La S es Porque nos autofinanciamos. Por eso somos libres. Sección sindical ELA GFI Norte Porque quieres cambiar las políticas sin hacer política. Porque la unión hace la fuerza: 105.000 afiliados. Porque Número 27 16 de abril de 2015 elagfi@gmail.com elagfinorte@gfi.es sabemos que los logros se consiguen luchando. ELA destina el 25% de la cuota de sus afiliados a sostener la famosa “caja de resistencia”, destinada a ayudar a sus afiliad@s durante las huelgas. facebook.com/ela.gfinorte facebook.com/ela.gfinorte.comunicados facebook.com/ela.gfinorte.revista Aclaraciones sobre las políticas de despidos en GFI Norte En los últimos tiempos hemos asistido a una nueva modalidad de despido. Si hasta ahora se hacían despidos objetivos y se mejoraban las indemnizaciones para llegar a acuerdos con los trabajadores despedidos, ahora se están realizando despidos disciplinarios por bajada en el rendimiento con proposiciones de mejora en la indemnización y reconociendo, de un modo u otro, la improcedencia del despido. ¿Llevas demasiado tiempo en GFI Norte? ¿Por qué no se siguen haciendo despidos objetivos? El mismo jueves 09/04/2015, día que desde el comité de empresa os citábamos para realizar A pesar de no haber visto los datos económicos de los últimos meses, lo que parece claro es que una concentración solidaria como repulsa a los últimos despidos producidos, la empresa, ajena a cualquier tipo de empatía, nos hace llegar una newsletter con un mensaje (https://nosotros.gfi.es/articulo/mensaje-nuestro-consejero-delegado-carlos-mu-oz) nada apropiado por parte de nuestro consejero delegado Carlos Muñoz. “Para nosotros es un orgullo que cuenten con nosotros” dice en dicho comunicado Carlos Muñoz, y desde la sección sindical ELA recordando los recientes despidos, nos hacemos la situación económica de la empresa es buena y que los datos de facturación no permiten realizar despidos objetivos. Como hemos comentado en anteriores ocasiones, para poder justificar un despido objetivo es necesario que la facturación en los últimos trimestres sea inferior a la facturación de esos trimestres en el ejercicio anterior. Y ese supuesto no se está produciendo debido a los últimos contratos firmados con diferentes empresas. más importante, ¿por cuánto tiempo seremos nosotros? Conclusión: no se puede aducir un decremento en la facturación como causa de un despido objetivo, por lo que tienen que buscar otra causa. ¿Qué hay que hacer para que en GFI Norte cuenten con uno? Porque por lo que se ve, ¿Y por qué los despidos disciplinarios? varias preguntas como por ejemplo, ¿con quiénes cuentan? ¿Quiénes somos nosotros? Y la cumplir con las tareas encomendadas de manera eficiente y responsable, ser un buen profesional y trabajador, no es suficiente. Y si no, les podemos preguntar a los últimos compañeros que muy a su pesar han cruzado la puerta para no volver. En estos momentos de bonanza económica es una posibilidad más factible. La empresa aduce que ha bajado el rendimiento de una persona y esa es la causa del despido. Pero acto seguido, la empresa ofrece un acuerdo, ofreciendo una indemnización similar a la que El mensaje del consejero delegado es corto, pero con mucha enjundia, pues prosigue estaba ofreciendo en los anteriores despidos objetivos, para zanjar definitivamente el despido en diciendo que dar servicio a nuestros clientes “es un reto que nos exige mantenernos el acto de conciliación. permanentemente actualizados. Este esfuerzo personal es indispensable para evitar la obsolescencia y perder nuestro valor profesional”. Al trabajador se le abren en ese momento dos opciones. La primera sería aceptar implícitamente esa bajada en el rendimiento y aceptar el acuerdo económico. La segunda sería no reconocer la Aquí le damos la razón: el reto es únicamente personal, pues esa actualización se deja a bajada del rendimiento, no aceptar el acuerdo y denunciar por despido improcedente. expensas del trabajador, que si bien el salario es por cuenta ajena, la formación es formación continua lograda gracias a nuestro esfuerzo e inversión