PARTICIPACIÓN CIUDADANA y SEGURIDAD KEYMER ÁVILA DOCENTE E INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PENALES DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA Abogado con mención honorífica magna cumlaude, egresado de la Universidad Central de Venezuela, con estudios de especialización en Gobierno y Políticas Públicas, master oficial en Criminología y Sociología Jurídico-Penal en la Universidad de Barcelona, Cataluña, España. Colaborador del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos en la Universidad de Barcelona. Posee innumerables publicaciones y trabajos de investigación. Asimismo, cuenta con una larga trayectoria como ponente en conferencias. Ha asistido a diferentes cursos, seminarios, jornadas y foros , tanto nacionales como internacionales. Actualmente es profesor e investigador del Instituto de Ciencias Penales de la Universidad Central de Venezuela. A continuación trataré de hacer una aproximación teórica, conceptual, sobre lo que se ha escrito en materia de seguridad ciudadana, como un modo de reflexionar acerca de lo que se ha escrito sobre este tema. En los últimos lustros se ha colocado en el tapete el tema de la participación ciudadana en la elaboración, seguimiento y control de la política pública, sin embargo cabe la pregunta de cómo debe ser la participación ciudadana en materia de seguridad, en materia de política criminal en materia de prevención del delito. ¿Y por qué nos hacemos la pregunta? Porque en estas áreas no se busca una solución directa de derechos básicos, como son la alimentación, la educación, la cultura, el deporte. ni tampoco se limita a la contraloría social de las instituciones. Por el contrario. la restricción de derechos fundamentales pudiera ser una de las líneas de acción de la política criminal. de allí lo delicado de esta materia. Ante este escenario es importante tratar de pensar y elaborar pro puestas. políticas concretas que mejoren la calidad de vida de la población. que disminuyan la sensación de inseguridad. siempre tratando de incluir al p.ueblo en la toma de estas decisiones. Esto no puede acarrear la disminución de derechos fundamentales ni de garantías básicas. CoI«ción M<mori .. /Minisltrlo l'úblico/Encu<nlro Nacional Pr< v<nción es Seguridad Ciudadanu Iml Cuando tratamos de buscar referentes teóricos que han trabajado estos temas, nos topamos obligatoriamente con Nils Christie. ¿Quién es Nils Christie? Nils Christie es un importante sociólogo noruego que es una referencia obligada en la criminología occidental, en su obra él destaca cómo el sistema penal tiene un efecto negativo que destroza las relaciones de comunidad, tiene una especie de efecto disolvente de todas las relaciones de horizontalidad que deben darse dentro de un vecindario. Por el contrario, para el sistema penal contribuye a que la sociedad sea cada vez más verticalizada, más jerarquizada, más discriminatoria. Para él, el sistema penal se especializa en la repartición voluntaria de dolor, de allí la necesidad que propone el autor de disminuir este dolor. ¿y cómo viene representado este dolor? El dolor viene representado en la pena. Y ahorita todos vemos la cosmovisión general de la pena de prisión. Entonces, él busca la reducción de ese dolor. ¿y qué hacer ante esta situación? Porque el sistema penal existe. Bueno, una de las propuestas de Christie es que la comunidad trate de recuperar el control de sus propios conflictos y evitar que el sistema penal intervenga de manera innecesaria. Las propuestas que se van a discutir a continuación se enmarcan en lo que Christie considera los condicionantes para causas bajos niveles de dolor. Vamos a ver cada uno de ellos. El primero es el conocimiento. Cuanto mayor sea la cantidad de información sobre la precariedad de la vida de los miembros pertenecientes al sistema, serán menos útiles y necesarios los conceptos generalizados de enfermedad, locura, desviación, crimen o delito. En la medida que nosotros conocemos al otro vamos a necesitar menos etiquetas estigmatizantes. ¿Por qué? Porque estas etiquetas estigmatizantes se alimentan de los prejuicios y los prejuicios se alimentan del desconocimiento. Poder: La gente con poder puede repartir dolor y los que no tenemos poder sabemos qué significa eso porque SOI11OS los que padecemos esa aplicación del poder. I124J Colecci ón Memorias IMinisterio Públ ico/ Encue nt ro Naciona l Prc\'cnción es Scguridad Ciudadana La imposición intencional del dolor se dificulta en la medida que se está más cerca del receptor. En la medida que estamos más cerca del otro nos hacemos más vulnerables. Tiene que ver con el punto siguiente. Vulnerabilidad: Una forma de controlar el poder es