicho continente, es sin duda uno de los pilares del programa de cooperación e inversión en dicho continente. Además también se resalta frecuentemente el hecho de que la participación de empresas chinas en el desarrollo de los recursos naturales en el continente africano se hace teniendo en cuenta el principio de beneficios mutuos, colaborando de esta manera con los distintos países para desarrollar sus recursos naturales, dándoles un valor agregado. Con respecto a lo anterior el gobierno insiste en que “en el curso de la cooperación, las empresas chinas se adhieren estrictamente a las normas universalmente reconocidas y adoptan distintas formas abiertas y transparentes de cooperación para la explotación y utilización conjunta de recursos con los países africanos en contra el monopolio y exclusividad” (State of Council of the People’s Republic of China, 2010, párr. 12). Un punto importante a tener en cuenta con respecto a lo anterior es que desde 1999 China inició la implementación de la estrategia Going out, una estrategia de cooperación internacional para consolidar el desarrollo económico 3 Ver anexo 1 con datos completos sobre las categorías conceptuales 24 hacia el exterior y por medio de la cual, según el gobierno de este país, “se busca espacio para la expansión del desarrollo económico nacional y la promoción del desarrollo mutuo. En ese sentido, la inversión china en el extranjero ayudaría al desarrollo económico y mejoraría la tasa de empleo del país receptor, mientras contribuiría con la diversificación de productos en el mercado” (Central People’s Government of the People’s Republic of China, 2006, párr. 1)4. En este punto es relevante recordar que dentro de la estrategia Going Out, el gobierno incluye los proyectos de cooperación sur-sur enfocados en agricultura, minería y generación de energía. Otro factor que se debe recordar en relación a los proyectos de cooperación en África es que desde el 2007, el gobierno chino estableció el China-Africa Development Fund, el cual es respaldado principalmente por el Banco de Desarrollo Chino y juega un rol de suma importancia al financiar los proyectos de desarrollo en dicho continente. Ahora bien, China desarrolla proyectos de cooperación en el sector de la agricultura alrededor de varios países africanos y en general estos son muy bienvenidos por los gobiernos y las distintas sociedades ya que la experiencia del gigante asiático en dicho campo es relevante y los avances que ha logrado el gobierno del partido comunista con el desarrollo de la agricultura se traducen en “la más rápida reducción de pobreza a gran escala en la historia de la humanidad” (Sun, 2011, pág. 19). En ese sentido se puede decir que África tiene mucho que aprovechar de la cooperación en agricultura que China le ofrece ya que como es bien sabido, varios de los países africanos se caracterizan por el poco desarrollo rural y la altísima pobreza de la gente que allí habita. Además, tal como lo manifiesta Sun, refiriéndose a declaraciones del Ministro de Comercio chino, el gobierno “ha ajustado su política de ayuda en África durante los últimos años, cambiando sus prioridades de áreas tales como la construcción a otras como el 4 Para efectos académicos se anexa el documento original (Anexo 2), el cual fue traducido de mandarín a inglés y luego a español. 25 desarrollo de la agricultura, la salud y la educación-siendo los temas agrícolas y de alimentos la máxima prioridad” (2011, pág. 7). Teniendo en cuenta que la agricultura es para muchos de los países africanos, una de las bases principales de sus economías, el gobierno chino admite que “China ve el hecho de ayudar a África a resolver su problema de seguridad alimentaria como uno de los fines últimos de la cooperación agrícola” (State of Council of the People’s Republic of China, 2010, párr. 27). La mayoría de proyectos de cooperación en dicho sector se enfocan en construcción de infraestructura, producción de alimentos e intercambio de prácticas agrícolas. Según cifras del Consejo de Estado, hasta el 2009 China había participado en 142 proyectos agrícolas como la construcción de estaciones agro-técnicas, centros de demostración y la provisión de materiales y equipos agrícolas. (2010, párr. 27) Con el fin de afianzar los esfuerzos en materia de cooperación agrícola el gobierno chino ha anunciado en dos de las cumbres del FOCAC compromisos específicos en dicho sector. Por ejemplo, en la cumbre del 2006 China se comprometió a “Capacitar a 15.000 profesionales de los países africanos en los próximos tres años; enviar 100 expertos de alto nivel en la tecnología agrícola a África; establecer en África 10 centros de demostración de tecnología agrícola con características especiales” (State of Council of the People’s Republic of China, 2010, párr. 51). En la cumbre de la misma organización en el año 2009 Beijing se comprometió a mejorar la seguridad alimentaria de los países africanos incrementando el número de centros de demostración agrícola a un total de 20 y enviando 50 equipos de conocedores de la materia así como capacitando a 2000 técnicos en agricultura al rededor del continente. Los compromisos anteriores dan cuenta del interés del gobierno chino de generar un impacto positivo a largo plazo en lo que respecta al desarrollo agrícola de los países en los cuales se realizan proyectos de cooperación. No sólo se trata de transferencia de tecnología, sino que además se busca que haya un personal local entrenado y que sea capaz de aprovechar tales conocimientos. 