económica personal. Conclusión: se busca despedir a quien se desee tal y como se venía haciendo hasta ahora y el tipo de despido resulta indiferente, ya que el acuerdo que se ofrece viene a ser, más o menos, el mismo. Pero es que si todavía nos quedaba alguna duda de la estrategia que la dirección y sus ¿Y si tu rendimiento no ha bajado? por cuenta propia. Sin embargo, la empresa no duda a la hora de beneficiarse de esta acólitos han tomado, el párrafo final no tiene desperdicio, afirmando que “nuestro valor profesional no depende de los años que llevamos en la profesión, sino de lo que somos capaces de aportar”. Blanco y en botella… No importa que tú, trabajador anónimo, hayas invertido 1, 5 o 10 años de tu vida profesional en GFI Norte. No. Lo que importa es exclusivamente lo que puedas aportar en cada momento concreto, sin dar oportunidad a reciclaje, ascensos o cambios de competencias. Lo que nos están haciendo entender es que están siguiendo una filosofía basada en exprimir nuestro talento hasta que no quede jugo, para después prescindir de esa persona que denominan recurso; y esta vez compañero/a, no te preocupes, que sí que vas a saber quiénes son nosotros. La argucia de la bajada del rendimiento es una forma de buscar el despido. Puede que tu rendimiento haya bajado o puede que no, es indiferente. La cuestión es que es el motivo que la empresa indica en la carta de despido. La bajada de rendimiento es una situación completamente subjetiva. Si alguien considera que ha bajado, la empresa ya tiene la excusa. Llevándolo al extremo, podría darse el caso de que si a un responsable no le gusta tu forma de trabajar o simplemente has tenido una discrepancia o un malentendido, puede considerar que tu rendimiento ha bajado. Conclusión: Una opinión subjetiva puede hacer que te encuentres con una carta de despido. ¿Llevas más de 7 años en la empresa? Malo, el tiempo corre en tu contra, empiezas a resultar caro. ¿Ganas poco? Malo también, porque la cantidad es un término muy subjetivo. Tú te crees que ganas poco porque apenas llegas a fin de mes, pero para la empresa puede que sea mucho. ¿No das problemas, eres obediente y estás bien valorado por tus responsables? No importa. Muchos otros eran como tú y alguien, una mano negra, ha decidido que ya no cuentan. No te auto engañes compañero/a. Visto lo visto, está claro que tarde o temprano tu nombre saldrá en una hoja Excel, previo paso por intricadas fórmulas financieras, decidiendo que ya no queda nada por exprimir, que ya no aportas, que no sirves para maximizar beneficios. Vales lo que dicta un Excel… si quieres. No olvides que al fin y al cabo, quien produce eres tú, que te necesitan para seguir obteniendo beneficios, y esta es una fuerza y un poder del que apenas somos conscientes. Lo más triste es que en el fondo depende de NOSOTROS que no haya más compañeros despedidos, porque si damos justa respuesta a estas actuaciones éticamente reprobables, podremos evitar futuros despidos. Como si fuera una película de suspense, y a modo de reflexión, solo queda una pregunta que hacernos: ¿Quién de NOSOTROS será el próximo? ¿A quién le puede afectar este tipo de despido? Si bien es cierto que los despidos disciplinarios que ha habido han afectado a personas con bastantes años en la empresa, y por tanto con varios trienios de antigüedad en la nómina, cualquier persona es susceptible de sufrir un despido de este tipo. Lo que parece es que la empresa sigue con sus intenciones de desprenderse de empleados que les resultan más “caros”, empleados con varios trienios en la nómina, y contratar a personas más “baratas”. Esto hace que, a pesar de la buena situación económica que parece tener la empresa, sus márgenes de beneficios sigan creciendo sin que los empleados, en general, lo vean reflejado en sus sueldos. Conclusión: Cualquier persona puede encontrarse con un despido disciplinario. Seguramente, una persona con varios años de antigüedad tiene más peligro pero, en realidad, cualquiera puede ser despedido.
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