hacer vulnerables a quienes lo ostentan, pueden ser de tres formas: por igualdad de exposición, por igualdad de prioridades y por proximidad física. Dependencia mutua: Todos los miembros de la sociedad son esenciales y no pueden ser reemplazados. Esto es posible en sociedades pequeñas, de allí la importancia de la organización local, aquí el tema clave es la inclusión, todos somos necesarios, nadie es desechable. Por último, el sistema de creencias: Las·actitudes que se tengan hacia lo anormal, el conflicto y el castigo, la solidaridad y la cohesión son esenciales. En este aspecto la desconstrucción de los discursos bélicos mediáticos es fundamental. De esta manera, cada una de estas ideas, pudieran ser consideradas como los basamentos conceptuales y teóricos para que la comunidad recupere el control de sus propios conflictos. A continuación, señalaré cuales racionalidades ideológicas, qué contenidos políticos se pueden encontrar subyacentes en esta acción. En primer lugar, la participación en la toma de decisiones es la esencia de la democracia, cualquier discusión política actual pasa por tomar en cuenta el tema de la participación ciudadana, esto puede deberse a diversos motivos, el más importante porque es una necesidad y una lógica política fundamental que es exigida por el pueblo, para unos es simplemente una moda, para otros es una forma maravillosa de hacer proselitismo y propaganda política; lo cierto es que nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra la participación como un derecho fundamental en distintas áreas, en la que a nosotros nos convC?ca en este evento se encuentra el artículo 55 que tiene que ver con la participación de la comunidad en la seguridad ciudadana Colección Memorias/Ministerio Público/Encuentro Nacional Prevención es Seguridad Ciudadana [125) y también el artículo 153 que tiene que ver con la participación ciudadana en materia de administración de justicia. En abril del año 2006 se publica la Ley de Consejos Comunales, que fue derogada tres años después por la Ley Orgánica que regula la materia. En esta ley no se aborda el tema de la seguridad ciudadana ni de prevención del delito, sólo de manera enunciativa se hace alusión a la defensa integral de la nación, que es una naturaleza totalmente distinta a la seguridad ciudadana que hoy nos convoca. Pero más allá del tema legislativo, del marco constitucional y legal, es importante advertir a qué corriente de pensamiento político puede obedecer la participación ciudadana. Juan Pegoraro, un importante investigador social argentino, comenta que en el lenguaje, en la retórica, en el discurso progresista sobre el control del delito, usualmente se hace un contraste entre la comunidad, considerada buena, benevolente, tolerante y la institución maléfica, discriminadora, estigmatizante. Para concluir luego que el concepto de comunidad invoca como razones simbólicas muy fuertes, muy poderosas, todas positivas, que apelan a un pasado comunitario de una manera romántica, idealizado como si ese fuese un estado natural. Esta idea es muy atractiva, tanto para el pensamiento de izquierda y paradójicamente también para el pensamiento de derecha. Lola Aniyar, coincide con este planteamiento y nos dice que la participación ciudadana obedece a dos corrientes disímiles del pensamiento político a su vez. La primera de ellas es la corriente democrática, que puede considerarse parte de una concepción avanzada de la democracia social, en la que los ciudadanos tienen algo propio que decir y un espacio para actuar directamente de acuerdo a su concepción del mundo y sus intereses específicos, los cuales son generalmente locales. Esta concepción es profundamente humanista y busca desplegar la actividad social para perfeccionar la democracia y podríamos calificarla como progresistas, esgrimidas por la izquierda política. (l2J6] Colección Memorias IMinislcrio Públi co/ Enc\l cnlro Nacional Prl'\'l'nci(¡n ('$ $cgurid nd C iudadan a En contraste, también podemos encontrar una corriente tecnocrática, en este llamado a la participación se inscribe dentro de la actual tendencia política dominada por el binomio globalización-descentralización, que tiene que ver con el debilitamiento del Estado-nación, el beneficio de la desregulación y de la libertad de las relaciones sociales y económicas, que culmina con políticas de privatización. Desde una perspectiva crítica, desde una perspectiva de pensamiento libertario, una perspectiva de izquierda, nosotros nos alineamos con la primera corriente, con la corriente democrática, que perfecciona la democracia, que socializa al Estado y que está en perfecta sintonía con el Estado social, democrático, de justicia y