26 El sector de la energía en el continente africano es probablemente uno de los que tiene una mayor influencia de China, lo cual se debe, en gran medida, al evidente apoyo que han recibido por parte del gobierno, las empresas relacionadas con el sector energético. Además del marcado interés en el sector petrolero, se puede decir que desde Beijing también se vienen desarrollando varios proyectos enfocados en la generación de nuevas energías a lo largo y ancho de África. Con respecto a lo anterior, vale la pena subrayar uno de los compromisos del gobierno chino que fue hecho durante la cuarta conferencia ministerial del FOCAC en el año 2009, el cual consiste en reforzar la cooperación en el desarrollo y uso de nuevas energías para lo cual China decidió “asistir al continente africano con 100 proyectos de energía limpia en los campos de la energía solar, biogás, y estaciones hidroeléctricas pequeñas” (State of Council of the People’s Republic of China, 2010, párr. 57). Un artículo publicado por la Asociación Internacional de la Economía de la Energía presenta una serie de datos que permiten tener una aproximación, teniendo en cuenta la falta de información oficial por parte del gobierno chino en la materia, a la participación de la RPC en el sector energético de África. Por ejemplo, se estima que la ayuda oficial dirigida al África subsahariana y relacionada con financiamiento en el sector energético fue de alrededor de 16 billones de dólares entre el 2000 y el 2012, cifra que posiciona a China como el más grande socio para el desarrollo en dicho sector, con el 41% de los compromisos del total de países que tienen una participación allí. Según la misma fuente, la participación de la Unión Europea durante el mismo periodo fue del 18%, mientras que la de Estados Unidos fue solamente del 1%. (Gualberti, et al. 2014, pág.32) Es indudable que desde hace un par de siglos África ya producía minerales que eran exportados hacia países como el Reino Unido, sin embargo durante muchos años la infraestructura del continente fue sumamente precaria para realmente impulsar la extracción de minerales. Es desde hace algunas décadas que África ha empezado a tener un lugar en la esfera internacional como un continente rico en recursos minerales y de donde se extrae un importante porcentaje de los 27 minerales del mundo. Por ejemplo, según KPMG durante el 2011 África contribuyó con el 6.5% de las exportaciones de minerales en el mundo y gracias a los importantes cambios que tuvieron lugar desde el 2000, el continente recibió el 15% de los gastos de exploración global y la inversión minera durante el 2012. (KPMG, 2013, pág. 2). Es posible afirmar, en ese respecto, que el ascenso de África en los últimos años fue en parte impulsado por la participación de China en el sector minero. En relación con lo anterior se debe tener en cuenta, como lo explica Nehru Pillay en el artículo The Changing Face of Mining in Africa: New Chinese Mining, que a pesar de que las compañías mineras provenientes de China no dominan la industria minera en África, si se distinguen de otras compañías con respecto a su envolvimiento en el sector debido a que “mientras otras compañías mineras han establecido contratos mineros tradicionales, las compañías chinas (públicas y privadas), en conjunto con el gobierno, han identificado una manera única de minimizar los riesgos asociados a la minería (…) es a través del intercambio de infraestructura requerida por recursos naturales” (2008, pág. 4). Por otro lado también se debe recordar que a pesar de que la presencia de China en el sector de la minería africano es significativo, en muchos casos es difícil cuantificar los proyectos debido a que estos incluyen componentes de cooperación e inversión al mismo tiempo. 2.2 Proyectos de CSS en Sudáfrica dirigidos a los sectores agrícola, minero y energético. Para tener una amplia visión acerca de la Cooperación Sur-Sur que viene desarrollando China en Sudáfrica desde el 2000 hasta el 2010 se va a analizar brevemente la presencia de Beijing en los sectores agrícola, minero y energético. La cooperación de China en Sudáfrica ha venido tomando fuerza y hoy en día se encuentran varios proyectos de cooperación para el desarrollo en dicho país, por ejemplo según el think tank sudafricano Centre for Chinese Studies, Sudáfrica 28 se encuentra entre los 10 principales receptores de ayuda oficial de China en África. (Grimm et al, 2014, pág. 16) Para el gobierno del Partido Comunista chino, Sudáfrica tiene una valor sumamente importante, no solo por lo que este país representa geoestratégicamente al estar ubicado al extremo sur del continente africano, sino además porque es visto por la comunidad internacional como el líder de un continente entero. Sudáfrica es más estable política y económicamente que muchos de sus vecinos africanos y en ese sentido llega a ser visto como una autoridad por ellos. China, por su lado, observa en esta posición una gran oportunidad para poder profundizar los lazos con todo el continente. No en vano se han venido realizando una serie de eventos formales e informales con el fin de afianzar la relación entre Pretoria y Beijing, tales como la firma de una asociación