Año XV – N° 22 - 26 de abril del 2015 EL DOMINGO día del Señor IV Domingo de Pascua Ciclo B «Como testigos del Resucitado, los apóstoles son las piedras de fundación de su Iglesia. La fe de la primera comunidad de creyentes se funda en el testimonio de hombres concretos, conocidos de los cristianos y, para la mayoría, viviendo entre ellos todavía». (Catecismo de la Iglesia Católica N° 642). EL PASTOR BUENO El discurso de Pedro, que desea explicar la curación de un hombre lisiado, le permite afirmar que Jesús no sólo ha actuado en favor de los hombres hasta dar la vida por todos sino que permanece vivo y actuante. Al indicar que el hombre ha sido curado en nombre de Jesús, el Nazareno, el mesías crucificado a quien el Padre resucitó de entre los muertos, Pedro deja claro que el resucitado actúa por medio de los suyos. Afirma aún algo más claro: bajo el cielo ningún otro puede salvar fuera de Jesús. Jesucristo es el único Salvador, pues sólo Él ha vencido a la muerte. La segunda lectura nos ayuda a profundizar aún más en el misterio de nuestra salvación. En el origen de todo está el amor del Padre que nos ha hecho sus hijos. Es eso lo que Jesucristo ha logrado para nosotros venciendo la muerte y el pecado: hacernos hijos de Dios. La salvación no es sólo posibilidad de vernos libres del pecado sino también, y sobre todo, posibilidad de ser hijos de Dios y, consecuentemente, herederos, haciéndonos semejantes a Dios al verle como Él es. La vida cristiana ha de ser jalo- nada por ese gran anhelo: hacernos semejantes a Dios para verle tal y como es. Esto es posible sólo cuando vivimos en verdad relacionados con Jesucristo, nuestro Buen Pastor. El evangelio nos ofrece hoy una parte del Discurso del Buen Pastor en la que se afirma la donación de la vida que el Pastor hace en favor de sus ovejas, expresión de la obra redentora de Jesús. Pero junto a ello se afirma la relación que ha de darse entre Pastor y oveja. Se trata de una relación de conocimiento, que supone un trato guiado por el amor. Reconocer a Jesús como Buen Pastor no es sólo afirmar, que Él se ha ofrecido por nosotros, supone también cultivar una relación de amor con Jesucristo que hoy se vive mediante la oración y los sacramentos. Pero ser ovejas de Jesús supone también reconocer que Él tiene otras ovejas, además de las que están en el redil, y esto obliga a vivir el espíritu misionero, propiciando que otros hombres y mujeres conozcan a Jesucristo, le acepten como Salvador, se adhieran a Él por la fe, y le sigan. Pbro. Pedro Hidalgo Díaz Momento personal «Cuando se ama, la lengua debe callar y debe hablar el corazón». (Clara de Asís). Sé que me estás buscando, no debo tener miedo porque tú puedes sacarme del más hondo abismo a salvo. Y escucharé los latidos de tu corazón que me abrazan y me salvan. IV Domingo de Pascua - Ciclo B - Color: Blanco Hermanos y hermanas: Hoy, cuarto domingo de Pascua nos encontramos con el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, que es expresión de la obra redentora de Cristo. Jesús nos define, con infinita ternura, el amor que tiene por cada uno de nosotros cuidándonos, protegiéndonos, salvándonos. También nos dice cómo debe ser la relación entre nosotros y él. Debemos cultivar una relación de amor con Jesucristo a través de la oración y los sacramentos. I. RITO DE ENTRADA Antífona de entrada Sal (32),5-6 La misericordia del Señor llena la tierra, la palabra del Señor hizo el cielo. Aleluya. Acto penitencial S. Tú eres el Buen Pastor, que das la vida por nosotros; Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. S. Atráenos a todos a tu redil; Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad. S. Para que haya un solo rebaño, un solo Pastor; Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. Gloria. Oración colecta Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo, concédenos también la alegría eterna del reino de tus elegidos, para que así el débil rebaño de tu Hijo tenga parte en la admirable victoria de su Pastor. Él, que vive y reina contigo. II. LITURGIA DE LA PALABRA 1ª Lectura Los Hechos de los Apóstoles nos presentan a Pedro anunciando el “kerigma”, es decir a Cristo Muerto y Resucitado, salvación para todo hombre y mujer en este mundo. Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4,8-12 En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: hoy ha quedado sano un hombre enfermo, y nos preguntan en nombre de quién se ha realizado esta curación; pues sepan todos ustedes y todo el pueblo de Israel que ha sido en nombre de Jesucristo Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante ustedes. Jesús es la piedra que desecharon ustedes los arquitectos y que se ha convertido en piedra angular; porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el cual nosotros podamos salvarnos». Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor. Salmo responsorial Sal (117) R. Es el Señor quien lo ha hecho. – Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. / R. – Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. / R. – Bendito el que viene en nombre del Señor, los bendecimos desde la casa del Señor. Tú eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo. Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. / R. 2ª Lectura El testimonio de Cristo en su Pasión se torna, criterio de nuestro ser y quehacer como cristianos, dando sentido a todo lo que vivamos en nuestra historia en vista a su Reino. Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3,1-2 Queridos hermanos: Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios; y en verdad ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor. Aclamación antes del Evangelio Jn 10,14 Aleluya, aleluya. Yo soy el buen Pastor —dice el Señor—, conozco a mis ovejas, y las mías me conocen. R. Aleluya. Evangelio Juan nos anuncia la revelación de Jesús como el verdadero Pastor de su pueblo. Él se ofrece por su salvación, y da acceso a la verdadera vida en él. Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 11-18 R. Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este rebaño, también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús. Profesión de fe Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. Plegaria universal S. Invoquemos a Dios, Padre todopoderoso, que resucitó a Jesús, Buen Pastor, para que su tierno amor por su rebaño, fructifique en vocaciones que lleven el anuncio redentor a todo el mundo. Invocamos: R. Jesús, Buen Pastor, escúchanos. - Para que el papa Francisco, los obispos, los sacerdotes, diáconos, religiosos y todos los que tienen alguna misión pastoral; sigan las huellas de Cristo, Buen Pastor, que está en medio de nosotros como el que sirve. Roguemos al Señor. / R. - Señor, te pedimos por el surgimiento constante de vocaciones; para que sean puertas que abran el paso a Dios y para que sean buenos pastores para su pueblo. Roguemos al Señor. / R. - Por los gobernantes; para que en sus deliberaciones y decisiones estén siempre atentos a las necesidades de sus pueblos, recogiendo sus justas aspiraciones. Roguemos al Señor. / R. - Por nuestra comunidad; para que seamos generosos en apoyar a nuestros jóvenes a quienes el Señor llame, convencidos de que el mundo necesita de pastores reflejo del Divino Pastor. Roguemos al Señor. / R. (Pueden añadirse peticiones particulares) S. Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la Resurrección de Jesucristo, te pedimos que nos lleves a gozar de las alegrías celestiales, para que así llegue también el humilde rebaño, hasta donde penetró su victorioso Pastor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA Oración sobre las ofrendas Concédenos, Señor, que la celebración de estos misterios pascuales nos llene siempre de alegría y que la actualización repetida de nuestra redención sea para nosotros fuente de gozo incesante. Por Jesucristo nuestro Señor. Antífona de comunión Ha resucitado el Buen Pastor que dio la vida por sus ovejas y se dignó morir por su grey. Aleluya. Oración después de la comunión Pastor Bueno, vela con solicitud sobre nosotros y haz que el rebaño adquirido por la sangre de tu Hijo pueda gozar eternamente de las verdes praderas de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor. LA PALABRA en la semana IV Domingo de Pascua - 4ª del salterio 27 L Santo Toribio de Mogrovejo (S) - Is 6, 1-8; Sal (116), 1-2; 1Co 4, 1-5; Mt 28, 16-20 28 M San Luis María Grignion de Monfort (ML) Hch 11, 19-26; Sal (86), 1-7; Jn 10, 22-30 29 M Santa Catalina de Siena (MO) - 1Jn 1, 5—2, 2; Sal (102), 1-4. 8-9. 13-14.17-18; Mt 11, 25-30 30 J San Pío V (ML) - Hch 13, 13-25; Sal (88), 2-3. 21-22. 25. 