de Derecho que está consagrado en nuestra Constitución. Vemos ahora cuáles son las características del modelo de la participación comunitaria en materia de seguridad, pero antes de continuar es importante advertir que la participación ciudadana no es más que un aspecto dentro de una necesaria concepción global que se tiene que tener de la prevención, que esta a su vez debe estar vinculada con la satisfacción de derechos básicos de nutrición, de libertad, de crecimiento corporal espiritual de la población, es decir debe estar integrada a una política social, estructural, que debe abarcar el Estado. Lola Aniyar, a finales de los años 90 ya había caracterizado a la participación ciudadana en esta materia. Comparto con ustedes sus conclusiones. En primer lugar, desburocratiza el control, la comunidad recupera el control de sus propios conflictos, esto tiene que ver con los condicionantes que comentamos al inicio, como el poder, la vulnerabilidad, la cercanía, muchos de estos aspectos también fueron tratados por Andrés Antillano ayer y también por el Vicerrector en la ponencia anterior. Facilita y fortalece la organización y solidaridad comunitaria para el mejoramiento de la calidad de vida y la defensa de los derechos humanos. Parte de sus acciones se orientan al mejoramiento de los espacios públicos, disminuye el miedo al delito, facilita el conocimiento de los modos de producción que se basan más en las nociQnes de seguridad y vigilancia que en la acción policial, son los ciudadanos los que colaboran con los policías pero no son ellos mismos. y en este sentido, felicito la ponencia del Vicerrector, estoy totalmente Colección Memorias /Ministerio Público/Encuentro Nacional Prevención es Seguridad Ciudadana [lZ7] de acuerdo con el enfoque que usted dio de la Policía Comunitaria; constata que la criminalidad suele ser intraclase. intraracial y afecta predominantemente a los pobres y valoriza respuestas sociales e imaginativas. Por esta razón. no debe entenderse por participación ciudadana en esta materia. No se debe confundir la participación ciudadana con modelos de policía comunitaria. con modelos de vigilancia. ni con los espacios defendibles. Algunos de estos modelos pueden terminar deteriorando totalmente las relaciones de horizontalidad. de simpatía. de solidaridad que deben existir en la comunidad. Ahora bien. es necesario describir brevemente cada uno de estos aspectos. Sobre la Policía Comunitaria. solamente me limito a decir que constituye toda una revolución institucional dentro de la Policía. como una forma novedosa de prestación del servicio. de policía de comunidad y esta nunca debe distorsionarse ni ser mal entendida como acciones policiales llevadas a cabo por la propia comunidad. donde los límites entre la Policía Comunitaria y la comunidad actuando como un policía se hacen discursos. se trata de una técnica. una teoría policíaca. mas no una teoría de la participación. Por otra parte. tenemos también la vigilancia del vecindario. el vigilantismo. estas son formas de coordinación vecinal para realizar patrullaje. vigilar el vecindario. estas medidas son tomadas usualmente ante la inexistencia de la intervención del Estado. los conflictos de la comunidad. especialmente de tipo delictivo o violento. Se presentan en comunidades que no tienen un acceso adecuado a los servicíos públicos. Este sistema es riesgoso ya que puede desviarse en prácticas autoritarias. violaciones de derechos. puede arrastrar a la comunidad a la casa del enemigo. a modelos de justicia por propia mano y puede generar incluso linchamientos. y por último. tenemos los espacios defendibles. Este modelo vincula el diseño arquitectónico a las tasas delictivas. Ellos buscan tener unas zonas de vigilancia común estén perfectamente eliminadas. {128] Colección Memorias IMinisteri o Publico/ Encuentro Nac ional Prevención es Seguridad Ciudadana usualmente amuralladas, circunscritas por viviendas, con alambres de púa, cercados eléctricos, circuitos cerrados, perros guardianes, contratación de policías privados, compra de armas. Por los costos de estos mecanismos estos son predominantes en las clases de mayor poder adquisitivo. Abundante literatura norteamericana explica cómo el propio diseño urbanístico puede deteriorar totalmente las relaciones de la comunidad, fracturando los lazos sociales que deben existir en ella, aumentando los problemas en vez de disminuirlos. Sin embargo, otros autores consideran que otro tipo de diseño urbanístico que haga más énfasis en lo público que en lo privado, puede contribuir a que se den las relaciones e interacciones sociales necesarias que deben existir en toda comunidad y esto redundaría positivamente