estratégica y las constantes visitas de altos oficiales entre ambos países. Por ejemplo, el estudio China’s Engagement of Africa: Preliminary Scoping of African Case Studies, preparado por el Centre for Chinese Studies, advierte que “durante la visita del Primer Ministro Wen Jiabao en julio de 2006, el gobierno chino anunció que aproximadamente $6.3 millones estarían disponibles para la formación técnica en Sudáfrica y el Presidente Hu Jintao prometió $25 millones adicionales durante su visita en febrero de 2007” (Burke et al. S.f., pág. 115). Sin embargo también es necesario recordar que el hecho de que Sudáfrica sea estable en algunas instituciones al interior del país y más desarrollado industrialmente que muchos otros países de África, también puede llegar a representar inconvenientes para la presencia de China allí. Tal como lo explican Alves y Sidiropoulos en el artículo titulado South Africa-China Relations: Getting Beyond the Cross-roads? A pesar del fuerte apetito chino por los recursos mineros sudafricanos y el atractivo de su mercado abierto, la estructura socio-económica significativamente más compleja de Sudáfrica (sindicatos fuertes y una gran base industrial), en comparación con otros países africanos, ha limitado en gran medida la expansión de los intereses chinos en la economía más grande de África. (2010, párr. 7) 29 En lo relacionado con el sector de la minería, la compañía sudafricana productora de cromo Semancor firmó dos acuerdos de financiamiento con instituciones y empresas chinas. Uno de los acuerdos se llevó a cabo con el Banco de Desarrollo Chino (BDC) y la empresa estatal Sinosteel, en este se genera una alianza estratégica por medio de la cual el BDC proveerá dinero para futuras expansiones de la producción de ferrocromo. El segundo acuerdo se dio entre Sinosteel y Semancor y en él se establece la creación de una nueva firma, la cual pasa a manejar una mina de cromo y el 50% de la producción de esta, es vendida a la compañía china. (Reuters, 2006) En el año 2010 China hizo la inversión más grande hasta el momento en el sector minero de Sudáfrica. Jinchuan Group, una empresa estatal china, junto con el Banco de Desarrollo Chino iniciaron un proyecto que tendrá un costo total de $877 millones y en el cual tendrán una participación del 45% en la sudafricana minera Wesizwe Platinum. Igualmente se han comprometido a recaudar $650 millones para el financiamiento del desarrollo de una de las minas de Wesizwe. Las directivas de la empresa expresaron en ese entonces que el financiamiento del proyecto se daría gradualmente y en un lapso de 18 meses. (Financial Times, 2010). Por otra parte, en lo que respecta al sector de la energía, la empresa sudafricana Mulilo Renewable Energy (MRE) se ha asociado con varias empresas chinas aprovechando el interés que están generando las energías renovables en Sudáfrica. También es importante recordar que el socio financiero de dicha compañía es el Fondo de Desarrollo China-África también conocido como CADFund, el cual fue “el primer fondo en China, centrado en la inversión en África y en apoyar a empresas chinas a invertir en África para promover el desarrollo de las relaciones comerciales entre China y el continente” (CADFund, s.f., párr. 1). Con respecto a los proyectos en los que MRE está trabajando se puede destacar uno en conjunto con la empresa China’s Long Yuan Corporation para el desarrollo de seis parques eólicos. Adicionalmente dicho proyecto incluye la construcción de dos instalaciones adecuadas para tener plantas de ensamblaje de partes relacionadas 30 con energía renovable. Según los estudios realizados, estos proyectos crearían cerca de 1500 trabajos y en un principio la fuerza laboral china sería de menos del 5%, cifra que se iría reduciendo gradualmente con la capacitación de sudafricanos. (South Africa Info, 2010) Finalmente, en el campo de la agricultura y con el propósito de desarrollar la acuicultura, una técnica desarrollada con el fin de fomentar la producción de peces y algunos moluscos en aguas tanto dulces como saladas, y generar empleos en la provincia de Free State, China y Sudáfrica crearon una sociedad para construir un criadero de peces y un centro de demonstración agrícola con una inversión de $3.8 millones. El centro servirá como una instalación en donde científicos, técnicos y agricultores puedan probar nuevas metodologías de cultivos de agua. (South Africa Info, 2009) 2.3 Proyectos de CSS en Zimbabue enfocados en agricultura, minería y recursos energéticos. Para tener un entendimiento más claro de la Cooperación Sur-Sur de China hacia Zimbabue desde el 2000 hasta el 2010, se va a hacer un breve repaso sobre la presencia de china en lo relacionado con los proyectos de cooperación en los sectores agrícola, minero y energético. En lo que respecta al sector minero se puede afirmar que la relación de ambos países se ve forjada por intereses que convergen, esto teniendo en cuenta que China requiere de los recursos minerales de Zimbabue, mientras que este último necesita recursos económicos, financieros o infraestructura para su desarrollo. A pesar de esta situación que lleva a facilitar la relación, también se presentan varias dificultades, tal como lo explica Abiodun Alao en el artículo China and Zimbabwe: The Context and Contents of a Complex Relationship, las controversias que rodean la