27; Jn 13, 16-20 01 V San José Obrero (ML) - Hch 13, 26-33; Sal 2, 6-12a; Jn 14, 1-6 02 S San Atanasio (MO) - Hch 13, 44-52; Sal (97), 1-4; Jn 14, 7-14 C FIESTA DE JESÚS BUEN PASTOR elebrar la Fiesta de Cristo como el Buen Pastor, es hacer memoria de cómo Dios se ha hecho Pastor de su pueblo y de nuestra propia vida y de cómo nosotros estamos llamados a ser también, en nuestras familias, comunidades, grupos, en todos los ambientes donde nos encontremos, pastores solícitos, serviciales, cercanos, entregados hasta dar la propia vida para que otras puedan tener vida, a ejemplo de Cristo “Pastor eterno de la humanidad”, muerto y resucitado para que tengamos vida eterna. UN DIOS QUE SE HACE PASTOR La imagen de Dios Pastor no es solamente una de las imágenes más antiguas, sino una de las más queridas por la espiritualidad bíblica. Y lo es porque expresa la experiencia de un amor tierno y concreto, tejido de trabajo y de fatiga. El amor del pastor es un amor puesto a prueba todos los días en las necesidades concretas de sus ovejas. Debe proveer de alimento, no sólo algunas veces, no puede limitar su amor e interés a los días de fiesta, debe ejercitar, cada día, dedicación y cuidado. Un Dios que se hace Pastor es entonces un Dios vecino, un Dios “para todos los días”; por eso suscita en los fieles el sentido de seguridad y confianza incondicionada: el Pastor está cerca, no dejará que les falte el alimento y, con su propia vida, los defenderá de cualquier peligro. Es el Pastor que guía, que provee, que salva, que hace alianza. COMO EL BUEN PASTOR Jesús nos ha dado el ejemplo, somos sus discípulos y queremos hacer lo que nuestro Maestro nos enseña con su palabra y, sobre todo, con su propia vida. ¿Cómo estoy viviendo mi ser oveja, o pastor (a) en mi familia, en mi comunidad, en mi centro de trabajo, en mi lugar de estudios? ¿Cómo vivimos la espiritualidad de dar la vida? ¿La relación con Jesús Buen Pastor que se alimenta en el ámbito de la liturgia, de la Palabra y de la oración eucarística, encuentra expresión en respuestas atentas a las necesidades del pueblo? Jesús quiere reunir a todos en un único rebaño ¿qué estoy haciendo para ir al encuentro de los más alejados, de los que sufren, de los más pobres? Como seguidores de Cristo Pastor estamos llamados a comunicar con la vida antes que con las palabras un sincero y apasionado amor por la grey, el rebaño que el Buen Pastor se ha conquistado con su sangre y por las ovejas que todavía no son de éste redil, pero que sin embargo pertenecen al Buen Pastor y son amadas y llamadas por él. Conocer amorosamente al pueblo que se nos ha confiado, acompañarlo con amor y compasión, dispuestos a dar la vida cotidianamente en la dedicación fiel y constante, es un servicio que estamos llamados a vivir. Hermanas de Jesús Buen Pastor Pastorcitas sjbpperu@gmail.com EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS OVEJAS En este pasaje del evangelio de Juan, Jesús afirma ser el verdadero pastor, aquel bueno, quien a diferencia de los ladrones y salteadores (falsos mesías) que realizan acciones de muerte, es el Buen Pastor que ha venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia (Jn 10,10). El discurso es auto revelador “Yo soy” manda espontáneamente a (Ex 3,14) donde Dios se revela a Moisés como aquel que es. Su prerrogativa es de conocer a las propias ovejas, haciendo eco a un conocimiento fruto de experiencia y de compartir. Conoce a sus ovejas porque conoce el mundo, la historia, la realidad profunda. Pero el Buen Pastor no se contenta con conocer a las ovejas, sino que da la vida por ellas, se inmola para que no seamos más ovejas errantes, sino grey llamada a recorrer el mismo camino. www.sanpabloperu.com.pe el DOMINGO - Director: P. Luis Neira R. ssp. Coordinación: Milagro Bronttis de Quispe. Con licencia eclesiástica / Marc. reg. Resol. Indecopi N° 006852-1999, Certif. N° 0055702 Edita: SAN PABLO, Av. Armendáriz 527 - MIRAFLORES. Lima (Perú) / Telfax: (01) 446 0017 / periodicos@sanpabloperu.com.pe Redacción: Pbro. Antonio Díaz M., igs.; Pbro. Pedro Hidalgo Díaz; Diagramación: Diego Sánchez Peña Imprime: Editorial Roel S.A.C. / Para envíos y suscripciones: suscripciones@sanpabloperu.com.pe / Telfax: (01) 446 0017 • Los textos litúrgicos corresponden a los aprobados por la Conferencia Episcopal Peruana. / Este subsidio no sustituye el uso de los Libros Litúrgicos.
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