en la prevención del delito. Estas modalidades, del vigilantismo, de vigilancia del vecindario, de los espacios defendibles, no les interesan las causas ni los orígenes que promueve la comisión de delitos ni de la violencia, tampoco buscan una solución general ni social al delito. Por ello se han hecho objeto de numerosas críticas, comparto con ustedes las de Maximo Sozzo, un criminólogo argentino que cuestiona todas estas modalidades. En primer lugar, porque priorizan exclusivamente delitos contra la propiedad en espacios públicos, silenciando en la agenda preventiva los delitos en la escala privada y la criminalidad económica. Se dedica a los síntomas y no a las causas, ya que no les interesan los factores sociales y económicos en la producción de los delitos. Promueve una fe ciega en la tecnología que puede ser injustificada y que está llevada fundamentalmente por intereses comerciales de la creciente industria de la seguridad: alarmas, circuitos cerrados, iluminación, desplazando la importancia de la agencia humana en las actividades del control del crimen. Obviamente, todo eso tiene una racionalidad económica y tras la seguridad también hay un gran negocio. Colección Memortas/Mlnlsterio Público/ Encuentro Nacional PrevenciÓn e5 Seguridad Ciudadana [129] Impulsa un tipo de vigilancia que es altamente intrusivo en la vida privada de los individuos, violentando sus libertades civiles. Y presenta implicaciones culturales muy adversas, pues en cuanto las medidas de prevención situacional se multiplican el individuo busca encerrarse en espacios protegidos, lo que incide necesariamente en una separación con respecto a los otros y constituye una ruptura a las relaciones sociales basadas en la confianza, este es el encierro de la gente en sus urbanismos de clase media alta, de clase alta, que terminan segregando territorial mente a los sectores sociales. Durante la gestión de Lola Aniyar como gobernadora, una importante criminóloga venezolana, fundadora de la Criminología Crítica Latinoamericana, que fue gobernadora entre los años 93 y 95 en el estado Zulia, ella intentó llevar a cabo políticas de participación en diversos ámbitos, en los que hoy ellos convocan materias de seguridad ella estableció tres niveles de participación: un Consejo Regional de Seguridad, comités locales de seguridad y finalmente comités vecinales de seguridad, cada uno correspondiente a los tres niveles político territoriales del país, Estado, municipio y parroquia. En estos espacios confluían los actores políticos del Estado, las fuerzas vivas de la población y la comunidad organizada. Su objetivo era expresar acciones globales, estrategias basadas en la propia experiencia de sus miembros y evaluar resultados. Es importante aclarar que estos espacios no deben ser destinados para el vigilantismo ni la delación, por el contrario deben ser una primera instancia para abordar alternativamente el conflicto, evitar que este trascienda, evitar que este se judicialice, este aspecto lo tocó también el Vicerrector y seguramente lo van a ampliar de manera muy detallada las madres de Catuche. Por otra parte, señalaré algunos aspectos que Lola Aniyar tomó en cuenta para la evaluación de su experiencia. Para que un modelo participativo vecinal tenga éxit~ es necesario asegurar las siguientes cosas, en primer lugar que la misma comunidad identifique cuáles son sus problemas. Segundo, que el objetivo y el 1lX)] Colección r\'1cmorias 1 ~'Hn is lC'rio Publico/ Encuent ro Nacional Prc\'t~nción es Seguridad Ciudadana liderazgo sean compartidos y preferiblemente que haya participación de los jóvenes, que le inyecten toda su energía. Si bien es difícil la evaluación de este tipo de procesos, cómo evalúas cuando una comunidad se hace más solidaria, cuando está más integrada, cuando hay mayor porción social, son cosas que son difíciles de medir sin embargo es importante tratar de hacer el ejercicio, porque todas las acciones que hagamos como comunidad o como Estado tienen que tratar de medir el impacto, porque si no estamos perdiendo el tiempo. Por ejemplo, se pueden medir algunos incrementos cualitativos, como la reducción de la corrupción y las brutalidades policiales, el sentimiento de la inseguridad, el aumento de la credibilidad en la función policial, también puede contarse qué cantidad de delitos se cometían antes y qué cantidad de delitos se cometen después de la acción comunitaria, qué cantidad de faltas. de visibilidades se cometían antes de la organización de la comunidad y cuántos se están cometiendo posteriormente. En la mayoría de los casos en los que existe una experiencia comunitaria sobre un problema. a menudo los vecinos extienden su radio