relación entre ambos países tienen que ver con “la participación de los militares en la política de minería, las denuncias de trabajadores zimbabuenses acerca de abusos a los derechos humanos por parte de 31 los empleadores chinos, la falta de consideración ambiental y la inequidad contractual entre los gobiernos de China y Zimbabue” (2014, pág. 9). La presencia del gigante asiático en el sector minero de Zimbabue se puede observar por medio la compra de acciones en compañías de Zimbabue, de venture partnerships para la extracción de distintos minerales y de proyectos de desarrollo. Por ejemplo la compañía china Sinosteel Corporation adquirió el 67% de la productora de ferrocromo Zimasco Holdings y varias compañías chinas han entrado en venture partnerships con Zimbabwe Mining Development Corporation, para la extracción de platino en la región del Gran Dique, así como para la minería de diamantes en regiones del oriente del país. (Karombo, 2011, párr. 14) La presencia de China en la minería de Zimbabue se centró inicialmente en la extracción de minerales como el cromo y el platino, no obstante cuando el gobierno descubrió cantidades significativas de diamantes, hasta el punto de llegar a un nivel de comercialización, el gigante asiático intensificó su interés y de hecho llegó a varios acuerdos para participar en la minería de este mineral en Zimbabue. En ese sentido se puede hablar de uno de los primeros acuerdos para llevar a cabo un joint venture con la empresa Norinco con el cual “habría un reforzamiento mutuo de los vínculos entre minería, defensa y economía en las relaciones sinozimbabuenses” (Alao, 2014, pág. 9). En el sector específico de los diamantes, la presencia china tomó importancia a partir del 2000 cuando la compañía Anjin invirtió 400 millones de dólares en un joint venture con el gobierno de Robert Mugabe para la extracción de diamantes en los campos Marange. El acuerdo se logró gracias al compromiso del gobierno chino de construir el National Defence College, al cual se dirigirían 98 millones de dólares y en donde se reunirán los oficiales más altos de las fuerzas armadas para estudiar cuestiones de seguridad nacional. (Alao, 2014, pág. 9) La agricultura de Zimbabue es otro de los campos en los cuales el gobierno de la RPC ha venido desempeñando un papel importante. Con respecto a los programas de asistencia para el desarrollo, el artículo de Alao señala que estos incluyen un centros de demostración de tecnología agrícola, asistencia alimenticia 32 de emergencia, préstamos del China Export and Import Bank, donaciones de maquinaria agrícola y el entrenamiento de personal clave del Ministerio de Agricultura de Zimbabue. Por ejemplo, uno de los centros de demostración de tecnología agrícola que se desarrolló fue en la Universidad Agrícola de Gwebi y el cual tuvo un costo de 30 millones de dólares, “en un principio el centro es manejado por el gobierno chino durante tres años antes de ser entregado al gobierno de Zimbabue. Se espera que el centro sea absorbido por el Ministerio de Agricultura como uno de los centros de investigación de excelencia” (Alao, 2014, pág. 11). Otra de las áreas en donde la participación china se ha dado con bastante intensidad es en la generación de energía. Para el gobierno de Mugabe la cooperación en este sector es de suma importancia ya que la infraestructura energética es precaria, lo que hace que el país tenga fuentes de energías poco confiables y haya constantes bajones alrededor del país. Esta situación debe cambiar ya que “las interrupciones consecutivas en el suministro de electricidad en Zimbabwe siguen teniendo graves repercusiones en los esfuerzos para cambiar la economía y lograr un crecimiento económico y social sostenible en el mediano y largo plazo” (African Development Bank Group, 2011, pág. 22). Por ejemplo, en las ciudades de Hwange and Kariba, China tiene una participación de alrededor del 70% en las dos únicas instalaciones de generación de electricidad de la región. La compañía Sino-hydro participó en la instalación de dos generadores en la ciudad de Kariba ubicada al norte del país, por un valor de 4 billones de dólares. Además de lo anterior, China está involucrado en el sector de la energía gracias a proyectos que incluyen la construcción de una estación de energía hidroeléctrica, generación de energía solar, compra de equipamiento para agencias de energía de Zimbabue, rehabilitación de la red nacional de electricidad, la construcción de represas para generar energía hidroeléctrica, entre otros. (Alao, 2014, pág. 12) 33 3. EL ROL DESEMPEÑADO POR CHINA EN SUDÁFRICA Y ZIMBABUE: EVIDENCIAS PARA ESTABLECER LA DOBLE VÍA DE LA COOPERACIÓN En este capítulo se pretende hacer un balance acerca de las consecuencias tanto positivas como negativas que tuvieron los distintos proyectos de cooperación para el desarroll0 promovidos por China en Sudáfrica y en Zimbabue, al igual que revisar algunas reacciones de la presencia del gigante asiático en ambos países con el fin de poder establecer en las conclusiones del presente estudio de caso, si existe realmente o no una doble vía de la Cooperación Sur- Sur en el contexto estudiado. 3.1 La actuación de China en Sudáfrica En cuanto a la relación comercial entre ambos países es pertinente hacer mención de que Sudáfrica tiene un déficit comercial con China, lo cual se debe en gran parte a que el país africano depende en un alto porcentaje de recursos naturales para su desarrollo económico. Ambos gobiernos son conscientes de la situación y decidieron tomar medidas al respecto para poder seguir afianzando los lazos entre estos dos países, Debido a que las principales exportaciones de Sudáfrica hacia China son materia prima y bienes semi-procesados, el componente de valor agregado a las exportaciones es limitado y resulta en términos comerciales que no son tan beneficiosos como podrían ser (…) Sudáfrica y China ya se comprometieron a trabajar en conjunto para crear condiciones favorables para que aumenten las relaciones entre ambos y se balancee el comercio. (Burke et al. 2007, pág. 112) Una de las principales preocupaciones de los detractores de la cooperación china en Sudáfrica, y en general en el continente africano, es el efecto que esta ha tenido sobre el empleo local. Muchos advierten que con la llegada de compañías chinas a sectores tales como el de la minería o la infraestructura, no se le da la oportunidad a la población local de encontrar en los distintos proyectos un empleo, ya que las empresas que llegan traen consigo mano de obra proveniente de China. Otro reparo que se le hace a la presencia del país asiático es que en muchas 34 ocasiones las condiciones laborales son precarias y se violan los derechos humanos de muchos de los trabajadores sudafricanos. A pesar de lo anterior, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Stellenbosch y el Centre for Chinese Studies, reportó resultados que contradicen dichas preocupaciones (Huang y Ren, 2013). Luego de analizar el porcentaje de población local y población china en distintas empresas de los sectores de minería, manufactura, infraestructura, finanzas, telecomunicaciones y servicios, se encontró que de hecho hay una alta tasa de localización del trabajo en Sudáfrica. Es decir que la mayoría de empleados contratados son ciudadanos sudafricanos, y no chinos como se denuncia en muchas ocasiones. Según la investigación, de 3 empresas pertenecientes al sector minero, las cuales generaron 3.040 empleos, 2995 empleos fueron ocupados por trabajadores sudafricanos, es decir el 98,5 % de la fuerza laboral es local 5. En relación con lo anterior se puede decir que existen dos razones principales gracias a las cuales la tasa de localización laboral es alta en Sudáfrica. Estas son en primer lugar las fuertes exigencias del gobierno sudafricano con respecto a la entrada de trabajadores extranjeros y segundo, la solidez de los sindicatos en el país. En relación con la primera causa, Huang y Ren afirman que es la alta tasa de desempleo en Sudáfrica lo que lleva al gobierno a ser muy estricto en ese sentido. Adicionalmente la ley sudafricana estipula que Si un candidato local es competente para un empleo, los trabajadores extranjeros no están autorizados a aplicar para este. Por ejemplo, el Departamento de Minerales y Energía de Sudáfrica exige a las empresas mineras que invierten en Sudáfrica contratar a trabajadores locales. Solo cuando los profesionales locales no están disponibles, los candidatos extranjeros pueden ser contratados. (Huang y Ren, 2013, pág. 20) En segundo lugar, los sindicatos de Sudáfrica están pendientes del comportamiento de las empresas chinas en cuanto a las condiciones de empleo. Por ejemplo, es muy común que si se encuentra que los sudafricanos no están siendo empleados en algún puesto técnico en las compañías de minería chinas, entonces toman medidas como huelgas, impedir la entrada a la empresa o interrumpir el 5 Ver anexo 3 tabla “Efecto inversión china en la generación de empleo de Sudáfrica” 35 trabajo en las oficinas, visibilizando de esta manera la problemática. (Huang y Ren, 2013, pág. 20) Para muchas de las directivas de las compañías que hicieron parte de la investigación nombrada anteriormente, los sindicatos de todas las industrias en el país son muy poderosos y en algunos casos sobreprotegen a los trabajadores hasta el punto en que llegan a impedir la operación normal de las empresas. También expresaron que en muchas ocasiones los sindicatos utilizan las huelgas como una herramienta para llegar a negociaciones colectivas. (2013, pág. 27) Esta situación demuestra que hay un control por parte de la población civil hacia lo que hacen las empresas extranjeras en Sudáfrica, algo que de una u otra forma tiene un efecto positivo en los trabajadores locales al hacer visible las problemáticas a las que se ven enfrentados. Sin embargo no todas las reacciones son negativas con lo que respecta a la presencia de China en Sudáfrica. La RPC también tiene defensores sobresalientes en el país africano que no sólo valoran la asistencia prestada por Beijing, sino que además intentan mostrar las bondades de la misma para contradecir a los detractores. En agosto del 2010 durante una visita a la capital china, el presidente Sudafricano, Jacob Zuma, expresó que son mentirosas las etiquetas de neocolonialista puestas a China. El presidente afirmó que las relaciones entre ambas partes, refiriéndose a China y África, pueden rastrearse cientos de años y que el país asiático ha basado la relación en la cooperación y ha llevado comercio y asistencia al continente africano. (Forum on China-Africa Cooperation [FOCAC], 2010) 3.2 La actuación de China en Zimbabue De todas las relaciones del gigante