de acción para ocuparse de otros: salud, educación. cultura. deporte. insertándose voluntariamente en actividades asociativas de gobierno. este es uno de los aspectos más importantes y significativos. Afortunadamente. nunca hubo una queja de linchamientos. de justicia por propia mano, o algo semejante. Al incluir comités de clases medias y altas también se estimuló la contratación de policías privadas que son difícilmente controlables. Esta experiencia constituye sólo un ejemplo de cómo se puede materializar la participación ciudadana en materia de prevención del delito, en materia de seguridad. Lo más importante, esto también se tocó en la ponencia anterior. es que la misma comunidad trascienda al tema de la prevención del delito. que la propia comunidad trascienda el tema de la seguridad. En la medida que los comités de alimentación. de educación. de salud, de recreación. de vivienda y hábitat funcionen realmente. tengan vida en la comunidad. será menos necesario que la comunidad tenga Colección Memorias/Minlsterio Público/Encuentro Nacional Prevención es Seguridad Ciudadana !Ul! que preocupars"e por la seguridad, esto también lo comentó Andrés. Cuando la comunidad está más organizada y más cohesionada, menos problemas securitarios tendrá. Elías Carranza, un autor argentino, explica de una manera muy sencilla, relacionándolo con las tasas de deserción escolar. Haciendo un trabajo muy riguroso, con datos, concluyó en lo que el grueso de la criminología tradicional ha dicho: los países que tienen una tasa de juventud muy alta también tienen tasas de delito muy altas. En la medida que los jóvenes estén ausentes del sistema educativo la tendencia delictiva aumentará. Esto trae como consecuencia algo muy sencillo: bueno, hay que meter a todos los chamos que están en edad escolar e insertarlos en el sistema educativo formal. Pero esto no debe hacerse buscando como objetivo la prevención, no debe pensarse: ¡no, vamos a meter a los chamos en la escuela para que no paren en malandros! No, esto debe hacerse para satisfacer el derecho humano de la educación de los jóvenes, porque de lo contrario estarías criminalizando a estos sectores sociales. Entonces, no podemos criminalizar la política social, si vamos a meter a los chamos en la escuela es para satisfacer su derecho humano a la educación y no para que no vayan a parar en malandros. Además, esto sale muy barato. Elías Carranza confirmó con datos que evitar la deserción escolar sale mucho más económico que destinar el dinero de los ciudadanos al sistema carcelario. De allí surge entonces una propuesta muy concreta: meter a todos los chamos en la escuela, con la participación de los gobiernos locales, con la participación de la comunidad, advirtiendo y teniendo en cuenta que esta no debe ser una acción policíaca por parte de la comunidad, por el contrario, es una acción solidaria entre iguales, entre vecinos, para garantizarle a los chamos su derecho a la educación. Esta propuesta de evitar la deserción escolar se llevó a cabo en la ciudad de Rosario, en Argentina. Hemos entonces comentado dos experiencias, la del estado Zulia, la del Rosario en Argentina y son muchísimas experiencias que se dan en diversas ciudades alrededor del mundo. Claro, cada una tendrá sus [132] Colecc iÓn Memorias ¡Ministerio Público/ Encuentro Nacional Prevención es Seguridad Ciudadana matices porque cada realidad comunitaria es única, algunas en un énfasis más policíaco, en el que la policía se apropia de espacios, muy cercano al modelo anglosajón; otras tienen una lógica más de empoderar a la comunidad, que terminen ejerciendo labores de contraloría social, por ejemplo sobre la policía, algunos de estos ejemplos se encuentran en Francia con los Comités Comunales de Prevención de la Delincuencia, en Argentina con los Centros de Estudio y Participación y con los Consejos Barriales para prevenir el delito y la violencia; en Chile con los Comités Vecinales de Seguridad Ciudadana, también en los comités de Brasil y Guatemala que realizan reclamos y demandas hacia la policía y en Colombia con los Frentes Locales de Seguridad. Pero la seguridad también tiene una parte oscura. La participación ciudadana no es una receta mágica porque en materia de seguridad y como todos los problemas sociales no hay una receta mágica, la participación ciudadana por sí sola no es eficaz, ésta debe estar integrada a una política social integral, estructural que debe llevar el Estado. Además, en ocasiones estos espacios pueden resultar ingobernables. Algunos comentarios de Lola Aniyar al respecto: Estos espacios pueden ser fácilmente invadidos por intereses particulares o grupales, que no siempre coinciden con los