asiático con los países africanos una de las que más controversia ha generado es la de Zimbabue. A pesar de que la relación es muy antigua y estable, en la medida de lo posible, en muchas ocasiones la política interna del país africano ha puesto en aprietos al Beijing, debido a que no 36 únicamente es uno de los pocos aliados del gobierno de Mugabe, sino que adicionalmente la presencia de China en el país se puede observar en casi todos los aspectos de la vida cotidiana de Zimbabue. La intervención china en dicho país va desde educación, asistencia técnica, hasta grandes proyectos en infraestructura, minería y agricultura, entre otros. “Entre el 2003 y el 2013, los lazos económicos y comerciales entre China y Zimbabue resultaron tan extensivos y diversificados que difícilmente algún aspecto de la vida zimbabuense no sentía un impacto chino” (Alao, 2014, pág. 5). La presencia china en Zimbabue es vista por muchos como algo positivo ya que consideran que a diferencia de la asistencia prestada por occidente en África, los proyectos de cooperación chinos buscan realmente el desarrollo a largo plazo y los beneficios mutuos de las partes involucradas. No obstante, también hay varios críticos de origen zimbabuense que sostienen que la llegada de China a su país no ha sido tan favorable como sus defensores la presentan. Por ejemplo, en el artículo China and Zimbabwe: The Context and Contents of a Complex Relationship, Abiodin Alao cita a Alexander Rusero, un analista político de Zimbabue quien cree que el gobierno de Mugabe ha permitido que la relación entre ambos países tenga efectos negativos para el pueblo de Zimbabue, Rusero afirma que “Nuestro gobierno se ha comportado como un forajido, echando la vista gorda sobre los abusos a las leyes laborales y haciendo caso omiso a los sindicatos de trabajadores que hacen ruido sobre los abusos, porque hay una relación de caballo y jinete en la que Zimbabue está siendo montado por China” (2014, pág. 15). La percepción que tiene la población de Zimbabue acerca de la presencia china en su país ha ido cambiando con el tiempo. En un principio y gracias a la propaganda del gobierno de Robert Mugabe, la gente vio en China una opción para el desarrollo ya que el país asiático traía consigo construcciones como colegios, puentes, calles y hospitales, que finalmente beneficiarían al pueblo. Otro factor que hizo que la llegada de China fuera vista con buenos ojos por muchos, consistió en las sanciones impuestas por occidente al gobierno de Mugabe desde principios de la década del 2000 por los fuertes desacuerdos con la reforma de tierras 37 implementada y el impedimento al monitoreo de las elecciones. Zimbabue se sintió completamente aislado y China representó un gran socio que, además de prestar cooperación para el desarrollo, respaldaba al gobierno en su política interna. Sin embargo, tal como lo explica Alao, hubo tres acontecimientos que conllevaron a una segunda fase en cuanto a la percepción de China en Zimbabue. En primer lugar, mucha de la gente se dio cuenta de que Mugabe estaba decidido a utilizar los chinos para hacer su trabajo político sucio; segundo, la actitud de muchos chinos que llevó a que la población local los viera como personas hostiles y en muchos casos ofensores de los derechos humanos, y finalmente la entrada forzada de ciudadanos chinos en empresas ubicadas en Zimbabue, situación que empezó a despojar a los zimbabuenses de trabajo. Entonces, empezó a surgir oposición frente a la relación entre ambos países. (2014, pág. 19) Se podría afirmar que muchas de las quejas que se hacen en contra de la presencia de compañías chinas en Zimbabue son justificadas, por ejemplo el Center for Research and Development ha documentado abusos a los derechos humanos por parte de compañías chinas involucradas en las industrias extractivas, más notablemente en los campos de diamantes de Marange en donde a los trabajadores se les pagan precios muy bajos como 4 dólares al día, igualmente ha habido denuncias de maltrato físico y violaciones. (Alao, 2014, pág. 20) Varias noticias nacionales e internacionales dan cuenta de que las actividades de China en África, en este caso en Zimbabue, han sido objeto de fuertes críticas y reclamos. Por ejemplo los dirigentes sindicales de la Unión de Trabajadores de la Construcción de Zimbabue han protestado en distintas ocasiones ya que según ellos “las empresas chinas se dedican a la grave violación de las normas laborales (…) tienen los trabajadores mal pagados, los obligan a trabajar horas extras de forma gratuita, y no siempre los dotan con la vestimenta de seguridad adecuada” (Bardsley, 2010, párr. 2). Adicionalmente, uno de los líderes de dicho sindicato afirmó en su momento que de no cumplir con las leyes laborales existentes, los trabajadores tomarían fuertes acciones en contra de las empresas chinas responsables de las faltas e hizo un llamado al gobierno para que haga los esfuerzos necesarios para que las empresas chinas cumplan con la ley. 38 Por otra parte, en el campo de la agricultura se puede hablar de una serie de proyectos que fueron iniciados y culminados entre el 2000 y el 2010, los cuales incluyen el Centro de Demostración de Tecnología Agrícola, uno de los más grandes préstamos para adquirir maquinaria agrícola financiado por el China Exim Bank y el entrenamiento de personal clave del gobierno, específicamente del Ministerio de Agricultura, en cuando a técnicas para el desarrollo de mecanización e irrigación. En el año 2012, el Grupo de Estudio de China-CAD, conformado por oficiales del gobierno chino así como miembros del Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD) perteneciente a la OCDE, hicieron una visita a Zimbabue para evaluar el desarrollo de la cooperación china en el campo de la agricultura en el país africano. Según lo analizado en cuanto a los distintos proyectos, el grupo determinó que estos se están desarrollando conforme a los principios del Programa de Desarrollo Integral para la Agricultura en África, CAADP por sus siglas en inglés, el cual fue creado con el fin de lograr un mayor crecimiento económico por medio del desarrollo dirigido hacia la agricultura. (OCDE, 2012, pág. 6) El estudio determinó que el rol de China en cuanto al desarrollo en el campo de la agricultura había sido fundamental gracias a la experiencia en investigación agrícola y la reforma en este sector, la cual tuvo lugar en el país asiático en la década de los 90. Adicionalmente, los miembros del grupo llegaron a la conclusión de que El desarrollo de mecanismos públicos y mixtos para la investigación agrícola fue un componente clave de la reforma agrícola de China. Este proyecto, [el Centro de Demostración de Tecnología Agrícola] en consecuencia aplica el mismo modelo, con los componentes del proyecto centrándose en el logro de la sostenibilidad desde el inicio del proyecto. (OCDE, 2012, pág. 11) Otra de las grandes conclusiones a las que llegó el grupo de estudio fue el interés creciente de China en mejorar el desempeño del sistema de cooperación internacional del país. En ese sentido el estudio recalcó la disposición de ambas partes para que el Comité de Ayuda al Desarrollo asista al gobierno chino a perfeccionar dicho sistema. Específicamente el reporte final indicó que “parece que hay falta de comunicación entre cómo trabajan los donantes en China y cómo se 39 implementa la ayuda en el extranjero. Al parecer, el trabajo de los donantes en China durante los últimos 30 años ha tenido poco impacto en el sistema de ayuda al extranjero” (OCDE, 2012, pág. 19). Un aspecto de suma importancia que fue analizado por el grupo de estudio es la sostenibilidad de los proyectos, ya que si esta no se logra es como haber desperdiciado recursos económicos, de personal y tiempo en algo que no servirá para nada en el futuro. En ese respecto se llegó a concluir que China trata de aplicar en sus proyectos de desarrollo un modelo que sea sostenible en el tiempo. Adicionalmente se infirió que las experiencias pasadas de China le han servido para evitar los mismos errores e implementar los proyectos con enfoques novedosos. Por ejemplo, en relación con el Centro de Demostración de Tecnología Agrícola el reporte del grupo de estudio recalcó que El gobierno chino no puede financiar el proyecto a largo plazo, ni puede hacerlo el gobierno de Zimbabue. Por ello, el Centro fue dejado a disposición de una empresa agrícola china que trabaja en colaboración con la Universidad de Agricultura de Gwebi. La compañía dirige el centro como una entidad de mercado. El gobierno chino financiará 3 años de transición desde el momento en el que se complete la construcción del mismo. Durante estos 3 años, el centro debe desarrollar su estrategia de operación del negocio y probar que puede ser financieramente viable. (OCDE, 2012, pág. 19) Finalmente el estudio reconoció el esfuerzo que hace el gobierno chino por mejorar la efectividad de la asistencia así como el proceso de armonización que intenta implementar en los proyectos de cooperación el integrar la asistencia económica para el desarrollo con la asistencia humanitaria. 40 CONCLUSIONES Luego de llevar a cabo la investigación para tratar de llegar a tener claridad acerca del rol desempeñado por la República Popular de China en Sudáfrica y Zimbabue por medio de la Cooperación Sur-Sur, se puede afirmar que hay aspectos de los distintos proyectos que efectivamente visibilizan una doble vía de la cooperación. Por un lado, se observó la intención del gobierno chino de incentivar el desarrollo económico y las alianzas con estos países africanos, el alto número de encuentros entre personas clave de los gobiernos y los compromisos allí adquiridos por China, demuestran que este país está dispuesto a ayudar con algunos de los problemas más serios de los países africanos. No obstante, también se demuestra constantemente la ambivalencia del manejo de los mecanismos de cooperación para el desarrollo en beneficio propio, al consolidar acuerdos que lleven al aseguramiento de recursos naturales y la apertura de mercados extranjeros. Uno de los mayores problemas que impiden que tanto Sudáfrica como Zimbabue saquen un mayor provecho de la relación con China es el hecho de que exportan al país asiático materias primas que carecen de un valor agregado. Tal vez este es uno de los puntos en donde también se evidencia falta de compromiso por parte de China ya que a lo largo de su discurso de la presencia en África, se resaltan las intenciones de que ambas partes obtengan beneficios mutuos por ejemplo, por medio del desarrollo de materias primas para que estas tengan un valor agregado. En general se evidencia que “las economías africanas tienen una relación comercial muy