intereses generales. Ya Christie, el noruego del que hablábamos al comienzo, advertía estos peligros, pero ella mencionaba que este tipo de espacios debe estar conformado por iguales, a los que no se les daría poder, tampoco del exterminador de funcionarios porque lo terminan cooptando. Debe estar compuesto por miembros y no por dirigentes, lo importan- te aquí son las relaciones de horizontalidad y de solidaridad. La retórica participacionista, esto también lo tocó el vicerrector, puede resolver su eficacia por los siguientes motivos: confusiones derivadas de la carencia de un análisis objetivo y metodológicamente preciso, tendencia a la abstracción y la utopía, por lo que pueda, reduciéndose la capacidad de satisfacer necesidades, aspiraciones reales, especialmente en el corto' y mediano plazo. Colección Memorlu /Mlnlslerlo Público/Encuenlro Nacional Prevención e, Seguridad Ciudadana !I33) Generalmente - en terce r lugar- hay una selección de los miem bros de la col ectividad que pueden, que son llamados a participar, basados en su nivel de in strucc ión, capac idad de expresión, otros elementos propi os del estereotipo del ciudadano, que no es el que puede producirse sin un proceso simult áneo de exclusión. Muchos autores han esc rito sobre cómo hay sectores que nunca parti cipan , son los tradicionalmente excluidos, los con siderados los otros, los mala conducta. ¿Quiénes son estos? Pues los jóvenes, los desempleados, los buhoneros, los trabajadores sex uales, los travesti , los extranjeros, los ocupantes de viviendas ilegales, los muchachos emproblemados del barrio, todos ellos deben participar y la clave es la inclusión , todos ellos tienen algo que decir, todos ellos tienen que expresar qué es lo que ellos consideran cuáles son sus necesidades, cuáles son los problemas que ellos ven en la comunidad. Este es un insumo fund amental para la elaboración de una política pública exitosa para todos, porque aquí la clave es la inclusión, el conocimiento y el reconocimi ento del otro. La participación es útil y necesaria, es una exigencia de los pueblos, pero además es la retroalimentación necesaria que debe tener todo Estado. Es importante que en estos espacios de participación se rechace enfáticamente todo el modelo de uso de la fuerza, toda combinación violenta, toda intromisión en la vida privada. Al parecer estos son los nuevos problemas que se asoman a una realidad que supera en mucho los textos legales y académicos. Es importante, que un Estado perfectamente democrática controle en cierta manera estos espacios, fije límites y vele porque estos espacios y estos límites se respeten. Unas reflexiones finales como conclusión. La participación comunitaria nunca debe significar convertir a los ciudadanos en policías, ni convertirse ella misma en una táctica para la delación, la desconfianza y la sospecha; no debe quebrar las relaciones entre los vecinos, ni permitir que la policía se apropie de estas instancias, el Estado en estos espacios debe asegurar que se respeten los derechos [134) Colección Memorias /Ministeri o Público/Encuentro Nacional Prevención es Seguridad Ciudadana humanos y la Constitución, así como la construcción y fortalecimiento de los vínculos de solidaridad, confianza, respeto y tolerancia entre los miembros de la comunidad. Quiero compartir con ustedes estas ideas de Elías Carranza, que de cierta manera recogen muchas de las cosas que ya se han dicho en este encuentro. Para lograr poner en práctica la participación ciudadana y reducir el delito en nuestra América, se requerirán sin duda políticas integrales con acciones al menos en cuatro frentes. Primero, dosis prudentes de justicia penal de excelencia, real- mente justa, severa en los casos que corresponda, pareja, transparente y distribuida sin impunidad. En segundo lugar, dosis prudentes de revisión situacional del delito, adecuada iluminación de determinados lugares, mapeo del delito, adecuada distribución de los efectivos policiales, es lo que Andrés ayer denominó como revisión situacional de carácter abierto. En tercer lugar, dosis prudentes de prevención municipal del delito, con participación de las comunidades. Y finalmente, toda la justicia social necesaria hasta lograr una equitativa distribución de los ingresos y el bienestar en sociedades sin exclusión social. Estas ideas están presentes en un artículo que está publicado en el anuario del Instituto de Ciencias Penales, año 2008-2009, son algunas ideas generadoras que me interesa difundir para el debate y para la discusión. Col«cl6n Memorias /M inisterio Público/Encuentro Nacional Prevenci6n es Seguridad Ciudadana (1lS1
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