limitada con China. Con las manufacturas de China penetrando los mercados a lo largo del continente, el equilibrio comercial entre los países africanos y China varían sustancialmente, mientras que el agregado de exportaciones e importaciones es de una magnitud similar” (Schiere y Walkenhorst, 2010, pág. 559). También cabe resaltar que el hecho de que Sudáfrica y Zimbabue tengan niveles de gobernanza tan distintos, como se explicó en el segundo capítulo, tiene consecuencias en la manera en que se desarrollan los proyectos de desarrollo, en cómo se desenvuelven las empresas extranjeras y en general, en el margen de 41 maniobra que tiene otro Estado al interior. La institucionalidad así como la sociedad civil, juegan un rol significativo a la hora de controlar lo que pasa al interior de cada país. Otro punto destacable y que no es un misterio para nadie, es la necesidad de China de satisfacer la demanda de más de 1.300 millones de personas y el objetivo del gobierno de continuar con un crecimiento económico positivo, que por cierto ha tenido un menor rendimiento en los últimos años. En ese sentido, África se presenta como una oportunidad para nada despreciable, no únicamente por la cantidad de recursos naturales allí presentes sino porque además es un mercado potencial de más de 900 millones de personas. Igualmente, puede que el hecho de que China quiera exportar al continente africano muchos de sus productos manufacturados haga que China se interese por una mejora en la calidad de vida de los africanos para que estos puedan tener un poder adquisitivo mayor. Si esto llegase a ser cierto, queda demostrado que hay beneficios mutuos para las partes, pero además que la presencia de China en África no es desinteresada. Lo que es cierto, como lo explican Mbuyi Kabunda e Iraxis Bello, es que La incertidumbre sobre la verdadera intencionalidad detrás de la expansión de China en África será caldo de cultivo para venideros debates y acciones internacionales, debido al potencial geoestratégico, energético y natural de la región. En cualquiera de estos casos, África puede marcar la diferencia solo si logra superar sus obstáculos internos y aprovechar los beneficios de esta fructífera ayuda proveniente desde Asia, para así tratar de atacar las causas del subdesarrollo. (2007, pág. 13) También es claro que la presencia de China en África durante los últimos años ha dejado de lado el perfil ideológico con el cual entró al continente a mediados del siglo pasado. Lo anterior no significa que China no recalque, en la medida de lo posible, que su relación con África se da entre iguales, por pertenecer ambas partes al sur en vía de desarrollo. Hoy en día prevalece una orientación hacia el desarrollo, la cooperación y el comercio, que encuentran en las necesidades chinas así como en las africanas un contexto favorable. Adicionalmente se evidencia que “las inversiones chinas se han dirigido a áreas descuidadas por los centros capitalistas y que aparecieron en un momento en que África, luego de ser 42 saqueada, había sido abandonada a su suerte” (Lechini, 2013, pág. 127). Esta situación, junto con el hecho de que China enfatice solidaridad entre iguales, hace que la cooperación de China sea bien vista por muchos en el continente. Entonces se puede decir que la presencia del dragón asiático en estos dos países africanos tiene consecuencias tanto positivas, como negativas, al igual que las tiene la presencia de occidente en los países en vía de desarrollo. Ya depende de los gobiernos de Sudáfrica y de Zimbabue convertir la relación en algo que traiga más ganancias que costos para sus sociedades. El enfoque chino de la cooperación para el desarrollo es muy distinto al occidental y no por esto, es peor o mejor, lo que realmente hace la diferencia es la manera en la que el gobierno local dirige la ayuda para generar desarrollo a largo plazo y evitar los daños que esta pueda producir. Así como se dijo anteriormente que las intenciones de China en África serán el centro del debate en los próximos años debido al potencial en muchos sentidos del continente Africano, y específicamente de los dos países estudiados en el presente trabajo, también es trascendental que desde los distintos sectores de la sociedad interesados en el desarrollo de África, se tengan en cuenta las críticas que desde ya se le hacen a la presencia de China en el continente africano. Si bien es clave que los gobiernos africanos utilicen de la manera más adecuada la asistencia proveniente del gigante asiático para generar desarrollo sostenible, también es esencial que estos trabajen de la mano con China para minimizar u opacar las consecuencias negativas que tan a menudo se denuncian en distintos escenarios y que incluyen además de violaciones a los Derechos Humanos y las pésimas condiciones laborales, la llegada de productos de muy baja calidad a los mercados africanos, y no menos grave, el daño al medio ambiente. 43 BIBLIOGRAFÍA Alden, C. (2007). China in Africa. Londres: Zed Books Ltd. Roy, D. (1998). China´s Foreign Relations. Londres: Macmillan Press. Zheng, B. (2005). China’s Peaceful Rise: Speeches of Zheng Bijian 1997-2005. Washington: Brookings Institution Press. Capítulos o artículos en libro African Development Bank Group. (2011). Status of Infrastructure Services in the Economy. 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